Titulazo |
La trama nos presenta a un perdedor que no para de cagarla
en su vida porque, simplemente, es imbécil. Un día descubre que una clínica de
semen, la misma en la que hizo 690 donaciones, ha engendrado 533 niños con sus
genes y 142 quieren conocerle.
Pese al absurdo del argumento, es la segunda vez que nos
llega en tres años ya que su director y guionista, el canadiense Ken Scott, es de esos que
gustó con su primera versión y ahora prueba suerte en los USA. Como no he visto
la original, Starbuck, no puedo comparar, pero todo hace indicar que debía ser
mejor que este truño.
No tengo nada en contra de Vince Vaughn pero se ha
especializado en elegir malos papeles e interpretarlos peor así que no puedo
decir nada bueno. Chris Pratt es el único que se salva de la quema de esta
comedia que no hace gracia y, por si fuera poco, va de sensiblera y
moralizante. Esto no hay por donde cogerlo.
Chris Pratt, sal de ahí |
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