Hoy he visto Cisne Negro (Black Swan), una de dualidad, obsesión, locura y ballet.
Natalie se rompe |
Genialidad del neoyorkino Darren Aronofsky y ya lleva unas cuantas. Empezó con una locura matemática llamada Pi, Fe en el Caos y supuso que todos los cinéfilos fijásemos en él nuestra atención para saber que vendría después. Pues nada más y nada menos que Réquiem por un Sueño, la hermana oscura de Trainspotting. Sublime y tenebrosa a partes iguales, conservaba la esencia de su opera prima y mejoraba su carta visual. Después le tocó el turno a La Fuente de la Vida y parece que de tanto intentar avanzar en su intrincado pensamiento se topó con la barrera de lo comercial y la mezcla resultó amarga. No siendo una mala película, sí contiene escenas que preferiría no recordar como ver a Hugh Jackman rapado levitando. Volvió al mundo real y rescató de un basurero a Mickey Rourke para dejarle a las puertas del Oscar. El Luchador era humana, terrenal y sincera. Aronofsky preparaba la parte tangible de su siguiente obra explorando una vez más los límites del cuerpo humano y la lucha continua con nuestra propia mente. Con lo aprendido por el camino, ha decidido mezclar toda su locura interior con la vida real y el resultado es una historia terrorífica, impactante y perfecta.
Cada plano de Cisne Negro es tan cierto como imaginario. Tonos planos y oscuros esconden otros rugosos que se transforman en brillantes rojizos. Todo esto ocurre a tu alrededor pero cuando fijas la vista ya no está, todo ha vuelto a la normalidad. Por el rabillo del ojo vuelves a notar movimiento, ahora son puntas afiladas, más oscuras que el negro y tan duras como flexibles. Pero, de nuevo, al mirar no hay nada. Aronofsky nos engaña continuamente mostrándonos con calma y naturalidad escenarios urbanos que en cualquier momento pueden volverse pesadillas infernales para volver a su estado normal en cuanto intentemos comprender que ocurre. La mezcla de imagen real y pequeñas modificaciones digitales es perfecta durante toda la película. La crudeza con la que nos muestra lo más bello convirtiéndose en lo más oscuro pero sin perder un ápice de su belleza es indescriptible.
La banda sonora que nos va atrapando a cada momento corre a cargo de Clint Mansell, un imprescindible de Aronofsky que todos recordareis por su genial trabajo en Réquiem por un Sueño. El montaje musical de Mansell consiste en esta ocasión en ir introduciendo en nuestra mente la inmortal composición de Tchaikovsky hasta tal punto que no sabes si en algún momento se deja de oír El Lago de los Cisnes o tu mente ya a entrado en un bucle infinito y perfecto.
Multiples prismas siempre visibles |
No solo se vive de ballet |
Transformación |
Vincent Cassel es Thomas, director de la compañía y guía de Nina en su turbulento viaje al lado oscuro. Cassel vuelve a interpretar a un hombre algo impulsivo y convencido de su capacidad para sacar lo mejor de cada uno. Aun no se han oído rumores interesantes del actor durante el rodaje. Para el que no lo sepa, digamos que tiene fama de ser aun más violento y áspero que los personajes que interpreta.
Barbara Hershey es la madre de Nina que ve con impotencia como su hija se está transformando en algo horrible pero no puede hacer nada.
Winona Ryder es la antigua estrella de la compañía y la encargada de terminar de estresar a la ya incontrolada protagonista.
El maquillaje es otro punto fuerte de la película |
Aronofsky vuelve por tanto a contarnos hasta que punto una persona puede destruirse a sí misma para llegar a ser lo que desea. Y lo hace transformando una película de ballet, superación y competencia, en una cinta psicodélica, intrigante, sexual y hasta terrorífica en muchas ocasiones. Un viaje increíble del que disfrutar en una sala de cine, a oscuras, preferiblemente a solas para poder salir cuando todo termine y encontrarte en la ciudad de noche, con las sombras y los ruidos que te siguen, meterte en el metro y salir un par de paradas antes de la tuya, en una estación vacía y así, poder cruzarte contigo mismo.
Genial colección de carteles |
como para no verla.Estoy deseando que llegue elmomento. Espero disfrutar, aunque solo sea la mitad que tú.
ResponderEliminarMenudo peliculón! es increíble como nos hace creer que Natalie es únicamente un cisne blanco, lleno de pureza y pulcritud, cuando verdaderamente lo que esconde en su interior es la oscuridad y excentricidad propia del cisne negro.
ResponderEliminarMuy buena critica
Mi amor!! pero bueno, es que quiero verla YA!
ResponderEliminarquiénes son esos anónimos? ya tienes followers! ajaja
NOOOOOOOOOOOOOOOOo
ResponderEliminarQue has hecho?!?! Ahora cuando vea la peli pensaré en Jim Carrey!!!
Que por cierto, es mi actor favorito... y eso explica muuuchas cosas XD
Una crítica tan buena se merece una buena película. Hay que rener fe.
ResponderEliminaresta peli promete.
ResponderEliminarññiiiiiii
ResponderEliminarHoy he visto cisne negro, quiero verla de nuevo.
ResponderEliminartio que peliculón.Me ha gustado un monton.Me estoy acostumbrando a leer críticas. La tuya me animó a ver esta peli, que por mi no hubiese entrado a verla en la vida.
ResponderEliminarPERFECTA. No me sale nada más que "per-fec-ta".
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