Enredados en Grecia |
La trama nos cuenta el amor que surge entre un cura griego y
una monja rusa que viven en monasterios vecinos. El nacimiento de esa amistad
elevada, las dudas y la conclusión, todo sin apeas diálogos y con una
escenografía tan imponente como la realidad misma.
La trampa de la película es que es casi imposible no admirar
con la boca abierta esas construcciones en roca. En Meteora, la región de
Grecia donde esto ocurre, los religiosos viven en edificios que se encaraman a
cimas de rocas inexpugnables.
Por si esta simbiosis de naturaleza e ingeniería fuese poco,
el metraje está adornado con momentos de animación minimalista que imita las
pinturas bizantinas que adornan los templos. Todo esto junto con su música ritual, hacen de Meteora una
suerte de mantra de 80 minutos donde dejarse llevar es recomendable y
placentero. Si no fuese porque su mínima historia interesa poco y entorpece las
imágenes, sería una perfecta fotografía en movimiento de un estado de ánimo en
aquel lugar impensable.
Así cualquiera |
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