| Aquí hay de todo |
Todo esto parte de una serie, Minuscule, que cuenta con dos temporadas de gran éxito en la televisión francesa. Sus creadores, Hélène Giraud y Thomas Szabo, estrenaron este largometraje sobre su mundo en miniatura hace un par de años y ahora nos llega aquí.
La propuesta es interesante y arriesgada por muchos motivos. Lo primero que llama la atención es el hecho de que se trata de una película sin diálogos, algo que llama la atención especialmente pensado en su público infantil. El guión, lleno de acción y aventura, y los logrados efectos sonoros y genial banda sonora de Hervé Lavandier, hacen que los peques ni se enteren de que nadie está hablando. Lo digo con conocimiento de causa porque en mi pase había una excursión de un cole y no pararon de reírse.
Otro riesgo que corren sus responsables, y que termina saliendo bien, es el apartado técnico. La combinación de personajes digitales insertados en ambientes reales, la mayoría de ellos exteriores naturales, logra un aspecto fresco y original. La inserción de los bichejos en CGI es perfecta y esa mezcla es incluso consecuente con su guión, que también mezcla elementos reales de la vida de las especies protagonistas con una trama entretenida y fantástica.
Y es que al final lo que vemos aquí es la historia de una mariquita que ayuda a unas hormigas negras a volver a casa. Por el camino deberán mantener su botín de terrones de azúcar y luchar contra las despiadadas hormigas rojas.
| Los colegas |
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