Luces Rojas (Red Lights)

Hoy he visto Luces Rojas (Red Lights), una de descreídos, falsos médiums y sospechas paranormales.

Un composición más científica que mágica

Soy un fan absoluto de Rodrigo Cortés y no sé hasta qué punto eso puede ser bueno a la hora de juzgar su última película. Por un lado puede que sea algo benevolente porque fui al cine sabiendo que lo que iba a ver me iba a gustar, pero por otro, las ganas y la expectación eran tales que la decepción era el resultado más probable. Por todo esto ruego a mis lectores, ilustres y bondadosos todos, que me perdonen si no consigo alejarme lo suficiente de esos dos caminos y centrarme en la objetividad que busco. De todas formas no existe un mundo más subjetivo que el de la crítica de cualquier expresión artística por lo que, realmente, todo este párrafo está de más.

Para el que aun no lo conozca, Rodrigo Cortés es un realizador gallego y una de las figuras más importantes de la dirección cinematográfica patria. Cuenta con varios cortos, no os perdáis 15 Días y Dirt Devil, y dos geniales largometrajes que le valieron la fama tanto de modo nacional, Concursante, como en la industria norteamericana, Enterrado (Buried). Gracias al éxito de la segunda, pudo contar con el increíble reparto de Luces Rojas y con una libertad creativa total que hace que el resultado final sea especialmente personal.

Silver, el mentalista ciego

La trama nos cuenta cómo dos investigadores, la doctora Margaret Matheson y su ayudante Tom Buckley, se encargan de destapar la verdad detrás de diversos sucesos paranormales y el fraude de supuestos médiums y mentalistas. Realizan su trabajo sin demasiados problemas a pesar de la escasa subvención que reciben pero todo se frena cuando reaparece Simon Silver, un afamado psíquico que parece no utilizar ninguno de los trucos conocidos para sus proezas.

La doctora descreida

Uno de los muchos puntos fuertes de esta película es su reparto. Sigourney Weaver es la doctora Matheson y realiza una interpretación digna de la actriz. Desprende un magnetismo que hace que se apodere de cada plano en el que aparece. Puede que sea la mejor actuación de la neoyorquina en mucho tiempo, algo que también se puede atribuir al magnífico Robert De Niro. Creo que Cortés le ha regalado a uno de los mejores actores de la historia su papel más interesante desde hace una década. La película está plagada de escenas magníficas pero las más impactantes pertenecen a un De Niro oscuro, poderoso y, sencillamente, acojonante.

El alumno aventajado

La película se la reparten en dos segmentos Weaver y De Niro pero el nexo de unión entre estas dos gigantescas leyendas es el inquietante Cillian Murphy, el de 28 Días Después y el espantapájaros en el universo Batman de Nolan. Murphy hace un trabajo preciso como hilo conductor de la historia y carga con el peso del protagonista de un modo elegante y enigmático. Su personaje explica que somos nosotros los que hacemos posibles las ilusiones porque miramos donde quiere el mago para dejar que los trucos funcionen. Su trabajo es guiar nuestra vista a las manos del ilusionista justo en el momento en el que el resto de crédulos está mirando el conejo que asoma descaradamente del sombrero, pero claro, si nos dejamos llevar por sus consejos también estamos obedeciendo ordenes y no pensamos por nosotros mismos. Volvemos a fijar la vista exactamente donde alguien quiere que lo hagamos.

La enchufada

Cabe destacar también la interesante actuación de Elizabeth Olsen, la hermana menor de las famosas gemelas, y el siempre magnífico Toby Jones, uno de esos secundarios imprescindibles que tienen siempre más de una película en cartel (ahora también en El Topo y Mi Semana con Marilyn). Leonardo Sbaraglia, que fue el prota de Concursante, tiene un divertido papel como uno de los falsos videntes que son desenmascarados.

Luces Rojas es un thriller de enigmas, un género de complicado a la hora de mantener el ritmo. Por eso valoro aun más el genial montaje de esta película que se permite momentos de recreación visual sin perder el control de la historia. Y es que al final es como un gran número de magia, todo lleva un hilo conductor pero disfrutamos de poderosos trucos individuales. Cada uno tiene su encanto pero si tengo que elegir me quedo con dos.

La ciencia investiga a la paraciencia

El primero es la visita solitaria a Silver tras una línea de sal protectora. La escena empieza recordando al oráculo de Matrix Reloaded pero en cuanto se traspasa la puerta entramos en un escenario de David Lynch en el que De Niro parece por primera vez vulnerable y, de un modo extraño, aun más omnipotente que nunca.

El segundo es ese momento documental en el que vemos directamente el video grabado durante el estudio científico de las capacidades de Silver. No sé si a Cortés le gusta Perdidos (hay otro detalle con un cartel de fondo que puede ser un homenaje) pero desde luego ese momento de la peli seguro que entusiasma a J.J. Abrams.

Científico creyente

Si sigo hablando de directores y películas a las que me ha recordado no puedo evitar hablar de Christopher Nolan. Por un lado, por las atractivas similitudes con la genial El Truco Final. Por otro porque creo que como a Nolan en Origen, a Cortés se le ha ido un poco la mano con el final del guión. Los giros narrativo continuos son agradables y consiguen el efecto de atención de la audiencia que el director pretende pero la ultima sorpresa, el golpe Shyamalan, puede dejar descontento a más de uno. Aun así creo que la finalidad de la película se consigue con creces, si vas con seis amigos al cine habrá siete opiniones a la salida y, al día siguiente, seguiréis dándole vueltas al asunto. Ese es el mejor truco de Cortés.

En cuanto a los homenajes y referencias reales al mundo de los efectos mágicos no puedo hablar demasiado, no soy un experto en la materia, pero como rosaventero de pro no me resisto a la tentación de nombrar a gran Manuel Carballal como uno de los consejeros ilusionistas del equipo.

En definitiva, una película que ninguno se arrepentirá de ver. Un espectáculo de ilusionismo que desconcertará al principio pero que abrirá muchas mentes. Un viaje a la crítica escéptica no negacionista y a pensar por uno mismo y, en los tiempos que corren, esto es increíble. No os creáis nada amigos.

Nada que añadir

Aquí el tráiler. En la desagradable comparación que hago siempre al final diré que en conjunto es más flojita que El Truco Final pero mucho más interesante que El Ilusionista. Un 8.

P.D.: Este es uno de esos detalles que cuando se cuentan se siente vergüenza de ser tan friki pero lo tengo que soltar: Los fans de Expediente X recordamos con cariño el poster que tenía Mulder en su despacho donde aparecía un supuesto OVNI junto a la leyenda I want to believe (Quiero creer), pues bien, en el despacho de la doctora Matheson vemos el mismo poster pero con la frase “I want to understand” (Quiero entender).

P.P.D.: Esto ya es masoquismo nerd pero acabo de darme cuenta de otro detalle que une a Nolan con Cortés a parte de tratar temas relacionados con el ilusionismo y haber trabajado con Cillian Murphy, tanto en Luces Rojas como en El Caballero Oscuro hay un truco de magia con un bolígrafo. En fin ya me acuesto...