Sin Tregua (End of Watch)

Hoy he visto Sin Tregua (End of Watch), una de drogas, pasta, armas y patrulleros.

Policias polis

Tercera película como director de David Ayer tras Vidas al Límite y Dueños de la Calle, dos cintas de polis en L.A. que no he visto por pereza, la misma que me daba ver Sin Tregua. Y es que hay que reconocer que los títulos y carteles no apetecen demasiado, y más si están dirigidas por el guionista de A Todo Gas y S.W.A.T.: Los Hombres de Harrelson. Todo esto se une para crear una de las mejores experiencias que puedes vivir en un cine, la de la peli que piensas que va a ser un truño y te gusta.

La trama nos cuenta  el día a día de dos polis de Los Angeles que no paran de detener malhechores. Una tarde se topan con un buen botín de armas, dinero y droga que pertenecen a un peligroso cártel mexicano. Desde ese día su nombre está en la lista negra de los malos más malos.

Pateando el vecindario

Jake Gyllenhaal elige bastante bien sus papeles pero me cuesta verle actuado. Su cara acentúa gestos que no entiendo y me desconcentran de la trama. Aun así suele dar la talla y este vuelve a ser el caso. Michael Peña es su compañero de fatigas y ambos tienen una relación creíble que hace más fácil sentir empatía por los protas. Anna Kendrick y Natalie Martinez hacen de las sufridas parejas y America Ferrera, la Ugly Betty americana, hace de Michelle Rodriguez.

Estoy muy loco

Sin Tregua es una película extraña. Los elementos que la diferencian de un thriller policiaco al uso son los que hacen que sea una apuesta más interesante pero también el coladero de muchos elementos en su contra.

Su peculiar estilo de rodaje, a medio camino entre un found footage y una cinta convencional, hace que muchas escenas sean más crudas y vertiginosas mientras que fuerzan otras hasta ser algo teatreras. Me gusta que veamos lo que graba la cámara de los polis y que lo intercalen con imágenes bien rodadas pero los dos o tres momentos en que alguien grita que dejen de grabar mirando a la cámara están fuera de lugar. Demasiado Cops cuando estás entremezclando buena ficción.

Perrea perrea

La tensión que se consigue caso tras caso es también un tema a discutir. A mi me parece un ritmo adecuado y deja adivinar poco a poco como los personajes se están metiendo en un lio del que no van a poder salir. Por el contrario entiendo que a otro tipo de espectador, más impaciente y fanático de los tiros, se le haga un poco lenta esta bajada a los infiernos peldaño a peldaño.

El realismo de muchas escenas de la película contrasta con el hecho de que estos tipos viven en tres días más casos límite que un poli real en tres años. Es una película, a mi no me importa, pero aviso para el que busque una historia completamente real que sepa lo que va a ver.

En conclusión, una extraña pero atractiva mezcla de realidad y ficción. Un original intento de contar algo que ya nos sabemos pero adornado de otro modo. Un buen trabajo de David Ayer más en el nivel de su guión para Training Day que en el resto de libretos mencionados. Por cierto, su siguiente peli será Ten, una más de la nueva oleada Schwarzenegger.

Apatrullando la ciudad 

Aquí en tráiler. Si he criticado todo lo que no me ha gustado de esta película es porque os quiero, oh amadísimos lectores, y no pretendo que vuelva a ocurrir el caso de Vacaciones en el Infierno, otra de las que fui a ver pensando en un petardo y le puse buena nota. Al leer mi crítica alguno fue pensando en un peliculón y por eso le decepcionó. Pues bien, no os voy a insistir con que esta sea muy buena, pero vedla y luego me decís. 7’75.