20/9/12

Mátalos Suavemente (Killing Them Softly)

Hoy he visto Mátalos Suavemente (Killing Them Softly), una de ajustes de cuentas entre mafiosos reguleros.

El cartel es una chulada
Vuelta a la dirección de Andrew Dominik tras la genial El Asesinato de Jesse James por el Cobarde Robert Ford. En esta ocasión deja el "no tan viejo oeste" para pasarse a los bajos fondos, las timbas de poker, los robos a dos bandas y las matanzas con estilo.

El guión, firmado también por Dominik, se basa en Cogan's Trade,  una novela de George V. Higgins de 1974. Cuenta la historia de varios delincuentes de poca monta y de otros tantos con algo más de poder. Todos están unidos por el tipo contratado para asesinar a los que se pasan de la raya.

Dime, a quien tengo que matar
Brad Pitt es ese tipo y rezuma chulería por todos lados. Es tan despiadado como su Aldo Raine de Malditos Bastardos pero con el autocontrol y la capacidad de planificación de su personaje de Moneyball: Rompiendo las Reglas. James Gandolfini hace de un Tony Soprano absolutamente acabado y protagoniza una de las escenas con mas fallos de raccord de la historia del cine. Richard Jenkins es el contacto y Ray Liotta vuelve al mundo de Uno de los Nuestros y termina igual que en los noventa. Scoot McNairy y Ben Mendelsohn son los ladrones desastrosos que la lían parda.

La estética fría y mojada de la película introduce rápidamente al espectador en el mundillo que pretende plasmar el director. El uso de la música, el montaje entrecortado y la cámara lenta se agradece. Puede que por inexperiencia o juventud, pero a Dominik no se le ve cansado de su trabajo y se esfuerza por entretener visualmente.

Ray Liotta aguantando el tirón
Lo malo es que todo esto no encierra una gran historia, ni siquiera una buena. La trama es normalita y el ritmo discontinuo entusiasmará a algunos y dormirá a otros. Digamos que es una película de escenas. Por separado hay muchas geniales pero el conjunto forma una película algo mediocre que por su esfuerzo visual puede parecer pretenciosa.

Por otra parte, la trama transcurre con Obama como un personaje más ya que sale continuamente en la televisión y la radio. Si todo esto es para que Pitt diga su discurso final sobre Jefferson, menuda chorrada. Si hay algún otro mensaje que se me escapó, a parte del hecho de que esto de hunde, pues muy bien.
Tony no pierde peso
Aquí el tráiler. Es como si Quemar Después de Leer la hubiese dirigido David Fincher al principio de su carrera, es decir, no hace gracia, es violenta y tiene su punto. Un 7.

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