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| Pasado está |
La trama nos presenta a un iraní que vuelve a Francia para
firmar los papeles de un divorcio que lleva abierto cuatro años. Su antigua
mujer vive con sus hijas y un nuevo niño de su relación actual. La hija mayor,
que también vino impostada, pasa por un momento complicado con su madre.
El bondadoso hombre que vuelve a su casa está interpretado
por Ali Mosaffa, la única pieza que no funciona en este apartado. Bérénice Bejo
y Tahar Rahim están creíbles en sus inestables roles y Elyes Aguis, el pequeño
del equipo, da una lección de actuación a todo el mundo.
El tono amargo del realizador iraní se torna aquí aburrido y
alargado. Su profesionalidad a la hora de dirigir y la calidad interpretativa
de parte del reparto salvan el global. El guión difícilmente puede resultar
interesante durante una hora y esto hay que soportarlo ciento treinta minutos.
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