24/8/15

Aloha

Aloha, el salseo de la industria.

Taluego
De vez en cuando, Hollywood nos regala estas historias divertidas con las que reírnos de su propio tinglado. Aparecen en los rincones menos insospechados, como en este proyecto de Cameron Crowe, un tipo que cae bien en el sector y que, hasta ahora, no había tenido que luchar demasiado en sus modestas producciones. Cuando planeó esta ligera comedia romántica en Hawái, con la isla como telón de fondo y pretendiendo que su encanto inundase la trama, no podría imaginar la que se le venía encima.

Todo comenzó hace años, cuando el proyecto nació por primera vez y, tras los primeros compromisos serios, Ben Stiller y Reese Witherspoon desaparecieron misteriosamente alegando problemas de agenda repentinos. El pobre Crowe se puso a remodelar su guión para rejuvenecer a los protagonistas, algo que podría atraer a más público. Gran parte de los personajes que vemos a diario han sido pretendidos por otros artistas, esto no es nada nuevo, pero la rajada de sus dos estrellas tomó más importancia cuando hace unos meses, durante la filtración de datos tras el ataque informático a Sony, se desveló uno de los correos de Amy Pascal, mandamás de la empresa.

En aquel texto, Pascal cargaba con ganas contra la cinta. Además de decir que era un petardo en general, insistía en que Crowe no había cambiado nada, dejando claro que la discusión no empezaba ese día. No voy a volver a empezar una película cuando el guión es ridículo, se quejaba, no importa lo mucho que adore al director y los actores, nunca, bajo ningún concepto va a funcionar. Entre otras lindezas, también arremetía contra Scott Rudin, productor al que acusa de haber pasado del tema y no ayudar ni areglando el guión, ni en el set, ni en la sala de montaje. A Pascal le molestaba especialmente no entender grandes segmentos del argumento, especificando que lo del satélite no tiene sentido y forzando el corte de las secuencias con Bill Murray, que no parecía estar muy comprometido.

Pero ¿por qué no os gusto?
Con toda esta publicidad en la mochila, Aloha se venía abajo meses antes de su estreno. La puntilla la puso Emma Stone, muy a su pesar, cuando se descubrió que interpretaba un personaje con ascendencia china y hawaiana. La última Gwen Stacy, que es más blanca que la leche, sufrió un aluvión de críticas por las que terminó pidiendo perdón por haber aceptado el papel. El propio Cameron Crowe reconoció el error de casting y asumió toda responsabilidad.

Con el estreno llegaron las no por esperadas menos temidas críticas negativas. Todo lo filtrado hasta el momento era cierto, el estudio lo sabía y ahora no les quedaba otra que apechugar con el muerto. A España nos ha llegado discretamente, sólo hay una copia, LA COPIA, y parece que está obligada a ser olvidada.

Y si he contado todo esto es porque creo que es lo más interesante de este título, Aloha es una petardo. Floja, aburrida y sin carisma, nadie destaca, sólo podría salvar a Emma Stone, y sí, lo del satélite no termina de tener sentido en ningún momento pese a ser el mcguffin principal. Pero con todo lo ocurrido, ¿a quién le importa?

Cachondeo hablando de nominaciones
Aquí el trailer. Menos mal que el cotilleo industrial nos salva del letargo. Un 4'5.

1 comentario:

  1. Esta película es el primo algo mongolito de Liberad a Willy (1) y Silver Linings Playbook. Simplemente no entendí nada. Sólo podía pensar lo grande que era la boca de Emma y lo alto que era Krasinski.

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