16/4/13

Oblivion

Hoy he visto Oblivion, una de intrigas futuristas con protagonista en busca de la redención.

Muy soso, le falta el perro y ser leyenda
Joseph Kosinski es el realizador y guionista de este relato de ciencia ficción. Como ya ocurrió con su anterior película, TRON: Legacy, la mezcla de ideas buenas y malas consiguen que el resultado final no sea tan deslumbrante como lo vende la productora, pero tampoco tan desastroso como auguraban las malas lenguas en general, y los haters de Cruise en particular.

La trama nos sitúa en la Tierra del año 2073. Sesenta años atrás el planeta fue atacado por unos alienígenas con malas pulgas que se cargaron la Luna provocando terremotos, tsunamis y toda clase de fenómenos desastrosos. Tras una larga guerra nuclear, los humanos ganaron pero se tuvieron que exiliar a una luna de Titán. Jack es uno de los pocos habitantes que quedan en el contaminado planeta y se encarga de reparar los drones que protegen grandes estructuras que recogen energía del mar. Un día aterríza otra superviviente y claro, todo son preguntas.

Ese rifle es del Mass Effect
Los hay que están deseando que Tom Cruise se la pegue en taquilla. Lo digo porque ese fue el pronóstico de muchos antes de que se estrenase Oblivion y ha sido la única película rentable en el primer fin de semana con sol del año. El actor sabe lo que se hace y no escoge papeles excesivamente complejos de interpretar. Este protagonista podría ser cualquier jovencito pero el buen estado de forma de Cruise, y lo familiar que resulta su careto, hace todo más sencillo desde el principio.

Esto es una tablet en condiciones
Andrea Riseborough y Olga Kurylenko son las dos mujeres en esta historia y ambas disfrutan de roles interesantes y vitales para la trama. Un gusto que en una película así no salgan de meros floreros. Morgan Freeman hace de sí mismo tan bien como siempre y Nikolaj Coster-Waldau, Jaime Lannister en Juego de Tronos, tiene un pequeño papel. Para los tarantinófilos, buscad por ahí a Zoe Bell dando saltos.

Olga lo flipa
Lo mejor de la película es la fotografía y el provecho que le saca a los geniales diseños de vehículos, artefactos futuristas y ciudades enterradas. La tecnología es elegante y pulcra al más puro estilo Apple y los drones recuerdan a Ghost in the Shell o incluso a Portal.

La música de los modernetes ambientales M83 es correcta pero ocurre algo parecido a lo que pasó con la de Daft Punk para TRON: Legacy, tiene más de clásica banda sonora de película que de producto para los seguidores del grupo.

Dios con gafas steampunk
Es imposible ser totalmente original en un relato de ciencia ficción, lo que importa es saber utilizar las fuentes de inspiración. La mezcla de conceptos de Oblivion me parece interesante pero falta de una autentica profundidad. Los problemas internos del protagonista y la magnitud de lo ocurrido en su entorno proponen una historia mucho más compleja de lo que realmente termina ofreciendo.

Nuevas torretas de Aperture Science
El guión merece los retoques de un verdadero experto en ciencia ficción para rellenar alguna que otra laguna y cambiar un par de planteamientos que resultan un tanto vergonzosos. Además, muchas de las dudas que genera la película están ahí porque la explicación es más tonta de lo que queremos creer. Si querían profundidad, que lo hagan mejor. Si querían un simple divertimento, que no mareen con dudas existenciales y detalles de un universo en el que no van a profundizar.

En conclusión, un entretenimiento que pretendía ser un poco más. Una gozada visual con efectos especiales cuidados y buenas ideas que pesan más que las menos acertadas. No es ciencia ficción para enmarcar, pero ojalá fuese este el nivel medio del género en la actualidad.

El pisito
Aquí el tráiler. Es como si a WALL·E le das las armas del Mass Effect para luchar contra GLaDOS. Perdón a los menos frikis pero la comparación de muchos críticos con 2001: Una Odisea del Espacio o Alien, el Octavo Pasajero no me convence en absoluto. Un 7.

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