No es el mejor cartel del año |
La trama comienza con el futuro presidente ejerciendo de abogado
y picándole el gusanillo de hacer algo más por los inexistentes derechos de su raza. De ahí hasta las elecciones que lo cambiaron todo,
la película es un resumen de los acontecimientos básicos del personaje,
una aproximación para desconocedores de la historia que ayudará a encontrarse
con Madiba por primera vez pero no para descubrir nada nuevo.
Idris Elba es un actor descomunal, en todos los sentidos.
Aquí se permite ese lujo que pocos profesionales pueden conseguir y es que, aun
haciendo un esfuerzo por imitar a Mandela, sigue interpretando un personaje que
resulta creíble. Esto ocurre al menos hasta su entrada en prisión, después, y
supongo que pensando en la apatía y cansancio del preso, la cosa se relaja y
todo, interpretaciones y película, parecen entrar en punto muerto y dejarse
llevar hasta el final de un modo aun más automático.
La cárcel separa a cualquiera |
Y es que siendo un buen biopic sobre una personalidad
ilustre e irrepetible, no termina de ser una película realmente grande en
ningún momento. No diré telefilm, pero casi. Sabía no iba a ver En el Nombre del Padre o Hunger pero aun así, que la etapa carcelaria sea la más sosa y estéril
de las dos horas y media me parece imperdonable.
Todo se sostiene gracias a las buenas interpretaciones y al
poder que la figura de Nelson Mandela tiene en la historia, si no fuese así,
esto se vendría abajo rápidamente.
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