El fiestón |
Eso mismo piensa Leonardo DiCaprio y hace bien. El antaño forracarpetas se empeñó en ganar un Oscar y ha sabido arrimarse a quien debe.
El Lobo de Wall Street adapta la autobiografía de Jordan Belfort, un corredor de bolsa que en los 90 se convirtió en el paradigma del
bróker multimillonario y drogadicto. Sus vicios estaban a la altura
de sus cualidades como embaucador y estafador, características que le
permitieron llegar a lo más alto vendiendo bonos basura. Con el dinero llegaron
los excesos, las fiestas y una combinación de drogas, sexo y oficinas como
nunca antes había visto la humanidad.
El molar |
Barbie duquesa |
Pero claro, estamos hablando de una película de Scorsese, el tipo que consiguió hacerno creer que Ray Liotta era un actor prodigioso. La
capacidad para sacar jugo de sus intérpretes hace que, aparte de los dos ya
mencionados, el resto del reparto brille como nunca. No creo que el televisivo
Jon Bernthal vuelva a tener el magnetismo que posee en esta película ni espero
mucho de la carrera de Margot Robbie, una versión joven y pulida de Jaime Pressly, pero aquí dan la talla como los demás.
Mejores amigos |
Teniendo en cuenta que la historia era interesante, que el
guionista es Terence Winter, responsable de capítulos de Los Soprano y
Boardwalk Empire, y que el director y reparto es el que ya conocemos, muy mal
se tenía que dar lo demás para que esto no fuese una maravilla.
Esta escena es para estudiarla |
Y es que al revés de otros compañeros de oficio, que en sus
últimas obras se vuelven más conservadores, el genio de Queens parece
obsesionado con el trapicheo aquí y allá. Supongo que las sesiones de montaje
junto con su indispensable Thelma Schoonmaker deben ser autenticas clases
maestras de ruptura de reglas que ellos conocen mejor que nadie.
La conclusión de todo esto es que efectivamente, lo ha
vuelto a hacer, y otra vez de un modo completamente nuevo. El Lobo de Wall Street es una hipérbole de tres horas con un tempo perfecto y una locura
escrupulosamente medida. Una clase de cine en prácticamente todos sus ámbitos y
un pedacito de historia contemporánea. Así vivía uno de los más exaltados
estafadores neoyorkinos de los 90, esos que terminaron siendo
responsables del momento económico que está viviendo occidente en este momento.
Así se lo pasaron, ya que lo estamos pagando, vamos a verlo.
con lo que me gusta Leonardo! y con todo lo que has contado ,con ese entusiasmo y ahora vas y me dices que a mí no me va a gustar.
ResponderEliminar¡pues vaya!
I'm still high from this... No puedo dejar de pensar en lo genial que es...
ResponderEliminarLos cameos épicos de Spoke Jonze y Fran Lebowitz, los Gucci Horsebit loafers que llevan Leo y Hill. El Versace sin control de Robbie (y su desnudo!).