23/2/11

Cisne Negro (Black Swan)

Hoy he visto Cisne Negro (Black Swan), una de dualidad, obsesión, locura y ballet.
Natalie se rompe
Genialidad del neoyorkino Darren Aronofsky y ya lleva unas cuantas. Empezó con una locura matemática llamada Pi, Fe en el Caos y supuso que todos los cinéfilos fijásemos en él nuestra atención para saber que vendría después. Pues nada más y nada menos que Réquiem por un Sueño, la hermana oscura de Trainspotting. Sublime y tenebrosa a partes iguales, conservaba la esencia de su opera prima y mejoraba su carta visual. Después le tocó el turno a La Fuente de la Vida y parece que de tanto intentar avanzar en su intrincado pensamiento se topó con la barrera de lo comercial y la mezcla resultó amarga. No siendo una mala película, sí contiene escenas que preferiría no recordar como ver a Hugh Jackman rapado levitando. Volvió al mundo real y rescató de un basurero a Mickey Rourke para dejarle a las puertas del Oscar. El Luchador era humana, terrenal y sincera. Aronofsky preparaba la parte tangible de su siguiente obra explorando una vez más los límites del cuerpo humano y la lucha continua con nuestra propia mente. Con lo aprendido por el camino, ha decidido mezclar toda su locura interior con la vida real y el resultado es una historia terrorífica, impactante y perfecta.

Cada plano de Cisne Negro es tan cierto como imaginario. Tonos planos y oscuros esconden otros rugosos que se transforman en brillantes rojizos. Todo esto ocurre a tu alrededor pero cuando fijas la vista ya no está, todo ha vuelto a la normalidad. Por el rabillo del ojo vuelves a notar movimiento, ahora son puntas afiladas, más oscuras que el negro y tan duras como flexibles. Pero, de nuevo, al mirar no hay nada. Aronofsky nos engaña continuamente mostrándonos con calma y naturalidad escenarios urbanos que en cualquier momento pueden volverse pesadillas infernales para volver a su estado normal en cuanto intentemos comprender que ocurre. La mezcla de imagen real y pequeñas modificaciones digitales es perfecta durante toda la película. La crudeza con la que nos muestra lo más bello convirtiéndose en lo más oscuro pero sin perder un ápice de su belleza es indescriptible. 

Con el sonido pasa exactamente igual. Ruidos cotidianos se transforman en susurros y risas continuas que te sumergen aun más en la constante paranoia que presenta la película. Los sonidos urbanos dicen tu nombre y te llaman. Se ríen de ti constantemente hasta que prestas atención y claro, no era nada.

La banda sonora que nos va atrapando a cada momento corre a cargo de Clint Mansell, un imprescindible de Aronofsky que todos recordareis por su genial trabajo en Réquiem por un Sueño. El montaje musical de Mansell consiste en esta ocasión en ir introduciendo en nuestra mente la inmortal composición de Tchaikovsky hasta tal punto que no sabes si en algún momento se deja de oír El Lago de los Cisnes o tu mente ya a entrado en un bucle infinito y perfecto.

Multiples prismas siempre visibles
La trama es sencilla. Nina, bailarina profesional de ballet, consigue el papel de prima ballerina en una nueva adaptación de El Lago de los Cisnes. En esta versión el director, Thomas Leroy, pretende reducir la historia a su esencia buscando los sentimientos de sus bailarines en su estado más puro. Para ello, pretende que Nina sea el cisne blanco, una princesa delicada, perfecta y enamorada y, a la vez, interprete al cisne negro, gemela de la princesa y ejemplo de traición, tentación y lujuria. Con una técnica perfeccionada durante años, no tiene problemas con la parte más bondadosa, pero el cisne negro se presenta como un reto. Las exigencias de Leroy  aumentan cuando Lily, una impulsiva bailarina llegada de San Francisco, comienza a personificar todo lo que Nina necesita para dejarse llevar y convertirse en su propio alter ego. La tensión entre las dos y los problemas con el director aumentan por momentos y la realidad parece irse torciendo poco a poco. La madre de la protagonista tampoco ayuda ya que solo quiere lo mejor para su hija, es decir, la perfección absoluta en su disciplina como bailarina profesional. Poco a poco Nina se sale de la rutina casi ritual que guiaba su vida y experimenta lo necesario para encontrar esa parte oscura de la que habla el director. Pero claro, su mente puede jugarle malas pasadas si abre de golpe esa puesta que ha permanecido cerrada toda su vida. Lo negro sale con fuerza y puede apoderarse de lo blanco.

No solo se vive de ballet
Natalie Portman a merecido el Oscar tres veces, le han nominado dos y en esta se lo va a llevar.  Desde su papel en El Profesional (Léon) con 12 años, ya merecía la estatuilla. En 2004 Cate Blanchett se le cruzó en el camino y se quedó sin premio pese a su portentosa interpretación en Closer. Pero esta vez, tras diez meses de ensayos, un año a base de lechuga y zanahorias y una capacidad mental para soportar la complejidad de un guión imposible, parece que se han dado cuenta de que le va tocando. Es tan tierna al principio como perturbadora según se va transformando. Cuando se cruza con su otro yo oscuro por la calle, parece que estás viendo a dos actrices diferentes. Cuando pelea con ella misma, no resulta extraño, se te olvida que esas dos personas que estás viendo, son la misma. Su transformación es tan radical, que es imposible no asumir ciertas manías del personaje como propias de ella misma durante un rodaje bizarro y agotador. Resumiré diciendo que es una de las cinco mejores actrices en la actualidad.
Transformación
Mila Kunis es Lily, la bailarina apasionada e imprecisa que vive la vida y pretende usurpar el puesto de Nina si es posible. En algunos resúmenes la presentan como el cisne negro y eso no es del todo cierto, en la película como en la trama que lleva a cabo, el cisne negro es Natalie Portman todo el rato. Mila Kunis solo es un resorte más aunque indispensable. Su energía y seguridad al actuar vuelven a confundir la vida real con lo imaginario, la ficción con el set de rodaje. Sus escenas junto con la protagonista son impagables.
Vincent Cassel es Thomas, director de la compañía y guía de Nina en su turbulento viaje al lado oscuro. Cassel vuelve a interpretar a un hombre algo impulsivo y convencido de su capacidad para sacar lo mejor de cada uno. Aun no se han oído rumores interesantes del actor durante el rodaje. Para el que no lo sepa, digamos que tiene fama de ser aun más violento y áspero que los personajes que interpreta.
Barbara Hershey es la madre de Nina que ve con impotencia como su hija se está transformando en algo horrible pero no puede hacer nada.
Winona Ryder es la antigua estrella de la compañía y la encargada de terminar de estresar a la ya incontrolada protagonista.
El maquillaje es otro punto fuerte de la película
Si tengo que destacar alguna escena de la película no sabría por donde empezar. El pasillo de la estación, la discoteca, la noche de después, la lucha en el camerino, la actuación final… es imposible. Hay películas que se comparan con estar en una montaña rusa. Cisne Negro es la subida los primeros minutos y luego la primera caída de la atracción durante una hora y media.

Aronofsky vuelve por tanto a contarnos hasta que punto una persona puede destruirse a sí misma para llegar a ser lo que desea. Y lo hace transformando una película de ballet, superación y competencia, en una cinta psicodélica, intrigante, sexual y hasta terrorífica en muchas ocasiones. Un viaje increíble del que disfrutar en una sala de cine, a oscuras, preferiblemente a solas para poder salir cuando todo termine y encontrarte en la ciudad de noche, con las sombras y los ruidos que te siguen, meterte en el metro y salir un par de paradas antes de la tuya, en una estación vacía y así, poder cruzarte contigo mismo.
Genial colección de carteles
Aquí tenéis el tráiler. Os gustará si queréis ver que pasa si mezcláis Réquiem por un Sueño, Eyes Wide Shut y ponéis tanto al Dr. Jekyll como a Mr. Hyde unas puntas y un tutú. El ballet ya no es para nenas, es peligroso, da miedo y es rematadamente sexy. Un 10.

P.S.: Me es imposible no añadir este sketch del Saturday Night Live de hace una semana donde Jim Carrey hace de las suyas.

10 comentarios:

  1. como para no verla.Estoy deseando que llegue elmomento. Espero disfrutar, aunque solo sea la mitad que tú.

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  2. Menudo peliculón! es increíble como nos hace creer que Natalie es únicamente un cisne blanco, lleno de pureza y pulcritud, cuando verdaderamente lo que esconde en su interior es la oscuridad y excentricidad propia del cisne negro.

    Muy buena critica

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  3. Mi amor!! pero bueno, es que quiero verla YA!
    quiénes son esos anónimos? ya tienes followers! ajaja

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  4. NOOOOOOOOOOOOOOOOo
    Que has hecho?!?! Ahora cuando vea la peli pensaré en Jim Carrey!!!

    Que por cierto, es mi actor favorito... y eso explica muuuchas cosas XD

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  5. Una crítica tan buena se merece una buena película. Hay que rener fe.

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  6. esta peli promete.

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  7. Hoy he visto cisne negro, quiero verla de nuevo.

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  8. tio que peliculón.Me ha gustado un monton.Me estoy acostumbrando a leer críticas. La tuya me animó a ver esta peli, que por mi no hubiese entrado a verla en la vida.

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  9. PERFECTA. No me sale nada más que "per-fec-ta".

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