EL jefe y su peñita |
Ambientada en el Boston de los 70 y 80, cuenta la historia real de uno de sus más eminentes delincuentes. Basándose en el libro Black Mass: The True Story of an Unholy Alliance Between the FBI and the Irish Mob, cuenta cómo el criminal de la zona se fue haciendo con el poder gracias a sutiles chivatazos a las fuerzas del orden.
Johnny Depp encabeza un reparto de lujo donde destacan por sí mismo Joel Edgerton, Kevin Bacon, Peter Sarsgaard y Benedict Cumberbatch, todos correctos. El reparto femenino es prácticamente inexistente, la trama de Dakota Johnson es puro relleno y todo lo rodado con la pobre Sienna Miller ha sido recortado. Supongo que dos horas son admisibles para un título de este tipo pero, a no ser que cuentes algo que realmente importe, no puedes superar esa barrera.
Con esta colección de nombres importantes y un ritmo acertado, la ambientación hace el resto para que los aficionados al cine de bajos fondos tengan en este título una cita más que curiosa. El gran problema, al menos para mí, es lo que se ha vendido como mayor logro, la forzada caracterización de Johnny Depp. Seamos claros, no hacía falta, es tan exagerada que no veo al personaje, si no a alguien muy disfrazado. Esto le hace un flaco favor no sólo a la película, si no al actor que realiza un trabajo decente tras mucho truño, pero que no se disfruta del todo por culpa de la calva y las lentillas.
Black Mass: Estrictamente criminal es un producto menor pero satisfactorio, como un Scorsese de segundas al que le falta todo el gancho pero que nos divierte con el cuento.
Todo muy peligroso |
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