Espero que no esperéis ver al León de Nemea |
El guión viene firmado por dos tipos sin filmografía
destacable que adaptan la novela gráfica The Thracian Wars de Steve Moore.
Nos cuenta cómo el hijo de Zeus, o no, malgasta su vida con una pandilla de
mercenarios. En una de sus misiones recobrará la Fe en sí mismo y el resto ya
sabéis, todo roto y mamporros.
Dwayne Johnson tenía que haber sido el nuevo Conan aunque
claro, con lo truño que fue mejor olvidarlo. Aquí descoloca un poco porque el
perfil es menos ario del acostumbrado pero su cuerpo no deja lugar a dudas,
este se carga lo que haga falta. A su alrededor hay una lista de secundarios
poderosos, tanto como el presupuesto ha conseguido comprar. El problema es el
de siempre, si no tienen nada interesante que decir, por mucho que molen, no
funciona.
Brett Ratner consiguió cargarse la saga de los mutantes
cuando iba viento en popa con la errónea X-Men: La Decisión Final, no sé por qué
ahora albergaba alguna esperanza. Su factura visual no supera el trailer y
fuera de las dos o tres secuencias de peleas, no presenta absolutamente nada más
que una trama que flota, aburrida y acostumbrada a contarse una y otra vez.
Ni los chistes metidos a capón hacen que merezca la pena
recomendar este intento de reformular el mito. Si eres macarra, ve a por todas,
pero no te quedes a medias porque al final ni divierte ni asombra. Eso sí, es
una maravilla del séptimo arte comparada con Hércules: El Origen de la Leyenda.
Nada más que añadir |
No hay comentarios:
Publicar un comentario