Harry Potter y las Reliquias de la Muerte: 1ª Parte (Harry Potter and the Deathly Hallows: Part 1)

Lo siento mucho, pero después de ver Harry Potter y las Reliquias de la Muerte: 1ª parte, he decidido cambiar y ahora creo que la peor de la serie ya no es la segunda.

La película es de David Yates, que ya dirigió las dos anteriores, Harry Potter y la Orden del Fénix y Harry Potter y el Misterio del Príncipe. Como sabréis, los libros son siete y las películas van a ser ocho porque los productores decidieron ganar un poco más de pasta dividiendo el último libro en dos partes. Yo no me he leído los libros, pero parece que el último seguía el ritmo de los anteriores por lo que si cuentas lo mismo en cuatro hora en vez de en dos, te sale un truño aburrido, lento y casi vacío. Supongo que todo lo bueno del libro estará en la segunda parte porque de verdad que en esta no ocurre nada. Durante los larguísimos 146 minutos, solo ves planos alargados y gratuitos donde puedes imaginarte al director y compañía diciendo: joder a ver como rellenamos esto, me falta aun media hora de metraje y ya he llegado a la mitad del libro, venga pon a Harry paseando.

Hay una cosa que quiero aclarar antes de seguir. No me parecía hasta ahora normal la rivalidad de muchos fans de El Señor de los Anillos en contra de Harry Potter. Son dos productos diferentes y cada uno tiene lo suyo. Yo soy un enamorado de ESDLA pero me gustan las películas de Harry Potter (menos Harry Potter y la Cámara Secreta que es un truñete). Dicho esto, en este capítulo la comparación tiene un poco más de miga ya que hay momentos en los que Harry parece Frodo. El niño mago tiene que cargar con un objeto metálico que lleva atado al cuello por una cadena y que le debilita y le vuelve arisco cuando le acompaña demasiado tiempo. Debe destruirlo pero solo lo puede hacer con otro objeto que ya ha destruido uno similar y sus amigos se turnan en la tarea para llevar la pesada carga creando algunos problemas e incluso la disolución de la comunidad, uy perdón, del pequeño grupo formado por Harry Bolsón y Ron y Hermione Gamyi. Lo que si hay que reconocerles es que el problema que el hobbit tiene durante casi tres películas aquí se soluciona con la frase: “Trae, lo llevaré yo un rato.”

En cuanto al reparto ya sabéis quienes son todos así que no os voy a bombardear con lo de siempre. Solo me gustaría señalar una escena en la que está medio reparto de Sweeney Todd: el Juez Turpin/Snape (Alan Rickman), Mrs. Lovett/Bellatrix (Helena Bonham Carter) y Beadle/Coladegusano (Timothy Spall). Además sale el soso de Anthony (Jamie Campbell Bower) que hace de Gellert Grindelwald, mago del que J. K. Rowling dijo que había sido en un pasado el amor secreto de Dumbledore, haciendo así que los muros de Hogwarts sean más rosas de lo que se esperaba.

Pues lo dicho, película de relleno que rompe el buen ritmo de la saga y que espero que arreglen con la segunda parte este verano. Ved el tráiler (solo lo encuentro en latino así que el enlace está en inglés) y si queréis, saltaos la peli porque ya os digo que no pasa mucho. Un 4’85.