El Hobbit de Peter Jackson
¡Maldita sea! Despierto entre sudores húmedos donostiarras
para descubrir algo que se veía venir. No he querido pensar mucho estos días en
la catástrofe que afronto pero así es, la cama de abajo está vacía y la mochila
del dueño ha desaparecido. ¿Qué le habrá pasado? ¿habrá sido Judas? ¿tenía
razón Nietzsche? El caso es que el Pescador de Almas nos ha dejado huérfanos en
este relato y no sé si podré continuar. Me termino un zumo de naranja
calentorro y me voy al currele.
Una Viaje Inesperado
Vuestra foto de la alfombra roja |
Y mira que yo insistí, que no, que la última, que esto no
puede ser, que se hace de noche, que tendré que ver alguna película, que ya no
veo nada, que ahora veo doble… Imposible, me trastocó la agenda y seguramente
me esté inventando todo lo que escriba en las críticas de verdad. Puede que ni
las escriba yo, seguro que se las he robado a Pumares que anda despistado en la
sala de redacción buscando tinta para su pluma.
Frank Sinatra |
Pero volvamos a lo mío que es mi blog y por una vez me toca
a mí. Regreso desorientado y sediento tras unas cinco hora andando hasta la
estación de autobuses tras acompañar a mi amiga. Su plan era quedarse a dormir
aquí en el hueco de Jesucristo pero me opongo firmemente a que una atea mancille
así el Santo Colchón. Por mis convicciones Católicas me encuentro ahora en esta
situación de angustia, sin móvil y sin esperanza. De pronto, me topo con el
Kursaal, epicentro del Festival, un edificio enorme e iluminado que mi vista
había obviado durante kilómetros. Me engañan en la puerta cuando pregunto si
hay algo interesante en ese momento y entro. Me encuentro a las 24:00 en una
sala a oscuras con butacas sin reposacabezas para ver una película de Abel Ferrara sobre Pier Paolo Pasolini. Durante un momento pienso seriamente en
asesinar al que me ha dejado entrar en el recinto pero enseguida me calmo.
La Desolación de
Smaug
Dean Martin |
Eso no son ronquidos, eso es una enfermedad crítica que
puede causar sordera y perturbar los complejos sistemas de vigilancia sísmica
de Euskadi. He grabado algunos ejemplos de las variantes que ofrece, tantos
como palos tiene el flamenco. Desde el clásico nasal profundo, al rasgado
laríngeo, pasando por un gorgojeo demoníaco. Ahora lo tengo claro, el mal ha
vencido, la luz ha dejado el albergue y Satanás duerme sobre mi cabeza. Al
menos, nada podía ir peor.
La Batalla de los
Cinco Ejércitos
Sammy Davis Jr. |
Si esto fuese ficción ya os podéis imaginar quien volvería a
salvarme de la bestia del Averno y recuperar lo que me corresponde por derecho.
Pues casi pero no. Como esto es realidad, creo, el tipo que entra por la puerta
resulta ser un joven altamente perjudicado por el alcohol. Veo como se pelea
contra sus propios vaqueros, tropieza con mi mochila y vuelca la maleta del
Maligno o del otro tipo silencioso de la litera contigua. De pronto desaparece,
como llamado por una necesidad primigenia. Al volver tiene mejor color, la cara
empapada y los ojos cerrados.
Decide que ya es hora de dejarse de tonterías y comienza es ascenso hacia su cama, que también es mala suerte que al borracho le toque la de arriba. Reconozco que durante los primeros diez segundo pienso que el mobiliario ganará el combate y el pobre etílico dormirá en el suelo pero, con valor, se afianza en el primero de los tres peldaños y poco a poco realiza su hazaña. La lucha ha sido de tal envergadura que el sonido de su litera despierta a la criatura que ruge sobre mi. Oigo como cambia de postura, temo por mi vida, imagino tentáculo lovecraftianos rodeándome y, de pronto, noto un ligero ronroneo. El dragón se ha dormido plácidamente y ahora ronca como un humano normal, suave, rítmico, relajante. El borracho me ha salvado. Mi héroe. Dejo el portátil. So$ qi3r0h.
Ir a San Sebastián día 4: lo otro
Decide que ya es hora de dejarse de tonterías y comienza es ascenso hacia su cama, que también es mala suerte que al borracho le toque la de arriba. Reconozco que durante los primeros diez segundo pienso que el mobiliario ganará el combate y el pobre etílico dormirá en el suelo pero, con valor, se afianza en el primero de los tres peldaños y poco a poco realiza su hazaña. La lucha ha sido de tal envergadura que el sonido de su litera despierta a la criatura que ruge sobre mi. Oigo como cambia de postura, temo por mi vida, imagino tentáculo lovecraftianos rodeándome y, de pronto, noto un ligero ronroneo. El dragón se ha dormido plácidamente y ahora ronca como un humano normal, suave, rítmico, relajante. El borracho me ha salvado. Mi héroe. Dejo el portátil. So$ qi3r0h.
Ir a San Sebastián día 4: lo otro
jajajja durmiendo con la bestia
ResponderEliminarJaja el final me lo he imaginado super chihiro.
ResponderEliminaroie loko. siento maso aver te avandonao, xo la resurresion me nesesita mas k tu. te mandao la bestia, es duro xo proteje. el protejera tus noxes, no le dejes serca del ahua. xoxo. nos vemos en las holas.
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