¿No le falta algo? |
El tono es intencionadamente oscuro y sucio para dotar a sus personajes de la incomodidad y hastío frecuentes en las cintas de espionaje más serias y realistas. El ritmo pasa por varias etapas y puede que sean los primeros minutos los más flojos de la peli pero aguantad. Una vez se han presentado los personajes y se entra al juego de la combinación de pasado y presente, la película despega y cada tramo es interesante en sí mismo.
La trama nos cuenta como unos retirados agentes del Mossad viven de las rentas tras liquidar en los años 60 a un escurridizo médico nazi. Treinta años después las cosas se tuercen cuando parece que el retorcido alemán no está tan tieso como ellos cuentan.
Helen Mirren, la reina |
Helen Mirren está aun más estupenda que nunca y tras demostrar en Red que podía dar el pego como espía peleona, aquí su papel es más mental y complejo. Tom Wilkinson solo comete un error, debería salir todo el rato. Yo pondría su cara en una esquina de la peli durante la hora y media del metraje para ver sus reacciones. Ciarán Hinds completa el reparto de los vejestorios.
El malo pasándolo regular |
Los guionistas de esta versión son Peter Straughan, Matthew Vaughn y Jane Goldman y no deja de sorprender que los dos últimos son el director y la guionista de X-Men: Primera Generación pero, como ya he dicho antes, el personaje de Csokas recuerda tanto al Magneto de Fassbender que se pueden sacar algunos paralelismos. Supongo que después de años viendo como se sufrió, ahora lo que está de moda es cazar nazis.
Helen y Tom en Benidorm |
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