14/5/13

Diaz: No Limpiéis esta Sangre (Diaz: Don’t Clean Up This Blood)

Hoy he visto Diaz: No Limpiéis esta Sangre (Diaz: Don’t Clean Up This Blood), una de porrazos, sangre y medias mentiras.

Un cartel con mucho jaleo
En julio de 2001 tuvo lugar en Génova, la ciudad italiana no la calle madrileña, la cumbre del G8. Como es habitual, manifestantes antiglobalización de medio mundo se dieron cita para expresar sus quejas con mayor o menor intensidad. Grupos de violentos carabinieri, comandados por un capitán con denuncias por torturas en el pasado, asesinaron a Carlo Giuliani, uno de los activistas que allí se encontraba.

Al día siguiente y alegando una búsqueda de manifestantes violentos, asaltaron el colegio Diaz, espacio que había sido concedido como sede de medios de comunicación del Foro Social de Génova, una organización en contra del G8. Cuando la mayoría dormía antes del viaje de vuelta a sus respectivos países, fueron machacados y detenidos por hombres con porras y cascos.

Esas porritas
Tres días después fueron puestos en libertad y el
resultado final llegó a 63 heridos, algunos de lesiones realmente graves. Las pruebas presentadas oficialmente como evidencias de la necesidad de asaltar el colegio fueron barras de hierro y dos cocteles molotov. Días más tarde se descubrió que todas las armas contundentes correspondían al material de la obra de reformas que se estaba realizando dentro del colegio y que las dos botellas incendiarias habían sido añadidas por un funcionario.

De los más de 300 implicados solo han sido culpados 15 policías debido al trato degradante con el que siguieron torturando a los detenidos los tres días de su cautiverio. Las imágenes del colegio con las paredes llenas de sangre dieron la vuelta al mundo y Amnistía Internacional lo describió como la violación más grave de los derechos humanos en un país occidental desde la II Guerra Mundial.

Los buenos son un poco pijofautas
Esto es un resumen de lo que podéis encontrar en Wikipedia sobre los incidentes de la contracumbre del G8 en Génova. Si queréis más información empezar por ahí y después seguid buceando en internet. Con todo esto lo que quiero decir es que la película de Daniele Vicari solo es interesante como detonante para que, los que no conozcan lo que ocurrió, se acerquen a la noticia.

Y es que como película en sí misma no vale demasiado. Sus actuaciones son flojas, el montaje por momentos es absurdo y la construcción de los personajes es tan simple y panfletera que casi dan ganas de pasarse al bando contrario. Reconozco su utilidad como documento visual, pero a parte de eso, nada más.

Polis de rave
Aquí el tráiler. Para todos aquellos que creen que la UIP no puede hacer peor su trabajo, cuidado. Un 6.

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