Hoy he visto
Criadas y Señoras (The Help), una de negras currantes, blancas petardas y otros problemas raciales.
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Negras y blancas |
Tate Taylor dirige y firma el guión basado en una novela de
Kathryn Stockett. El estilo es sencillo y limpio. Se basa en el uso del drama para que sea exageradamente emotiva y así parecer un producto de mayor presupuesto. El caso es que al estar debidamente sazonado con gracietas, el resultado final es muy interesante y se puede disfrutar tanto por lo puramente dramático, como por su condición de comedia independiente.
El argumento nos cuenta como en los años 60 una joven blanca del sur de Estados Unidos, decide escribir un libro sobre las criadas negras. Al principio parece que estas son un poco reacias a contar los trapos sucios de sus señoras pero, poco a poco, van largando hasta plasmar una idea muy completa de su verdadera situación.
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Escritora aplicada |
Emma Stone, la que va a ser durante las siguientes décadas una de las mejores actrices de Hollywood, es la escritora blanca obsesionada por destapar la verdad. Mantiene alguno de sus guiños cómicos de anteriores películas pero, como siempre, crece y mejora su nivel interpretativo. Muy bien Emma ¡Muy bien!.
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Unos refrescos de cola |
Viola Davis y
Octavia Spencer están increíbles como las dos principales criadas.
Davis carga con la parte más dramática y
Spencer con la divertida pero juntas son la síntesis de un tragicomedia perfectamente equilibrada.
Bryce Dallas Howard es la mala malísima y lo hace muy bien porque con lo que me gusta generalmente, en esta peli da repelús.
Jessica Chastain hace de la tonta de turno de un modo absolutamente tierno.
Sissy Spacek tiene un pequeño pero divertido papel como madre pirada.
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Problemas vecinales |
Los papeles masculinos son secundarios e innecesarios. Hay cinco minutos que la peli deja de tener interés porque se pierde el tiempo explicando una relación absurda de la prota con un chico que no apetece nada. Como las novias en las pelis de superhéroes, me parece que la necesidad de incluir un personaje del sexo opuesto al mayoritario sobra.
En cuanto a al abuso de dramatismo, ya digo que es efectista pero efectivo. Algo de tristeza y música de pena con voz en off torturada nunca viene mal, y más si en la siguiente escena le quitan rápidamente hierro al asunto con algún chascarrillo.
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Malditas paliduchas |
No he visto la peli, pero me he leido el libro y me gustó mucho; así que supongo que acabaré por verla. Lo único, que lo del chico de la prota no es por meter un personaje masculino, en el libro el tio tiene un papel importante en la vida de la chica, lo que no se es si lo habran sabido hacer bien en la pelicula, cuando la vea juzgaré.
ResponderEliminartomates verdes fritos es un dramón no un buenrollismo. he dicho
ResponderEliminarLa trama es un dramón pero el rollo que transmite de la cansina de Kathy Bates oyendo con entusiasmo el relato es de "viva la vida y sus historias". A eso me refiero.
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