7/9/12

Prometheus

Hoy he visto Prometheus, una sobre la creación, el descubrimiento y el principio del fin.

El cabezón
Hay quien dice que Ridley Scott ya tocó techo, que a su edad y con una carrera como la suya lo único que puede hacer es bajar su nota media. Por si fuera poco, la noticia de que el bueno de Ridley barruntaba secuelas de dos de sus películas más importantes, Blade Runner y Alien, El Octavo Pasajero, ayudaba a defender la teoría de los que opinaban que el inglés se había quedado sin ideas.

Puede que por todos estos comentarios o puede que solo porque le da la gana, Scott no ha presentado una secuela. Ni siquiera es una precuela al uso. Desde que empezó el rodaje de Prometheus toda la información que daba el director es que pese a ambientarse en el amplio universo de Alien, la película contaría otra historia. Pues bien:

Trajes espaciales bien chulos
El argumento nos presenta a un equipo de investigación de la empresa Weyland Industries que se dirige a un extraño planeta. El motivo del viaje es descubrir por qué varios pictogramas de diferentes civilizaciones encontrados en la tierra parecen señalar ese punto del espacio en concreto. Al llegar allí descubren muchas cosas pero claro, no todas buenas.

Estos dos tienen su momento
Noomi Rapace, la Lisbeth Salander de la versión original de Millennium, es la encargada de interpretar a la científica de la expedición. La alargada sombra de Sigourney Weaver no le va a permitir muchos halagos, bueno eso y que no hace un trabajo especialmente brillante. Logan Marshall-Green es su compañero de fatigas y su interpretación es neutra, aséptica, ni buena ni mala. De hecho se puede decir lo mismo de casi todos. Charlize Theron, Idris Elba y compañía están todos normales pero la ineficacia de un guión que no trata bien a sus personajes impide que ninguno se luzca.

Sin embargo hay dos excepciones. La buena es David, el robot de la compañía interpretado por el inconmensurable Michael Fassbender. Su porte, inexpresión expresiva, tempo y los cariñosos guiños a Lawrence de Arabia hacen que este sea el único personaje inolvidable de la película. Fassbender hace un trabajo estupendo pero reconozco que el acierto está en que está bien escrito y el resto de caricaturas que pululan por la nave no apetecen.

Analizando
La otra excepción en el reparto es un desastre absurdo y atado a una moda ridícula que espero que pase pronto. El despropósito recae sobre Guy Pearce pero no le hecho la culpa a él, si no al tipo que pensó que en vez de contratar a un actor anciano para interpretar a un anciano, lo mejor era ponerle una pizza en la cara a alguien más joven. El maquillaje es tan malo que asusta. Es como el de Brad Pitt en El Curioso Caso de Benjamin Button si se hubiese ido de copas con Robert Downey Jr. en los noventa y después de una noche loca le tocase grabar. Más tarde he leído que esto se hizo para rodar con Pearce uno de los geniales virales que promocionaron la peli (los tenéis todos un poco más abajo), vale, pero no pasa nada por poner al jovenzuelo en el viral y a otro actor haciendo de él de abuelete y aquí no pasa nada. Es más, el actor que Scott tenía pensado para este papel era Max von Sydow, todo un veterano que daría a la peli un aroma a clásico que le vendría al pelo. En fin, cosas de la industria.
El panel de mandos
En cuanto a la realización, y dejando a un lado la inexistente dirección de actores, el papel de Ridley Scott es el de un tipo que sabe lo que hace, que replanteó las estructuras del género en su día y que ahora se encuentra cómodo con lo que hace. Puede que el problema sea que está demasiado cómodo, por eso no ofrece nada realmente novedoso y eso habrá decepcionado a muchos. Aun así, el aspecto de la película es impecable y es una gozada volver a ver ciencia ficción de verdad con las capacidades tecnológicas de ahora intercaladas perfectamente con grandes decorados.

Pasándolo malamente
La banda sonora es mucho menos interesante de lo que cabría esperar. No sé muy bien por qué han decidido darle toda la confianza del mundo al aun inexperto Marc Streitenfeld que crea un par de temas muy sugerentes pero que no terminan de casar con las imágenes. Hay momentos de tensión en los que le vendría muy bien algo más épico y oscuro y no el tema principal que repite en varias ocasiones y que recuerda a algún momento feliz de Star Trek. Y es una pena porque como banda sonora está bien pero no me cuadra con esta película. Puede que sea de estas cosas que mejoran con el tiempo.

David ¿por qué sabes tanto?
Y antes de pasar a los spoilers, decir a los que aun no habéis visto la peli y no queréis saber nudos de la trama que sí, lo que habéis oído es cierto, el argumento es una locura y el guión de Jon Spaihts y Damon Lindelof está lleno de chorradas. Lo reconozco con todo el dolor de mi corazón. También es cierto que esto ocurre en todas mis pelis favoritas de la buena ciencia ficción de los ochenta pero vamos, algo teníamos que haber aprendido ya. Por otro lado, a todos los que solo se quejan de la cantidad de incógnitas que deja la peli, eso no es un error. La intención de Scott era hacer un largometraje de cinco horas y claro, eso no está permitido, así que dividió la trama en dos pelis. En una se presentarían las preguntas y en otra las respuestas. Por eso Prometheus no es la precuela, si no la precuela de la precuela de Alien, El Octavo Pasajero. Y ahora sí, paso a los spoilers.

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Lucha libre
Qué difícil es todo es este universo. Antes había una reina que ponía un huevo y de este salía un abrazacaras. Si te pillaba te fecundaba y después te salía de la tripa un bichín muy mono con sombrero que en pocas horas era un alien hecho y derecho. Si el abrazacaras en cuestión pillaba a un perro, el alien iba a cuatro patas. Si lo que se tiraba era a un Predator, pues tenías un Pred-Alien. Bueno esto ultimo vamos a sacarlo que no es del universo canónico.

Pero claro llega Prometheus y ¿qué tenemos?. Pues un líquido negro que al contacto con gusanos crea lombrices carnívoras que al comerse a un señor crea un zombie que se transporta a sí mismo en forma de paquete. Eso por un lado. Por el otro, el liquido entra en contacto directo con un humano y lo deja pochísimo pero si tiene relaciones con alguien, la afortunada engendra en cuestión de horas a un pulpo que se transforma en una sepia mostruosa que al entrar en contacto con un “arquitecto” pasa a ser un alien con pico ¡ANDA YA!

Lisbeth está perdida
Otro de los grandes problemas del argumento es el conocimiento desmesurado de David. ¿Cómo sabe tanto de los “arquitectos”? Vale que lleva todo el viaje asimilando lenguajes antiguos, fin. Gracias a eso no puedes conocer su lengua, su escritura, teclear en la pared, conversar con el calvo antes de que te zurre, tocar los huevos luminosos y la flauta mágica… David lo sabe todo. Sabe que hay más naves, sabe (supuestamente gracias a un vistazo del holograma) donde está el mundo de los calvos y la verdad es que hasta sabe que decirle al Dr. Manhattan para que, después de siglos de letargo, lo primero que haga sea arrancarle la cabezota de robot que tiene.

Hay muchas más dudas pero hay aun más blogs que se preguntan lo mismo y otros cuantos que intentan dar las respuestas. Si queréis algo en concreto preguntad y yo os busco solución aunque ni yo mismo me la trague.
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Tras un duro parto
En definitiva, Prometheus es solo la mitad de una historia, la primera mitad del comienzo de la saga que tantas horas de felicidad nos ha dado. Un buen comienzo, más que nada porque da gusto ir al cine a ver ciencia ficción a lo grande, que últimamente era algo imposible. No es la película perfecta que esperábamos gracias al hype creado por la impresionante campaña de publicidad, pero creo que sí que es una gran obra de género que será valorada en su totalidad cuando pasen unos años y cuando se estrene su conclusión y enlace con los que todos queremos que enlace.

El blanquito
Y como Prometheus quiere ser más grande lo que de momento parece que es, me voy a permitir dos listados para que esta review también parezca más completa aunque no lo sea. Primero las pelis canónicas de este universo (con vuestro permiso paso de las uniones con Predator).


Y ahora para vuestros ojitos los llamados "Archivos de Peter Weyland", geniales virales que no forman parte de la peli y que están dirigidos por Jake Scott, el hijo del jefe. De nada.

El planetario
Aquí el tráiler. Una gozada si te mola la ciencia ficción sin reparos y te dan igual las lagunas argumentales. Recuerda que esta es la peli de las preguntas, la de las respuestas vendrá en unos años. Un 8’25.

1 comentario:

  1. Esto sí que tienes que explicármelo.
    La gente está disgustada de verdad y yo acabé la película sin saber qué pensar.

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