5/4/13

Efectos Secundarios (Side Effects)

Hoy he visto Efectos Secundarios (Side Effects), una sobre psiquiatras, medicamentos y depresiones oscuras.

El cartel está muy bien pero este es mejor
Parece que ahora sí es definitivo, Steven Soderbergh deja el cine. Lo de parece lo digo porque desde que anunció que se retiraba por las constantes luchas con los directivos, el norteamericano ha estrenado cinco películas y aun le queda una en la guantera que se verá solo en televisión, Behind the Candelabra. En los veinticuatro años de carrera desde el estreno de su glorificada Sexo, Mentiras y Cintas de Vídeo, Soderbergh ha dirigido casi una treintena de obras moviéndose del cine independiente inicial, al más comercial para ganarse el derecho a seguir experimentando con películas menores de autor. Es decir, es de esos que trabajando por encargo consigue un éxito de público para luego hacer lo que realmente quiere. El problema es que algunas le salen tan bien que no sabes en qué lado están y ese es precisamente el caso de Efectos Secundarios, compleja para ser comercial pero con interpretes de demasiado peso como para ser otro juguete del director.

Raruna raruna
La trama nos presenta a una mujer que pasa por una profunda depresión. Su marido acaba de salir de la cárcel tras cumplir una pena por un delito financiero y ella no encuentra el consuelo que esperaba. Su psiquiatra prueba en ella nuevos medicamentos de moda hasta que da con uno que parece calmar sus impulsos suicidas. Cuando se descubren los terribles efectos secundarios ya es demasiado tarde y la película se convierte en un oscuro thriller de secretos, juicios, mentiras y seducción.

Gigolo Joe con el agua al cuello
Rooney Mara es la joven protagonista. Tras su pequeño papel en La Red Social alguien debió fijarse en ella y logró convencernos en la versión americana de Millennium: Los Hombres que No Amaban a las Mujeres. En esta película consigue manejarse en el intrincado guión de Scott Z. Burns y llevar al espectador donde quiere. Sin necesidad de vestuario gótico, Mara da más miedo aquí que como investigadora radical con dragones en la espalda.

Amante esposo
Jude Law es el psiquiatra que se meterá en todo este lio. El actor tiene sus fans y detractores pero estos últimos lo tendrán difícil para conseguir una mala crítica por este trabajo. Law está espléndido como tipo perseguido que sabe que es culpable pero no del todo. Su escalda en la desesperación constituye prácticamente los dos últimos tercios de la película y no permite que el espectador separe los ojos de la pantalla un segundo.

Catherine Zeta-Jones está increíble como mala pécora de la historia y Channing Tatum, el esposo que vuelve de la trena, no molesta aunque sigue sin convencerme. Realmente no sé qué ha visto Soderbergh para enamorarse de él y darle papel en sus tres últimas películas.

Catherine mala pécora
La banda sonora de Thomas Newman es correcta, como todos los trabajos del compositor, pero le sigue faltando chicha. En anteriores películas del director de ritmo trepidante y puesta en escena aséptica, como Contagio, le confió el apartado musical a Cliff Martinez, alguien que se mueve en el tono ambiental tan bien como Newman pero con un toque más de personalidad que vendría perfecta.

Tensión total
En cuanto a la parte técnica, nada se le puede reprochar a Soderbergh. Guste más o menos su cine, el
director sabe dónde colocar la cámara, cuándo cortar para acelerar el ritmo y, en definitiva, cómo contar una historia. Gracias a esto la fotografía, montaje y ritmo de la película son perfectos y medidos al milímetro. Ojo, que se permite el cachondeo de indicar en los títulos de crédito que la dirección de fotografía es de un tal Peter Andrews y el montaje de Mary Ann Bernard, sus dos seudónimos habituales en estos apartados.

En conclusión, una historia aun más oscura de lo que parece al principio, contada con una pulcritud de consulta médica. Un acierto técnico y artístico en el que destaca el trabajo de los dos protagonista, el enrevesado pero contundente guión y el trabajo de cirujano de un realizador que parece colgar la bata.
Esas pirulas
Aquí el tráiler. Si se compara con obras de Soderbergh podría decirse que tiene algo de Contagio y un poco de The Girlfriend Experience pero realmente se parecería más a Las Dos Caras de la Verdad si la peli de Richard Gere fuese visualmente atractiva. Un 8.

2 comentarios:

  1. Woah, tenía ganas de verla pero no sabía si iba a ser un bodrio con sueños de grandeza o una peli buena.

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  2. Anónimo5/4/13 20:52

    Con todo lo que dices me han entrado muchas ganas de verla,luego volveré a ver tu crítica.

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