24/6/14

Amanece en Edimburgo (Sunshine on Leith)

Amanece en Edimburgo (Sunshine on Leith), una de enredos familiares insulsos y cantaditos.

Críticas un pelín exageradas
Musical basado en la obra que ha entusiasmado a los escoceses durante unos años y pero que resulta complicado imaginarse fuera de allí. Más que nada porque hay que ser muy fan de The Proclaimers, banda de la que se toman todas las canciones, para disfrutar un poco de este fútil intento de trascender.

La trama, escrita de nuevo por el mismo autor, nos cuenta tres historias de una misma familia. Los padres se enfrentan a una aventura del pasado coincidiendo con sus bodas de plata, la hija quiere dejar al novio para emigrar y el hijo, bueno, su parte realmente no incluye ningún problema salvo algo de dudas por parte de su novieta.

Jane Horrocks y el pobre Peter Mullan forman la pareja musical más absurda desde Streep y Borsnan. No cantan bien, no bailan bien y no parecen interesados en lo que están haciendo. Freya Mavor y Antonia Thomas aguantan físicamente pero con George MacKay y Kevin Guthrie delante es difícil no aburrir. Sólo Jason Flemyng parece creerse su numerito.

No creo que sea un problema local, al fin y al cabo un tío de Perth bordó el prota del mejor musical moderno hasta la fecha, sí, Ewan McGregor en Moulin Rouge. El problema básico es que el barniz teatral a las canciones de The Proclaimers le ha sentado tan mal como el flojísimo intento por hilarlas con una historia sosa como ella sola. Las letras, leídas en los subtítulos, se vuelven absurdas cuando son cantadas a lo Broadway si no han sido escritas para ello.

Además, esta película ha supuesto una decepción personal. Primero porque no tengo ningún miedo a los musicales y tras una semana de estrenos flojísimos, maldito mundial, esta era prácticamente mi última oportunidad. Por otro lado, mi adoración por Edimburgo y la cultura escocesa hace que este fraude tontorrón se me presentase de antemano como un atractivo paseo por la ciudad. Una pena que sólo salve dos o tres de todos sus numeritos.

Hasta en el garito
Aquí el trailer. Al menos no he llegado a sentirme tan avergonzado de mi condición humana como con Mamma Mia!. Un 5.

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