110 minutos de oscuridad para disimular que las escenas de acción (el 90%) no se han sabido resolver y no vienen ni van a ningún sitio. Todo lo que sale en cámara está desaprovechado, intérpretes, maquillajes y decorados incluidos. Nada luce, nada sirve, nada funciona.
Lo único bueno, aunque no luzca como debería, es que Sofia Boutella tenga un papel importante en una peli grande. Que ella lo pete, esa es la meta. Una lástima que la trama egipcia de este universo termine en un impasse extraño e incómodo en el que debemos entender que la actriz, casi una razón de peso para tragarse este truño, no tiene por qué ser la muerta vendada del universo cinematográfico de monstruos que Universal pretende iniciar con este desastre.
Por otro lado, la simpatía de Annabelle Wallis, el director Alex Kurtzman y la propia Boutella en las entrevistas fue inversamente proporcional a la calidad de la peli, todo hay que decirlo. De Tom Cruise no sé nada porque no soy Pablo Motos, pero parece que estuvo muy majo con los fans en la alfombra roja (si yo quiero hablar bien de la peli pero es que...).
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