4/8/14

Anarchy: La Noche de las Bestias (The Purge: Anarchy)

Anarchy: La Noche de las Bestias (The Purge: Anarchy), morir, matar y otras cosas divertidas de los Nuevos Estados Unidos.

Los molones
Secuela de The Purge. La Noche de las Bestias, película que como en España hizo poca taquilla el verano pasado han decidido obviar pero, eso sí, rescatando su inútil subtítulo. James DeMonaco vuelve a estar a los mandos y ahora, con pasta para rodar lo que quería, parece más satisfecho con su trabajo. No sé si los demás opinamos igual.

La trama vuelve a esos Estados Unidos de los años 20 del siglo XXI donde una noche al año vale de todo. No hay paro ni delincuencia porque durante esas doce horas los ciudadanos desatan a su demonio interior y se matan despiadadamente. La cinta sigue la historia de una pareja que no llega al refugio a tiempo, una madre y una hija que ven cómo invaden su casa y un hombre con una deuda de sangre que se arma hasta los dientes y sale a la calle.

El presupuesto ha permitido a DeMonaco mostrar el mundo del que hablaba en la primera película, lo malo es que eliminando el problema de la simplicidad de la invasión del hogar, ha generado otros. Logra entretener y enganchar con la misma idea tontorrona de base, algo curioso con lo poco que aporta. Empata consigo mismo repitiéndose tanto en lo bueno como en lo malo e intercambiando picos de calidad sin conseguir nunca lo que la ambiciosa idea pretende: meternos en ese país distópico y hacernos sufrir.

Frank Grillo y Carmen Ejogo aguantan el tirón mientras a su alrededor ocurren cosas que nos suenan de demasiadas cintas anteriores. Los giros no sorprenden, algunos incluso dudo que puedan ser considerados sorpresa, y la necesidad de un buen villano clama al cielo ante la tríada de malutos insulsos que persiguen a los protagonistas.

Born in the USA
Y es que con cada apartado de esta película ocurre lo mismo, todo pinta mejor que lo que finalmente ofrece. El planteamiento inicial es mucho más atractivo que la historia que termina contando, otra vez, y los atuendos de los enemigos y su publicidad está muy por encima de la amenaza que presentan, ya sean los camioneros carniceros, los esqueletos molones o los millonarios locos, todos se quedan en nada.

Si se centrasen en un enemigo, escribiesen una buena trama en ese mundillo y, ya al final, dejasen apuntado algo más interesante sobre la bajeza moral y gubernamental del momento, esta saga tendría más tirón. Pero claro, ¿quién soy yo?.

Ojalá esto saliese bien
Aquí el trailer. Para llevar sólo seis años haciendo purgas, la sociedad ha llegado demasiado rápido a 1997: Rescate en Nueva York. Un 5'5.

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