La falla de San Andrés, y al fondo una grieta |
La trama nos presenta a The Rock como CJ, el protagonista del GTA: San Andreas que se ha hecho mayor, ha sentado la cabeza y se ha ciclado. Ahora trabaja como piloto de helicópteros y va salvando a la gente cuando se despeña con el coche por barrancos de efectos especiales muy de baratillo. El caso es que The Rock descubre que Espectro de Seda madre, su ex mujer, se va a ir a vivir con Mr. Fantástico y eso le cabrea mucho. Cómo será el mosqueo, que provoca mentalmente un terremoto catastrófico y, como tiene cierto remordimiento por las millones de muertes causadas, recorrerá el país en diferentes medios de transporte molones para rescatar a la que fuera, y será, su mujer. También aparece su hija, la que salía en porretas en True Detective, ligoteando con un chico que tiene un hermano pequeño imaginario que personifica sus ganas de ligarse a la joven.
Mala como ella sola, con escenas dramáticas vergonzantes y sinsentidos que avergonzarían a aquellos que usan la puerta pequeña del Imaginarium, debo reconocer que me he reído más con San Andrés que con cualquier comedia desde hace meses. Ayuda que no había mucha gente en la zona donde estaba sentado en la sala y los comentarios con los colegas, siempre a poco volumen, fueron incesantes.
En un par de semanas olvidaré todo lo acontecido en esta película pero hay un par de momentos que espero recordar siempre, sobre todo cuando The Rock se da por vencido y grita a la multitud: "Dios ¡van a morir todos!". Menos mal que luego recuerda lo que le enseñó su amigo Toretto y se agarra al pilar que es su familia para salvar el mundo y reconstruir los Estados Unidos de América.
¿Veis el todoterreno al borde de la muerte? es The Rock frenando por los pelos porque no había visto nada raro en la carretera |
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