31/5/14

Nocturna 2014, día 5

Quinto día de Nocturna. Estoy solo, en un bosque oscuro rodeado de ojos que me miran expectantes. Un ruido descuidado hace que guarde el aliento, algo se acerca. No puedo hacer otra cosa que encogerme en mí mismo y esperar a que lo que sea aquello que corre me encuentre. Estoy perdido. Se enciende la luz. Me ha vuelto a encontrar. Madre mía he perdido el juicio del todo, estas son las pelis de hoy.

Wolf Creek 2 es el regreso del terror australiano. Con Greg Mclean de nuevo a los mandos y John Jarratt como nuestro psicópata de las antípodas favorito, la historia se centra en dos chicos que son perseguidos, luego uno y luego lo que tenga que pasar. El esquema es aun más simple que la primera vez pero la realización es más vistosa. Ya no hay que esconderlo, el villano está muy tarado y va a por la presa que más grite en cada momento. Se permiten incluso algunos giros cómicos de vez en cuando, jugando con el gore y los tópicos australianos, sí, me refiero a la escena en la que atropellas canguros salvajemente. Esto podrá decepcionar a muchos fans de Wolf Creek, mucho más sobria, pero creo que al hacer una secuela de una cinta como aquella, este cambio de tono y subida de revoluciones ha sido un movimiento inteligente. Mick Taylor ya forma parte de la galería de villanos molones por derecho propio. A medio camino entre Englund y el clásico redneck americano, Jarratt sabe meterse al público en el bolsillo en cada una de sus intervenciones. Un 7’5.

¡Zarpazos!, que cuenta con el ilustrativo subtítulo de Un Viaje por el Spanish Horror, es un didáctico y divertido documental realizado por Víctor Matellano. Con entrevistas a cabecillas del mundillo, vamos repasando pasajes del libro Spanish Horror, del propio director, y descubriendo viejas glorias del género. José Luis AlemánJoe Dante, Jorge Grau, Paco Plaza, Jack Taylor y Ángel Agudo son algunos de los contertulios que hablan sobre la pureza del género en sí, sus influencias anteriores y posteriores y, sobre todo, de las grandes figuras, siendo José Ramón Larraz, Jess Franco y Paul Naschy los tres más recordados y admirados, cada uno por lo suyo. Este recorrido se centra especialmente en el boom de los 70 y termina subrayando, por encima de los demás, tres títulos desde luego imprescindibles: La Residencia, No Profanar el Sueño de los Muertos y Pánico en el Transiberiano. Un placer salir de la proyección con recuerdos avivados y una buena lista de títulos apuntados y directos a la cola de deberes pendientes.

Una Vela para el Diablo fue la peli elegida este año para enmarcar esta sesión de homenaje a clásicos petrios. Con Eugenio Martín en la sala, fue un placer visionar por primera vez este título. La trama nos sitúa en un pequeño pueblo donde dos hermanas, dueñas de un hostal, sufren la llegada de europeas ligeras de ropa y vergüenza. Cuando matan a una de sus huéspedes por error lo ven claro, son el brazo ejecutor del Señor. Este relato oscuro contrasta con la luminosidad del pueblo y la luz que trasmiten las ingenuas turistas, como la pobre Lone Fleming que también acudió a los Palafox a recibir unos merecidos aplausos. Un cuento de dos hermanas superadas por sus propios miedos e inseguridades que deciden llegar tan lejos como puedan. Como ya señalé tras ver la magnífica El Huerto del Francés el año pasado, espero que estas repescas se repitan en cada edición. Ver la sala llena de amantes de estas cintas, injustamente tratadas por la mala memoria fílmica española, es cuanto menos reconfortante.

Mientras Duermes es una joya dirigida por Jaume Balagueró. Puede que al ser tan reciente no fuese la opción más acertada, cosa que se notó en el poco público y que parece obedece a un capricho del realizador, pero eso no quita que sea magnífica. La historia del portero de un edificio que se cuela en la casa de una vecina cada noche, volvió a sobrecoger a los asistentes. Otra vez sufrimos por la pobre Marta Etura y otra vez nos sorprendimos pasando un mal rato cuando van a pillar al inconmensurable Luis Tosar. Sigo sin saber cómo Balagueró consigue estas dos cosas a la vez pero así es. Puede que por eso sea otro de los galardonados este año y así recibió su Maestro del Fantástico de manos de Marta Etura. Lo curioso es que finalizada la proyección estaba prevista la habitual ronda de preguntas pero no pudo ser, más que nada porque en cuanto Tosar descubrió que sus colegas estaban en la capital, los raptó y se fueron de cañas y en este momento todavía no se sabe dónde están. Si eso no es ser un maestro del fantástico...

Wax es un largometraje realizado por Víctor Matellano que hacía doblete esta jornada. Su pasión por el género estaba representada casi de un modo más exagerado aquí que en ¡Zarpazos!. Y es que lo mejor que se puede decir de Wax es precisamente eso, rebosa amor por el género y respeto por los grandes maestros. La trama nos presenta a un tipo que va a grabar un reality en el museo de cera de Barcelona. El reto es pasar dentro toda la noche, incomunicado, rodeado de cámaras y filmando todo lo que ocurra. La temida primera persona funciona a ratos pero, como casi siempre, termina cansando. Lo curioso es que el cariño que desprende este proyecto se ha transmitido al público y la sensación en la sala era homogénea, nadie quería decir nada malo. El guión es flojo, hay decisiones de montaje que no se comprenden y retazos de ideas que no terminan de eclosionar pero, aun así, la conclusión final es que estamos ante una película simpática, una nueva oportunidad de ver en pantalla grande a Jack Taylor, Lone Fleming o incluso oír la voz del inmortal Paul Naschy que, desaparecido hace ya cinco años, vuelve a ser lo mejor de una película.

Pinup Dolls on Ice fue la gamberrada final del día en la sesión golfa. Producción independiente canadiense realizada por Geoff Klein y Melissa Mira, es la secuela de la aun más modesta Bikini Girls on Ice y viene a ser la respuesta a los fans de la primera que querían más sangre, más tetas y más locura. La historia nos presenta a un grupo de Pinups que llegan a un bareto a hacer su espectáculo y termina siendo masacradas por Moe, una gasolinero loco que disfruta matando, violando y metiendo a chicas en hielo, cualquier orden es válido. Puede que tras las palabras de sus responsables al principio esperase algo aun más desatado pero, según avanzan los minutos y el villano incrementa el sinsentido, y si el espectador sabe lo que está viendo, es fácil dejarse llevar y disfrutar. Una cinta hecha por amor al género con cuatro duros en tres años de trabajo durante las vacaciones de sus participantes. Si lo piensas así y recuerdas las muertes y salvajadas que ofrece, el resultado final es irremediablemente positivo. Por el final tiene toda la pinta de que la tercera parte podría ser Drunk Springbreakers on Ice. Un 6’5.

Se proyectó también el corto La Ropavejera, algo alargado aunque con una factura elegante. Me quedé con las ganas de ver Metamorphose del que sólo he oído cosas buenas.

También se pasó la película Chimères con críticas poco entusiasmadas y hubo un evento gratuito de la serie Teen Wolf. Mañana más aunque ya con esa sensación de pena por el final inminente de esta maravillosa semana de locura.

30/5/14

Nocturna 2014, día 4

Cuarto día de Nocturna, a estas alturas las imágenes empiezan a estar borrosas, la realidad se deforma y una voz gutural comienza a oírse desde ningún lugar. Las tareas del día siguen intentando imponerse pero por la tarde, en contra de toda esperanza, la luz vuelve a apagarse y el proyector vomita luces de fantasía. Lo dicho, que estamos muy mal ya. Vamos con las pelis.

Cruel & Unusual es una producción canadiense escrita y dirigida por el debutante Merlin Dervisevic. La historia nos cuenta cómo un tipo que mata accidentalmente a su mujer es encerrado en un extraño centro. A medio camino entre el infierno y el purgatorio, allí será obligado a revivir una y otra vez los últimos momentos de la vida de su mujer hasta que asuma su culpa, cosa que no está tan clara. Lo que empieza siendo un gamberro juego de intrigas macabras, se convierte a la mitad en uno de los guiones más trabajados e interesantes de esta edición del festival. Con personajes bien construidos e ideas intrigantes, la trama irá avanzando a la par que el interés del espectador hasta su clímax final, igualmente eficaz. Sin redundancias visuales y modesta puesta en escena, Cruel & Unusual es una de esas raras ocasiones en el que se puede celebrar la victoria del guionista que quiere aportar algo nuevo y no nos toma por tontos. Puede que sea nuestra propia Coherence. Un 8.

La Matanza de Texas (The Texas Chain Saw Massacre) era sin duda el gran evento del día y posiblemente del festival. Cuarenta años después de su estreno, la película no ha perdido ni un ápice de la crudeza que la convierte en uno de los pilares del género. Desde el armadillo muerto en la carretera hasta la ensordecedora danza final motosierra en mano, todo el sucio, perturbador y terroríficamente real. La fundación de los viajes de carretera que acaban mal, el descubrimiento de que el peor enemigo puede no venir de fuera, puede venir incluso desde la formación familiar. Ver esta película es como volver a montarse en una montaña rusa, sabes el recorrido pero la emoción siempre es la misma. Tobe Hooper nos acompañó y recibió su premio de Maestro del Fantástico y disfrutó de una ovación del respetable.

Tobe y el bueno de Cthulhu 
Tras la proyección hubo el obligado Q&A donde nos habló del calor que pasaron, de cómo intentó suavizar la calificación de X a R eliminando sangre y, una vez más, de la muerte durante su infancia y su pasado hippie. Uno de los asistentes le preguntó sobre Rob Zombie y el relevo generacional a lo que respondió que sí, que el creador de La Casa de los 1000 Cadaveres era un buen amigo y que reconocía su influencia, especialmente de La Matanza de Texas 2 y el llamado humor rojo, pero no está tan seguro de que sea el nuevo adalid del formato si no de otro tipo de cine, más loco y actual. Un placer ver esta película en pantalla grande y con Hooper a pocos metros mientras Leatherface cierra la puerta metálica como sólo él sabe.

Lord of Tears era la película que cerraba el día y una de las más esperadas. Las buenas críticas en otros festivales hicieron que el hype creciese hasta convertirse en la comidilla y llenar completamente la sala 2 de los Palafox. La cinta, producción inglesa dirigida por Lawrie Brewster, narra cómo un tipo rancio vuelve a la mansión donde vivió de pequeño y en la que recuerda a un terrible hombre con cara de búho. Según sus realizadores, intentan crear un relato atmosférico con toques góticos inspirados tanto en la mitología de Lovecraft como en el moderno mito de Slenderman. Con todo esto en mente, especialmente lo de las buenas reseñas, no me entra en la cabeza cómo alguien puede disfrutar con la mamarrachada que nos proyectaron. Una lucha feroz en pantalla sobre quién trabajaba peor que terminó en empate entre el director, guionista, cámara, iluminador, editor, compositor de la banda sonora y el horripilante protagonista. La supuesta atmósfera nunca llegó a manifestarse y el misterio, plumas y llaves mediante, resultó ser tan tonto como todo a su alrededor. La sucesión de planos mal rodados y repetitivos hizo estallar las carcajadas del público en los momentos que pretendían ser más tensos, especialmente cada vez que salía el colega rubio del prota que nadie supo a qué venía hasta la tópica resolución final. Yo, que nunca hablaré durante una proyección, tengo que agradecer el cachondeo que empezó a la media hora de proyección porque estaba muriéndome en la butaca y de pronto me vi acompañado. Un despropósito, y todo esto con Sarah Daly, productora y guionista de la peli, aguantado el chaparrón. Un 2.

En cuanto a los cortos, Blink causó la misma sensación de Lord of Tears mientras que Mienin, sobrando voz en off, resultó algo más interesante.

También se proyectaron Silent Retreat, de la que la gente salió dormida, Circus of the Dead, que dividió al público y La Cueva, cinta de claustrofobia española que gustó bastante. Me quedo con ganas de estas dos últimas y las cambio por el truño del búho. Que por cierto, se refieren a él como Owlman, más tarde resulta ser un tal Moloc pero nunca se explica de dónde mierdas se han sacado lo de Lord of Tears.

Al Filo del Mañana (Edge of Tomorrow)

Al Filo del Mañana (Edge of Tomorrow), una de memorizar secuencias y resetear el marcador.

Salva la partida
Qué gusto da cuando las superproducciones hollywoodienses dan en el clavo. Justo en el momento en el que ya casi hemos perdido la esperanza con adaptaciones sin sustancia y reboots de precuelas de remakes desganados, llega esta cinta que a pesar de su sequía sanguinolenta, consigue divertir y asombrar a los fans de la ciencia ficción en su estado más puro.

La trama, basada en el libro All You Need Is Kill de Hiroshi Sakurazaka, nos presenta un futuro en el que la humanidad ha sido diezmada por una raza alienígena belicosa. Pese a los molones exoesqueletos con los que cuenta el ejercito, la guerra parece perdida. O así es hasta que un soldado resucita el mismo día de su muerte y descubre que esto ocurre una y otra vez, aprendiendo así los ataques enemigos e incrementando el número de eliminados en cada vida gastada.

Starship Cruise
Este soldado es Tom Cruise, actor al que por sus chorradas fuera de pantalla muchos tienen un gato insuperable. Y es una pena porque cumple generalmente con lo que se le pide y tiene un gusto eligiendo papeles que más quisieran otros más admirados. Aquí vuelve a desenvolverse sin problemas y pasa de pardillo inexperto a soldado de fortuna de manera divertida y creíble.

Y aunque la cuota de pantalla se la lleva él, es Emily Blunt la que sale mejor parada con un personaje potente que es presentado como una auténtica leyenda. Es cierto que según se hace más humana pierde algo de gracia, pero su inicio de heroína indestructible, espada en mano, es gloria pura de la ciencia ficción. Unos geniales Brendan Gleeson y Bill Paxton completan el reparto de caras conocidas.

Emily espada en mano
La dirección ha corrido a cargo de Doug Liman, un tipo que supo marcar la pauta del nuevo héroe de acción en El Caso Bourne y que ahora se demuestra competente también en la dirección de combates multitudinarios. El ritmo y gracia con el que ha sabido contar estas repeticiones, un continuo ensayo y error con el que se sentirán identificados los jugones, consigue entretener y contar la historia al mismo tiempo, algo tan fundamental como complejo.

Corre corre que viene el fuego
Que una película como esta no se tome demasiado en serio es refrescante. El acierto de sus responsables en este aspecto es total y si bien se echa en falta algo más de mala baba, no se escatima en muertes una y otra vez. Esa falta de sangre, que parece mentira que viendo morir al prota unas cincuenta veces no aparezca una sola gota, se debe a la restricción por edades que, como sabréis, nunca será más dura que el PG-13 con un presupuesto de este calibre en una peli de Warner. Podemos quejarnos todo el día pero había que elegir entre pasta para esos exoesqueletos tan chulos o calificarla R y recortar por todas partes.

Y es que lo de los trajes de combate es posiblemente lo más logrado e importante de la película. Más que nada porque nos hace soñar con una versión fiel de Starship Troopers (ojo que adoro la del 97) o incluso adaptaciones del universo Warhammer 40000 con los Marines Espaciales.

En definitiva, entretenimiento de calidad superior, ciencia ficción en la gran pantalla con la que disfrutar sin preocupaciones. Una cinta bien pensada y dirigida que si llega a incluir un cameo de Bill Murray y la socarronería de Paul Verhoeven sería una obra perfecta.

El molar en todo su esplendor
Aquí el trailer. Hacedme caso que la vi en Nocturna y los frikis salimos contentísimos. Debería ser el taquillazo de género del verano, desde luego lo merece infinitamente más que el de la temporada pasada, el truñaco de Guerra Mundial Z. Un 8’5.

29/5/14

Nocturna 2014, día 3

Tercera jornada de Nocturna, casi el ecuador y la mente de muchos de los cinéfagos empieza a reblandecerse. Yo hago lo que puedo pero no sé si saldré vivo de esta.

El día comenzó con la presentación del libro El Universo de 2001 Una Odisea del Espacio y una charla con Miguel Ángel Vivas, realizador de la inminente Welcome to Harmony. Una bruja rusa me impidió ir a todo esto pero más tarde, ayudado por un minero fantasma, escapé del hechizo y aparecí en el Forum de la Fnac para el tercer acto matutino.

Tobe Hooper hablando de entierros, familias y ataudes
Se trataba de un encuentro con Tobe Hooper, invitado de excepción del festival. La charla la comenzó Rubén Higueras, autor del libro La Matanza de Texas, una guía sobre la peli y una excusa perfecta para este coloquio. Tras alabar las novedades que introdujo la cinta y la capacidad de Hooper para hacer que el espectador imaginase las peores partes, fue el turno del maestro.

En su charla divagó sobre su infancia, parece que repleta de entierros, y el momento donde comprendió que la muerte en sí misma es el monstruo definitivo. A su vez, viendo a sus padres decidir sobre qué ataúd preferirían usar llegado el momento, se convirtió en un tema recurrente en su cabeza. Habló también de su juventud hippie cuando rechazaba todo lo bélico y confirmó así toda segunda lectura que el aficionado quiera hacer de sus películas.

Promo molona
Respecto a La Matanza de Texas en sí, la recordó como un ejercicio casi de investigación, donde según se rodaba se iban dando cuenta de lo diferente que era a todo lo demás. Con compañeros del aula de interpretación y cuatro duros, rodó una de las cintas más famosas y recordadas del género. Como en la segunda ya tenían más pasta, se permitió el lujo contratar a gente con algo de caché y hacer una historia un poco más loca. Esta fue su respuesta sobre por qué es más tontorrona que la original, si no te vale, no tengo más.

Reconoció no haber visto Spider Baby hasta hace unos años, otra película rompedora anterior a la suya, y señaló a la Hammer y sus monstruos como auténtica referencia creativa. Para cerrar ocurrió lo inevitable, la última pregunta volvió a ser sobre cuanto de él hay realmente en Poltergeist a lo que el maestro simplemente respondió: “All”. Una complicada fila de fans después, conseguí su autógrafo y me fui hacia el cine más feliz que una lombriz. Y ahora sí, las pelis del día.

The Sacrament es la nueva película de Ti West que viene además con el visto bueno de Eli Roth, si es que eso sirve de algo. La trama nos presenta a dos reporteros que acompañan a un joven a una comuna sectaria con la intención de ver que ocurre y sacar de ahí a su hermana. Pese al uso de la primera persona, que también es cierto que no pretenden que sea realista, es posiblemente una de las propuestas más interesantes de lo que llevamos de festival. Inquietante desde el primer momento, el ambiente enrarecido llega a un nivel asombroso gracias al líder de la congregación. Un temible Gene Jones convence al espectador de que lo que está viendo va en serio mientras West nos lleva de la mano a donde quiere. Lejos de conseguir lo que Red State pero con un clímax final más fácil de asimilar. Un 7’5.

Haunt es una producción americana dirigida por Mac Carter que viene a ser el típico relato de casa encantada. El argumento nos presenta a una familia que se instala en el nuevo hogar que, como no podía ser de otro modo, es una ganga debido a las extrañas muertes de sus anteriores inquilinos. Todo es tan aburrido, previsible y tontorrón que ni las insípidas actuaciones de sus intérpretes destacan por malas. No está mal rodada pero queda muy lejos de suscitar el interés del espectador medio, no digamos ya de los presentes en este festival, expertos en relatos de este tipo y hartos de ver ese giro final tan manido. Maldito sonido ensordecedor, voy a tener que empezar a ponerme tapones para soportar a directores sin recursos. Un 4.

Extraterrestrial era otro de los platos fuertes del día. Dirigida, escrita y montada por Colin Minihan y Stuart Ortiz, más conocidos en el mundillo como The Vicious Brothers, habituales dentro del terror modernete. Su nueva película sitúa a unos jóvenes en una cabaña en un bosque, hasta aquí todo normal, y a unos aliens en sus platillos volantes, esto ya es más complicado. Tras varias abducciones, la cosa no mejora y los protas lo pasan mal. Gamberra pero elegante, como el mismísimo Michael Ironside, los realizadores saben lo que deben hacer y, al igual que con la de Ty West, el acabado es mejor que la peli en sí misma. Es cierto que no consigue ser La Cabaña en el Bosque con aliens que todos deseábamos pero, aun así, funciona si uno sabe verla como es debido. El final asusta durante un momento pero se arregla, no preocuparse. Eso sí, yo me quedo con el Extraterrestre de Vigalondo. Un 7'5.

Al Filo del Mañana (Edge of Tomorrow) era el gran evento del día. Warner ofrecía a Nocturna esta premier española y la sala se llenó de todo tipo de público para ver la cinta de Doug Liman con Tom Cruise y Emily Blunt. La trama está basada en la novela All You Need Is Kill de Hiroshi Sakurazuka y nos presenta un futuro regulero. Unas criaturas horripilantes están diezmando a la población humana y estos, armados con molones exoesqueletos, no pueden hacer otra cosa que aguantar lo que queda de partido. En estas que el prota comienza a vivir desde el mismo momento cada vez que le matan, aprendiendo así de sus errores y sumando cada vida más bajas en su contador. Los haters de Tom deberían tranquilizarse y arriesgar porque ha vuelto a elegir el proyecto correcto. Ciencia ficción pura y de gran presupuesto con aroma a videojuego de ensayo y error, la prueba de que ahora podríamos ver una versión fiel de Starship Troopers (cuidado que la del 97 me encanta) o una adaptación del universo Warhammer 40000 con los molones Marines Espaciales. Una pena que una apuesta tan costosa como esta lleve implícito la sequía sanguinolenta y la calificación para menores. Si se pudiese invertir el mismo dinero y calificarla con una enorme R, solo faltaría la ironía de Paul Verhoeven para que fuese perfecta. Aquí la crítica completa.

Savaged fue la peli elegida para la segunda sala mientras el resto estábamos muriendo y resucitando. Lo curioso es que algo similar ocurre en esta película de Michael S. Ojeda donde vemos a una joven sordomuda que realiza un viaje en coche por el suroeste americano. Una tarde se topa con unos psicópatas que le hacen mil perrerías y entierran su cuerpo en el desierto. Un indio que pasaba por allí, saca a la muchacha de la arena y, tratando de reanimarla, consigue sin querer que el espíritu de un antepasado se meta en el cuerpo sin vida y corra en busca de venganza. Podría ser muy divertida si todo esto no se tomase en serio y entre las salvajes escenas gore, que algunas son de aplauso, hubiese otras aun más salvajes y alocadas. El problema es que por momentos asusta pensar que no está tan claro si toda esta estupidez es a posta o no. En Nocturna lo tienen más y han apostado por ella en la sección Madness, ya les valdría a los responsables de la cinta haber tirado por ese sendero desde el principio. Un 5’5.

En cuanto a los cortos, Dédalo volvió a ser una delicia visual que pierde al no contar nada, la corriente más usada este año, y Mr. Dentonn no tenía ni el presupuesto para lucir elegante y se queda también en muy poquita cosa.

Se proyectó también la película April Apocalypse de la que espero opiniones de los afortunados. Y nada más, ahora a por la siguiente jornada que eso de hacer un Atrapado en el Tiempo no se yo, que no tengo que matar aliens ni nada.