19/1/13

Django Desencadenado (Django Unchained)

Hoy he visto Django Desencadenado (Django Unchained), una sobre el sur, el oeste, el amor y la venganza.

Menudas gafas guapas
No puedo ser objetivo y no voy ni a intentarlo. No sé qué tiene Tarantino que cada película suya supone una nueva muesca en mi revolver de obras de arte. Cada estreno marca el calendario y rellena mi abarrotada estantería de material cinéfilo. Podría decirse que soy más papista que el Papa porque, en una entrevista reciente, el bueno de Quentin reconoció que, gustándole mucho, Death Proof es su peli más floja y la línea que se ha marcado para no cruzar. A mi eso me parece una tontería, Death Proof es un peliculón y ninguna de sus películas es la más floja y punto. Me apasiona el séptimo arte y supongo que esa es la causa, Tarantino es la pasión por el cine hecho persona. Por eso esta crítica estará repleta de elogios y cargada de amor por las películas, que eso es lo que cuenta.

Django Desencadenado nos sitúa en el sur de Estados Unidos poco antes de su Guerra Civil. King Schultz, un cazador de recompensas alemán, libera a un esclavo llamado Django y juntos cruzan el país recolectando cuerpos de fugitivos. Tras una fructífera temporada, los dos hombres intentarán recuperar a Broomhilda, la mujer de Django, de las garras de un tiránico esclavista.

Vendetta!
Jamie Foxx es el protagonista de esta merecida venganza. El director ya lo dijo, este personaje viene a ser el tátara tatarabuelo del Shaft de Las Noches Rojas de Harlem. Es inculto, que no tonto, y sabe exactamente lo que quiere. Foxx no destaca entre sus compañeros pero no porque lo haga mal, si no porque el resto están aun mejor interpretados.

Y es que a su lado está el ganador de un Oscar, Globo de Oro, y lo que se le ponga por delante, Christoph Waltz. El austriaco es tan convincente que parece que lleva toda la vida siendo ese personaje veterano que acoge a un novato para enseñarle todo lo que sabe. Claro que cuando era Hans Landa también nos convenció de ser un despiadado cazador de judíos y en Un Dios Salvaje estaba claro que lo que es este tipo es un agotado padre y esposo. Todo esto se debe a la calidad interpretativa de este genio que nos regala otro personaje para el recuerdo.

El dentista educado
El tercero en esta ecuación es un Leonardo DiCaprio que ya no tiene nada que demostrar. En su afán por despegarse de su etiqueta de forracarpetas mojabragas, DiCaprio prueba en esta ocasión con un villano negrero, algo muy peliagudo en su tierra. Puede que por esto la tensión en el rodaje fuese tal que no han faltado desencuentros tanto con Foxx como con Tarantino. El caso es que su personaje está bien construido y su desenlace, con homenaje a Salario Para Matar incluido, es impecable.

El tapado en esta ocasión es el siempre genial Samuel L. Jackson, que al no presentarse como protagonista pensaba que su papel consistiría en un cameo como en las últimas colaboraciones con el director. Nada más lejos de la realidad, es más, me molesta que no esté junto a los otros tres en el cartel y junto a Watlz en las nominaciones. Mucho se habla de la ausencia de DiCaprio, que está bien, pero es L. Jackson el que se sale de lo normal y borda un cuidado personaje de esclavo con síndrome de Estocolmo.

Se le va el panchito
Kerry Washington es la sufrida Broomhilda y si no termina de lucirse es debido a las escasas frases que de su guión. Después de ella podría rellenar tres párrafos con nombres de secundarios tarantinianos y todos tienen un por qué o suponen un guiño a diferentes películas.

El más obvio es Franco Nero, el Django original de Corbucci, que comparte plano y conversación con el prota. Don Johnson y Jonah Hill protagonizan la escena más hilarante del film donde unos negreros deciden salir de caza con unos capuchones blancos que no terminan de ser útiles. Entre los amigos del dire están Zoe Bell, Michael Bowen, Robert Carradine, James Parks, Tom Savini, Michael Bacall y un papelito para el mismo Tarantino que se pone al lado del inconmensurable Michael Parks para parecer aun peor actor de lo que es.

Revisando los deberes
Desde su prólogo, con unos excepcionales títulos de crédito subrayados por el Django de Bacalov, la película huele a Tarantino por todas partes, es decir, llámalo guiño, homenaje o robo, el genio sabe lo que hace. La secuencia de la liberación inicial presenta a la perfección a los dos protagonistas pero, aun así, se permite pequeños momentos de conversación de hoguera donde se confirman las buenas intenciones de ambos. El resto de la película avanza sin complicaciones hasta la presentación de la trama principal habiendo entrado ya en el segundo tercio de la misma. Es decir, Quentin sigue un ritmo algo extraño para el cine actual pero que estaba muy presente en el western, más aun en el spaghetti western, al que está haciendo referencia formalmente. En cuanto a su argumento hablamos de un southern de esclavos y negreros puro y duro.

Kerry Washington es Broomhilda von Shaft
La banda sonora os la podéis imaginar. Ennio Morricone y Luis Bacalov por todas partes. De Morricone ha usado temas de Dos Mulas y Una Mujer que me parecen de entre los más emotivos compuestos por el italiano. De Bacalov ha tirado por sus colaboraciones con Sergio Corbucci. A parte encontramos temas de Jim Croce, Rick Ross, John Legend, Jerry Goldsmith, Elisa Toffoli y un remix de James Brown y 2Pac entre otros. Todo esto rematado con el magnifico Titoli de Le Llamaban Trinidad con el que cierra la película.

Referencias cinéfilas, todas. Desde las más esperadas por referirse a películas del género como otras sorpresas de regalo. Lo que el Viento se Llevó, Mandingo, Las Noches Rojas de Harlem, algún detalle que recuerda Battle Royale y mucha mitología germánica de la que se encuentra en El Anilo del Nibelungo. No me resisto a mencionar también esa referencia a La Naranja Mecánica cuando el cazarecompensas grita a una arpista que pare de interpretar a Beethoven para no asociarlo con un violento suceso que le ronda por la mente.

Samuel lo flipa
La fotografía de Robert Richardson sabe jugar al mismo juego y regala al espectador imágenes que huelen a quemado y a sudor. Las referencias en este apartado vuelven a ser inabarcables así como el montaje de Fred Raskin con poéticos flashback y atrevidos cartelones de los que no temía usar la difunta Sally Menke, encargada del montaje de todas las cintas de Tarantino hasta esta. Su accidental muerte supuso un duro golpe para el equipo y uno de los primeros problemas de la producción.

Don Johnson es Big Daddy
Y es que esta película ha estado cargada de mala suerte y rumorología de todo tipo. Para empezar, el papel protagonista estaba escrito para Will Smith y los representantes de este estaban encantados. El problema es que el protagonista de Wild Wild West anda más interesado en participar en pelis con y para sus hijos así que declinó la oferta. Creo que Jamie Foxx se lo agradecerá toda la vida. Kevin Costner tuvo que dejar el rodaje por problemas de agenda y fue sustituido por Kurt Russell, que terminó haciendo lo mismo. Su personaje, Ace Woody, fue eliminado del libreto por desesperación de Tarantino y creó desde cero al que finalmente da vida Don Johnson. Con su compañero de batallas, Jonah Hill, pasa algo parecido ya que hasta que el gordito gracioso se hizo con el papel, el cameo iba a ser muy diferente con propuestas como Michael Kenneth Williams, Sacha Baron Cohen y Joseph Gordon-Levitt. Todo el mundo estaba muy ocupado.

Western nevado
En cuanto a las peleas internas, todo se centró en torno a Leonardo DiCaprio que parecía estar algo subidito. Supongo que por eso, y tras no ser nominado, ha decidido darse un largo respiro del mundo del cine. Una vez estrenada, la polémica continuó con el pesado de Spike Lee diciendo que no vería una película donde se ridiculizase el tema de la esclavitud. Esto no ocurre en Django Desencadenado por supuesto, pero es que Spike Lee es de los que piensan que solo él puede tratar ciertos temas y ya se la lió a Tarantino cuando dijo que era un racista por usar muchas veces la palabra "negro" en Jackie Brown. Que todo saliese de la boca de Samuel L. Jackson no pareció frenarle. Pero en fin, tontos hay en todas partes.
Toma oeste
Ahora toca uno de mis listados pero no voy a ser previsible. Además no tendría sentido poner las pelis de este tipo cuando ninguna baja del 8’75 porque ya he avisado que su cine me llena de un modo religioso. Por eso, y aprovechando que Quentin también es de listas, os dejo con una suya pero con mis notas. Que conste que la última no la he visto porque no he sido capaz de encontrarla, si alguno lo consigue que me enlace por favor. Sin más, los veinte mejores spaghetti westerns según Quentin Tarantino:

3 - Django 7'0

En conclusión, Django Desencadenado es una magistral película de esclavistas en el oeste y una épica historia de venganza. Del mismo corte que Malditos Bastardos, esta no contiene escenas tan poderosas como las tres mejores de la peli de los judíos caza nazis pero, en conjunto, es más redonda.
Django Foxx vs. Django Nero
Aquí el tráiler. Segunda parte de su posible trilogía de la venganza junto con Malditos Bastardos y séptima película (Kill Bill es una) dentro de las diez con las que quiere retirarse. Si hacemos caso a todo lo que se cuenta, nos queda ver una tercera peli de asesinatos rabiosos, otro combo Kill Bill y una última película. Quentin dice que llegado a cierta edad es mejor dejar de dirigir. Espero que se confunda. Un 10.

7 comentarios:

  1. esta crítica es perfecta. te doy yo un 10 !! te dejo ser tan pelota, pero porque puedes!

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  2. jajaja he visto la entrevista, y parece dirigida por él mismo incluso. me ha encantado!

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  3. Me ha gustado eso de "imágenes que huelen a quemado y a sudor". Jodido Will Smith... Estaría liado dándose besos con Pablo Motos. Otro 10 a la crítica. Y a la peli.

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  4. no me queda nada que añadir. Buena crítica.
    Me has hecho un incondicional de Tarantino,estaba ahí pero yo no lo sabía.

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  5. dónde se puede ver la entrevista de la que habla Natalytan?

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  6. http://www.youtube.com/watch?v=wa-uYAqgv4U

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  7. Muy completa critica. La verdad yo esperaba mucho más de esta propuesta. Sinceramente no puedo decir que me ha gustado, es una película de drama o Wéstern dramático que tuvo expectativas muy altas las cuales no logró cumplir. Aún con todas sus desprolijidades, Django Sin Cadenas tiene sus momentos inspirados y disfrutables. Pero hay problemas de tono y el director es muy indulgente consigo mismo. El corazón de la historia es simplemente brutal, y la visión de la esclavitud es tan salvaje como descarnada; pero, por otro lado, toda esa crudeza contrasta con la liviandad de los pasos de comedia. Yo creo que aquí se precisaba un editor con sangre fría, alguien dispuesto a poner a Tarantino en vereda cortándole buena parte de los adornos y apretando los nudos del relato; como ello no ocurre, lo que tenemos es algo muy dispar, que siempre es disfrutable pero que carece de la precisión y efectividad que todos estábamos esperando de un director del calibre de Tarantino.

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