Qué logo, madre mia :__) |
Es muy tentador empezar esta crítica contando cómo vi la
primera y cambió mi vida y demás. Como soy uno de esos “hijos de Spielberg”, siempre he defendido Parque Jurásico como una joya, una aventura fascinante
donde el sentido de la maravilla se puede igualar con el resto de hitos del
cine que se precien de haber cautivado a una generación. Durante estos
veintidós años, y dos irregulares secuelas mediante, he visto cómo se trataba a
la cinta original como un “Spielberg menor”. Ahora veo a muchos expertos
alabar Jurassic World por haber conseguido algo similar a lo que logró la,
ahora sí, magnifica primera experiencia. Me pregunto si estos que glorifican la
nueva por sus similitudes con el original no son los mismo que han estado
menospreciando su virtuosismo tanto tiempo.
Colin Trevorrow, que sólo ha firmado la sencilla y curiosa
Seguridad no garantizada, ha sido el encargado de reflotar esta franquicia a la
deriva. Para ello ha utilizado un guión de Rick Jaffa y Amanda Silver revisado por él
mismo y su habitual Derek Connolly. En el libreto se pueden ver los retazos de ideas
rocambolescas que han surcado la red durante esta década sin dinos. Al final
tampoco hemos terminado tan lejos de aquello de hacer soldados modificados con
genoma de saurio.
Sa roto |
La trama nos sitúa veintidós años después de los sucesos del
primer parque. Resulta que alguien volvió allí y montó uno más moderno y
seguro, o eso parece. Resulta que la gente se ha cansado ya de Braquiosaurios
con gripe y Tiranosaurios comiendo cabras y la directora del complejo está
preocupada. La solución pasa por modificar aún más el ADN de las criaturas
clonadas para llegar a nuevas especies que atraigan al público, algo que a
muchos ha escamado pero que estaba desde el principio planteado en la novela de Crichton. El caso es que crean un bicho enorme y malísimo y se les
escapa. El resto es ver cómo se las ingenian para sobrevivir los personajes
horribles que nos han presentado.
Y es que vamos a ir sacando cartas, que las hay de todos los
colores. Por un lado la recreación del parque es sublime. Mi imaginación no
es capaz de viajar a un lugar más maravilloso que ese centro temático, repleto
de recorridos en medios de transporte imposibles para ver a gigantes del
pasado. Los homenajes constantes a Parque Jurásico hacen que se me ponga la
piel de gallina en cada escena sin diálogos. Los inmensos recibidores circulares, la estatua de Hammond o la
cadena de ADN cachonda, hacen pareja con nuevas ideas para soñar como el mini zoo con crías de Triceratops, el paseo en canica o el delfinario hormonado, qué goce.
Ojalá toda la cinta fuese un video promocional de hora y media sobre cómo
disfrutar de una visita y luego, si quieren, media hora de caos y destrucción.
Lo malo es que no, aquí hay humanos y son más imbéciles que
nunca. Que el alivio cómico, un estupendo Jake Johnson, sea lo mejor del guión y el encargado de explicar esa pizca de metaleguaje que adorna todo,
es muy duro. Chris Pratt no está mal como héroe protagonista pero se desespera
en intentar ser más macarra e irónico de lo que pone en el guión y termina descompensado. No
termino de comprar lo de la doma de raptores, pero lo que le hacen decir es tan
tonto que no es su mayor problema. Lo de Bryce Dallas Howard corriendo
con tacones es hasta triste. Dice la actriz que son el escudo de su personaje,
una manera de seguir siendo femenina mientras hace heroicidades. Laura Dern
subiéndose los pantalones, atándose los cordones de las botas y buscando los
malditos fusibles no tenía tiempo para esas mierdas. Pero en fin, parafraseando
a la Dra. Ellie Sattler, hablaremos de machismo en situaciones de supervivencia cuando vuelva.
En mi montaje estos no salen |
Los dos niños son insoportables desde cada aspecto
cinematográfico posible. Mal escritos, mal interpretados y absolutamente
innecesarios, salvo por vender la cinta a los peques claro. El pequeño, Ty Simpkins, ya se cargó en cierta medida el ridículo tercer acto de Iron Man 3.
Aquí tiene la oportunidad de entrar en el top de las escenas dramáticas más
forzadas de la historia con la introducción de un divorcio que, de pronto,
parece vertebrar la película. El mayor une cinco personajes tópicos en uno,
algunos incluso antagónicos. Disputa a su hermano el premio en la categoría de
amor familiar absurdo contando, porque sí, no sé qué de un fantasma en un
sotanillo. Horrible todo.
Para rematar la faena, Vincent D’Onofrio hace de malo por
encima de sus posibilidades, de esos que son villanos porque lo son, sin motivo aparente y bajo
cualquier circunstancia. Sale más gente, como el bueno de Omar Sy que sigue
sumando segundo en cintas taquilleras o BD Wong, el único personaje que repite
de la primera peli.
Selfiiiie |
Lo rancio de todos los monigotes humanos y lo absurdo de
todo lo que pronuncian, hace que un viaje que podría ser maravilloso termine
por no disfrutarse del todo. Demasiados baches.
Para intentar arreglarlo, la música de Michael Giacchino
envuelve al espectador al recordar a John Williams y se echa a un lado
cuando debe, sabiendo que la isla Nublar tiene ya una melodía y no necesita
otra.
Los efectos especiales funcionan a regañadientes. El centro
turístico respira pero habrá que ver cómo lo hace el CGI de las criaturas
grandotas dentro de unos años. Como ocurre con la tercera parte, seguro será
devorada por aquello que lograron en el 93 y que aun me cuesta entender. Con
los practical effects ocurre algo similar, me alegra que hayan vuelto, pero la escena
con la cabeza del cuellilargo moribundo daba risilla ¿Recordáis a Sam Neill disfrutando de la respiración entrecortada del Triceratops enfermo? Pues de eso
nada.
En definitiva, una mezcla de valores donde los buenos casi me
empañan las gafas y los malos me cabrean. Sensaciones opuestas que no me dejan
satisfecho pero tampoco son en desastre que podríamos temer, al menos el clímax
final es de aplaudir. Y para quedarme más a gusto y descubrir del todo cuales
son mis puntos flacos, estas son las notas de la saga que hizo que la mayoría de
niños quisiésemos ser paleontólogos en los 90, al menos hasta que vimos a Ross
en Friends:
1993. Parque Jurásico (Jurassic Park) 10
2001. Jurassic Park III 5
2015. Jurassic World 6’5
Aquí el trailer. Al fin y al cabo, una peli con dinosaurios
siempre será mejor que una sin ellos. Cuando hay necesidad, hay necesidad. Un
6’5.
La comentamos otra vez?
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