30/3/15

Cenicienta (Cinderella)

Cenicienta (Cinderella), lagartijas, calabazas y Marlene Dietrich.

Azulete
Nuevo título en esta oleada de adaptaciones de clásicos populares que triunfaron en su formato animado y que ahora, con un poco de retoque por aquí y por allá, llenan la cartelera con su versión en imagen real. La que nos ocupa es de las oficiales, de Disney para Disney, y de las más milimétricamente trasladadas.

El encargado de organizar todo esto ha sido el bueno de Kenneth Branagh, un tipo que vuelve a demostrar que, cuando se pone tras las cámaras, es un mercenario cumplidor pero sin estilo. Nada de lo que hace está mal del todo pero no consigue plasmar verdadero oficio y, como me cae bien porque interpretando sí llega, me da penita.

El guión de Chris Weitz se basa en La cenicienta de 1950, basada a su vez en la versión de Perrault, y no se sale de las fuentes en ningún momento. No hay innovación, sorpresa ni experimentos, algo que se agradece ante los fracasos de los que lo intentaron sin suerte pero que, al no aportar nada nuevo, puede dejar al espectador con ganas de algo más. Las críticas más negativas hablan de un producto desmesuradamente cursi y, de hecho, lo es, pero teniendo en cuenta qué están adaptando, creo que ese no es el error.

Y es que a parte de añadir un poco de historia al inicio, padre que se casa de segundas con quien no debe, la cinta vuelve a contar, sin salirse del renglón, la historia que ya conocemos. La pobre Cenicienta vive con su madrastra y hermanastras, tres criaturas que hacen que su vida sea un infierno de tareas domésticas. El príncipe de la zona se topa un día con ella y se enamora muy locamente porque monta a caballo a pelo y le va lo hippie, así que organiza un baile donde invita a todo el mundo para ver si le puede echar la caña. Cenicienta sufre otro caso importante de bullying y termina hecha unos zorros el día de la ceremonia, menos mal viene un hada madrina y arregla la jornada. Luego pierde un zapato y todo eso pero mejor me callo, que os estoy destrozando el argumento.

Elige un bando
Lily James cumple como Cenicienta sin más, muy mona ella y muy sonriente. Hace buena pareja con Richard Madden, al que no reconocí hasta que busqué quien era y descubrí que, en otro mundo, fue Rey en el Norte. Helena Bonham Carter es el hada madrina y creo que podrían haber sacado más partido de su intervención. No termino de entender por qué, si se han tomado la molestia de grabar la canción que todo el mundo espera, la desechan a los títulos de crédito finales cuando los niños están corriendo al baño.

Y dejo en último lugar a Cate Blanchett porque merece un hueco a parte. Su presencia hace más grande la película en cada fotograma en el que aparece. Consigue dar un tono de antagonista clásica a su madrastra sin despegarse del resto de interpretaciones, todas más moderadas. Qué bien viste el mal en el cine, qué buenos los villanos de Disney y qué pena que la oportunidad de una gran película sobre una malvada Maléfica ya esté desperdiciada.

La ambientación y vestuario es un acierto aunque, como todo lo demás, sin una pizca de riesgo. Como era de esperar, tienen cierto protagonismo el vestido azul de la protagonista y la carroza de calabaza, dos elementos que unidos casi te hacen pensar que han conseguido meterte en el cuento. El problema es que luego volvemos a la adaptación forzada y, no sé por qué, me doy de bruces con la realidad otra vez.

Pimp my pumpkin
Y es que puede que ese sea el problema, al ser tan fiel al original y adaptar una peli de dibujos a su versión a imagen real, se ha perdido la magia. Cada formato tiene sus trucos y si a la clásica le quitas las canciones y los gags de los ratones, que es lo que ocurre en esta, la historia se desmorona. Puedes intentar colar referencias, los detalles con animalillos funcionan a la perfección, pero no son más que pequeños parches de lo que no puede ser representado. El hueco que deja todo esto, debe rellenarse con algo, ya sea una buena banda sonora, que aquí desde luego no existe, un tono algo diferente en su argumento o más aventura, qué se yo, pero algo. La sensación final es que no han sabido meternos en el mundo que sí habían conseguido representar por culpa de la falta de alma.

Dicho todo esto, olvídenlo. Mi opinión no sirve de nada porque este no es un producto pensado para mí, así que he preguntado a alguien con mucho mejor criterio que yo para este particular, mi prima de 3 años. Ha sido su primera peli en el cine y la verdad es que ha empezado bien porque ha ido disfrazada de la prota, tiara y palomitas incluidas. Su crítica ha sido clara, lo mejor es Cenicienta, el hada madrina y cuando convierte la calabaza que se quedan atrapadas, ha dicho. Según sus padres aguantó sin rechistar hasta el final y sólo tuvo un momento de bajón cuando la madrastra conspira con el duque. Luego viene lo del zapato y su interés remontó así que Cenicienta, os pongáis como os pongáis, es buena.

Fiestón
Aquí el trailer. La siguiente a la cola creo que es La bella y la bestia con Emma Watson. A ver si es mejor que el quiero y no puedo del año pasado. Un 6.

29/3/15

Estrenos abril 2015

01/04/15
Gett: El divorcio de Viviane Amsalem (Gett) - Trailer - Crítica 8'0
Convicto (Starred Up) - Trailer - Crítica 7'5
La historia de Marie Heurtin (Marie Heurtin) - Trailer - Crítica 7'0
La serie Divergente: Insurgente (The Divergent Series: Insurgent) - Trailer - Crítica 4'0

02/04/15
Fast & Furious 7 (Furious 7) - Trailer - Crítica 8'0

10/04/15
El capital humano (Il capitale umano) - Trailer - Crítica 7'5
Mucho más que miel (More Than Honey) - Trailer - Crítica 7'0
La casa del tejado rojo (Chiisai ouchi) - Trailer - Crítica 7'0
The Guest - Trailer - Crítica 6'5
Aguas tranquilas (Futatsume no mado) - Trailer - Crítica 6'5
Mortdecai - Trailer - Crítica 3'5
El último lobo (Wolf Totem) - Trailer
Felices 140 - Trailer
El 7º enanito (Der 7bte Zwerg) - Trailer
La matanza (Txarriboda) - Trailer
La dama de oro (Woman in Gold) - Trailer
Qué difícil es ser un dios (Trudno byt bogom) - Trailer

17/04/15
La oveja Shaun: La película (Shaun the Sheep Movie) - Trailer - Crítica 7'5
Regreso a Ítaca (Retour à Ithaque) - Trailer - Crítica 7'0
Lost River - Trailer - Crítica 6'5
La mecánica del corazón (Jack et la mécanique du coeur) - Trailer - Crítica 6'5
Una noche para sobrevivir (Run All Night) - Trailer - Crítica 5'5
La fiesta de despedida (Mita Tova) - Trailer
Clan salvaje (Mange tes morts) - Trailer
Little Galicia - Trailer
Disney Junior Party - Trailer

24/04/15
Girlhood (Bande de filles) - Trailer - Crítica 6'0
La sombra del actor (The Humbling) - Trailer - Crítica 6'0
El maestro del agua (The Water Diviner) - Trailer - Crítica 5'5
Cómo sobrevivir a una despedida - Trailer - Crítica 4'5
La pirámide (The Pyramid) - Trailer - Crítica 4'0
Murieron por encima de sus posibilidades - Trailer - Crítica 4'0
Superpoli en Las Vegas (Paul Blart: Mall Cop 2) - Trailer - Crítica 3'5
Sexo fácil, películas tristes - Trailer
La familia Bélier (La famille Bélier) - Trailer
La leyenda de Sarila (The Legend of Sarila) - Trailer

30/04/15
Vengadores: La era de Ultrón (Avengers: Age of Ultron) - Trailer - Crítica 8'0
Astérix: La residencia de los dioses (Astérix: Le domaine des dieux) - Trailer - Crítica 7'0
Difret - Trailer - Crítica 6'0
Pos eso - Trailer - Crítica 5'0
El hijo bastardo de Dios - Trailer - Crítica 3'0
Tiempo sin aire - Trailer
Mandarinas (Mandariinid) - Trailer
Lecciones de amor (Words and Pictures) - Trailer
Qué extraño llamarse Federico (Che strano chiamarsi Federico) - Trailer
Lo mejor de mí (The Best of Me) - Trailer
Walking on Sunshine - Trailer

28/3/15

Focus

Focus, mirar donde el trilero quiere que mires y, aun así, notar que te quiere birlar la cartera.

Que te roban Will
Tras su debut con la notable Phillip Morris ¡Te quiero!, parecía que duo compuesto por Glenn Ficarra y John Requa iba a dar más alegría de las que nos está dando. Crazy, Stupid, Love resultó irregular e indecisa y ahora nos traen esto, una cinta que parece de encargo rápido, de reposicionamiento en la industria para sus protagonistas, pero que debemos tratar como un proyecto personal de los realizadores porque es un guión propio por el que llevan tiempo peleando. Si es esto lo que debemos esperar a partir de ahora, yo me bajo.

La trama nos presenta a un timador de éxito, de familia de rateros y nombre en el negocio, que realiza su trabajo de una manera tan formal y aséptica que te sorprende que pueda ser delito. Lo curioso es que siendo un tipo con un cerebro desmesurado para el engaño, su negocio se basa en una red inmensa de carteristas y poco más. El caso es que el tipo se enamora de su nueva alumna y parece que eso es un problema en su empresa del arte del hurto.

Will Smith vuelve al cine tras varios años ocupado en la carrera de su hijo. Lo hace discretamente, como pidiendo permiso con esta cinta que él mismo cree más pequeña que sus responsables. No está bien ni mal, su personaje es comedido y soso y sólo Margot Robbie da un poco de brío a la trama. Tampoco es que destaque, si la comparas con lo que hace en El lobo de Wall Street aquí desaparece, pero claro, quizá no debería hacer esa comparación.

Focus se deja ver sin más. Su estilo, que de moderno y elegante termina siendo vacío y hortera, ni repele ni atrae a nadie. Es fácil de degustar, digerir y olvidar, un producto ideal para vivir en las teles de los medios de transporte de viajes de más de hora y media.

Ay qué risas
Aquí el trailer. Una pena, pero se va confirmando que la paternidad le ha quitado a Will Smith todo el swag. Un 6.

27/3/15

Citizenfour

Citizenfour, o por qué Obama se preocupa de si has cenado ya y vas bien abrigado.

Hola Obama, k ase
Documental dirigido por Laura Poitras, ganador del Oscar en su categoría la pasada edición y documento histórico de un suceso a estudiar. Imágenes reales que siguen sobre la marcha los acontecimientos imprevisibles de unos días que cambiaron todo en la vida de un tipo y, me temo, no tanto en la de los demás. Más que un documental, este es el video diario de un acontecimiento clave de la historia contemporánea.

En Citizenfour vemos cómo la directora es contactada por un tipo anónimo que promete una información de las que marcan época. Las medidas de seguridad propuestas son tales que no le queda otro remedio que aceptar y se termina reuniendo con el sujeto en un hotel en Hong Kong. Allí, junto con el periodista Glenn Greenwald, conocerá a un joven llamado Edward Snowden. A partir de ese momento, podemos ver en primera persona, sin reconstrucciones ni interpretaciones, cómo van siendo conscientes de lo que el antiguo trabajador de la NSA (Agencia de Seguridad Nacional) filtra sobre su empresa. Cuando The Guardian y The Washington Post empiezan a publicar parte de la información, el peligro aumenta y las reuniones son cada vez más nerviosas.

El hecho de ser observador directo de estas imágenes, poder ver la cara de Snowden la primera vez que es nombrado en televisión, cuando sus vecinos le comunican que su casa está siendo registrada o cuando es declarado públicamente un traidor y un enemigo del Estado, no tiene precio.

No tío, 8888 no es una buena contraseña
Además del valor gráfico que tiene en sí mismo, que casi sobrepasa todo lo demás, ayuda a comprender mejor cómo sucedieron los hechos y a conocer a su protagonista, ayudando a descubrir a un chico sumamente inteligente, con una vida de la que era difícil desprenderse pero cuya moral obligó a cambiar por un infierno en el que era consciente que se metía. Está feo comparar y todos son importantes en este momento, pero digamos que este es más listo que Manning y más limpio que Assange.

Especialmente interesante para el que ya estuviese puesto en el tema y quiera saber más, sobre todo porque ante el alud de corruptelas es imposible no olvidar una noticia y la magnitud de esta hace obligatorio el subrayado. Aun así, también es recomendable a los despistados que no sepan de qué va el asunto, aunque sólo sea porque sin querer se convierte en uno de los thrillers de espías más potentes del año.

Snowden en su casita de Moscú de donde salir, lo que se dice salir...
Aquí el trailer. En este momento, el mejor documental de los Estados Unidos post 11-S. Un 8'5.

25/3/15

Obsesión (The Boy Next Door)

Obsesión (The Boy Next Door), Hollywood ¿a qué viene esto?

Muy bonito todo
No sé si hemos ofendido de algún modo a los mandamases de la industria o simplemente merecemos este castigo por nuestro pasado pecaminoso. Puede que la culpa la tenga el regreso de Star Wars con buena pinta y que esto sea un peaje necesario, una ofrenda de sangre por una recompensa que esperamos satisfactoria.

Obsesión es una peli sobre una mujer que no puede divorciarse de su marido adultero porque es muy tradicional y latina. Su solución pasa por liarse con el joven que aparece en su vecindario y que tiene toda la pinta de ser un psicópata manipulador. La cosa empeora cuando, ojo sorpresa, el chaval se descubre como un verdadero psicópata manipulador.

Jennifer Lopez, pobre, cree que esto es justo lo que necesitaba su carrera. Ryan Guzman hace de alguien que tiene como ochenta años menos que él y no, no cuela.

Lo más impactante de esta cinta de Rob Cohen es que se puede ver en una pantalla grande cualquier día de la semana, algo curioso cuando su medio natural es la pequeña pantalla, un sábado, tras el tiempo y durante la siesta.

Para rematar un último detalle, el malo regala a la prota, una supuesta profesora de literatura de un instituto, una "primera edición" de La Ilíada que dice haber comprado en un mercadillo. No sé si es la primera edición dictada por Homero o cómo va esto pero, hasta donde yo sé, no existe nada similar en el planeta.

Te quiero un taco JLo
Aquí el trailer. En fin, podría ser peor, al menos no recaudará como las sombras. Un 3'5.

24/3/15

El año más violento (A Most Violent Year)

El año más violento (A Most Violent Year), jugárselo todo en el Nueva York de los matones.

Classy
Se dice que 1981 fue la fecha con el pico de criminalidad más alta en la historia de la ciudad. Teniendo esto como telón de fondo, J.C. Chandor ha escrito y dirigido una cinta oscura, elegante y con un aroma a buen cine que recargará las pilas de los aficionados más pesimistas.

Tras la genial Margin Call y la notable Cuando todo está perdido, la crítica se ha rendido a sus encantos y rápidamente ha comparado al realizador con Sidney Lumet, David Mamet e incluso Coppola. No sé si llegará a las glorias nombradas, de momento va por el camino indicado, pero lo cierto es que El año más violento consigue cosas que hacía mucho que no veía. También es verdad que algún despistado ha dicho que es el nuevo Nolan, esto sí que no lo he entendido en ningún aspecto.

La trama nos presenta a un inmigrante que tiene un negocio floreciente y que está casado con la hija de un importante gangster. Todos estos factores en el espacio y tiempo donde se sitúan, hacen del protagonista un objetivo obligado para los vigilantes de la seguridad, pese a su ingente esfuerzo para mantener cada decisión empresarial dentro del estrecho margen legal. Por si fuera poco, los conductores que transportan su preciada mercancía son atracados y apaleados a diario, perdiendo dinero, respeto y personal en cada robo y arrinconando al emergente empresario en una situación límite.

Cena de empresa
Oscar Isaac realiza un esfuerzo de contención que se ve recompensado en cada fuga de furia. Que Bardem saliese del proyecto supone un gran desliz en su carrera y un nuevo acierto en la de Isaac, que vino arrastrado por su compañera de reparto, una Jessica Chastain que aquí hace de mujer nada florero y que vuelve a parecer que es el papel de su vida. Ya ni sorprende, está genial y punto.

El tenebrismo en el que se esconde la historia mejora a plena luz del día, con los blancos y los grises claros que definen del mismo modo lo que vemos pero dejan que se disfrute mejor. Por eso creo que el metraje mejora según avanzan los minutos, tras la agria y obligada introducción en interiores, presentados los personajes y expuestos los nudos, empezamos a disfrutar plenamente de todos los elementos expuestos en el tablero en el último y sublime tercio, al aire libre y marcado por una persecución en dos partes que no se me irá de la cabeza nunca.

Chandor ha sabido unir todos los elementos necesarios para que disfrutemos una vez más del fracaso del delincuente que no quiere serlo, el tipo al que la legalidad insta a saltarse las normas y su moral, o vergüenza o lo que sea, arrastra al fango. Todo esto ya lo hemos visto, de ahí el mérito del autor que consigue presentárnoslo de nuevo y hacerlo apetecible. Si este título marca su carrera, qué ganas tengo de lo que estrene en el futuro.

Está el tráfico fatal
Aquí el trailer. Ya era hora de abrigarse de nuevo en la Gran Manzana. Un 7'5.

Pride

Pride, ni gris ni arcoíris, si no todo lo contrario.

Espero que no sea la mejor del año
Simpático intento por lograr una cinta con denuncia social pero fácil de digerir, muy al estilo de los éxitos a los que alude su cartel pero a mucha distancia de su calidad. Ni tiene el humor de Full Monty ni el calado de Billy Elliot, Lo que logra Matthew Warchus está más cerca del entretenimiento vacuo que de llegar a ser un título recordado.

El argumento nos leva al Reino Unido de 1984, cuando los mineros se pusieron el huelga. El gobierno de la Thatcher no daba tregua a los carboneros y un pequeño grupo de activistas gay apoyaron su lucha. La tensión entre los dos colectivos centra toda la trama donde vemos retazos de subtramas pero nunca terminan de ser exploradas, creo que para mejor. Todo esto ocurrió realmente aunque, vistas las críticas que circulan por la red, no fue precisamente tan sencillo y determinante como aquí pretenden.

Los protagonistas son George MacKay y Ben Schnetzer, ambos algo sosos, pero como no sabéis quienes son, los nombres que veréis por todas partes son los de sus ilustres secundarios, y no es para menos contando con Dominic West, Paddy Considine, Andrew Scott, Imelda Staunton y Bill Nighy, estos dos últimos, claro, lo mejor de la cinta.

La escapada del director y el guionista, Stephen Beresford, de entrar en temas truculentos, como salidas del armario mal llevadas, retornos inesperados o reprimendas severas en cámara, consigue que todo sea más ligero para bien y para mal. Al no arriesgarse no logra en ningún momento un tono solemne, aunque reconozco que durante el visionado era justo lo último que me apetecía. Si no tienes lo que hace falta, es mejor no intentarlo y además, con esa banda sonora original de organillo programado, mejor no ir muy lejos.

Con la hucha del domund
Aquí el trailer. No esperes al nuevo Ken Loach, mejor vuelve al viejo. Un 6.

22/3/15

El hombre más enfadado de Brooklyn (The Angriest Man in Brooklyn)

El hombre más enfadado de Brooklyn (The Angriest Man in Brooklyn), la despedida que no tocaba.

Desde el cartel se ve que no
Es una pena que este sea el último papel protagonista de Robin Williams. No deja de ser curioso, casi una broma macabra, que el argumento juegue con la muerte y el suicidio, pero ni por estas casualidades merece la pena adentrarse en esta historia sosa y desganada.

La trama, una adaptación de la cinta israelí Mar Baum, nos presenta a un hombre que vive cabreado. La muerte de uno de sus hijos le ha convertido en el monstruo que es ahora, aislado del resto de su familia y del mundo. En uno de esos día en el que todo le sale mal, recoge una pruebas médicas en las que descubre que tiene un tumor y, por un error de la doctora, cree que le quedan 90 minutos de vida. En esa hora y media intentará arreglarse con todo el mundo.

Robin Williams fuerza la maquinaria y la cosa descarrila. No funciona ni como hombre enfadado ni como arrepentido moribundo, y no lo hace tanto por su culpa, no se le ve esforzarse demasiado en esta producción paga-hipotecas, como por un guión desestructurado donde ningún personaje se llega a definir y siguen sumando chorradas hasta el final. Mila Kunis defiende un poco más sus segmentos, seguramente es la única que mantiene la ilusión de un trabajo así.

Tyrion pagando deudas
Phil Alden Robinson dirige este remake en el que se hace imposible no pensar en cada miembro del equipo, técnico y artístico, como meros asalariados currando en un proyecto que les es ajeno. Hasta el montaje incluye horribles flashbacks color sepia que parecen ser atajos del editor, un tipo cansado que se ahorra así unas horas de quebraderos de cabeza y cuenta todo de la manera más fácil y cutre.

Como Boulevard parece que no va a estrenarse nunca y en A Merry Friggin' Christmas y Absolutely Anything el actor hace trabajos más secundarios, además de que tampoco deberíamos esperar el estreno por aquí, podríamos decir que esta es la última gran oportunidad de ver a Williams a lo grande con un producto nuevo. No merece irse así y como este es mi blog y hago lo que me da la gana, incluyo a continuación mi decálogo de los mejores largometrajes para cine del intérprete. Como están ordenadas según mi criterio, espero atento vuestras quejas y tops mejorados. No pongo Aladdin porque no hay que mentir, aquí somos de Josema Yuste, y me da pena dejar fuera a Señora Doubtfire pero está justo la decimoprimera, que conste.

1. Good Morning, Vietnam
2. El club de los poetas muertos (Dead Poets Society)
3. El indomable Will Hunting (Good Will Hunting)
4. El rey pescador (The Fisher King)
5. Smoochy (Death to Smoochy)
6. Jumanji
7. Ilusiones de un mentiroso (Jakob the Liar)
8. Despertares (Awakenings)
9. Más allá de los sueños (What Dreams May Come)
10. Hook

Mila haciendo lo que puede
Aquí el trailer. Si se hace un remake de una peli extranjera, habría que asegurarse de que la premisa en sí no sea una chorrada. Un 4.

21/3/15

Pasolini

Pasolini, pasión, muerte y asuntos pendientes.

Algo le ronda en el coco
El último capricho de Abel Ferrara es tan atrayente en su propuesta como irregular en su ejecución. Los amantes del cine homenajeado se darán cita pero me temo que no terminarán de satisfacer su curiosidad, si es que eso es lo que les ha llevado a la sala.

El director americano imagina el último día de la vida de Pier Paolo Pasolini, intercalando esa ensoñación con la representación de las notas de lo que podría haber sido la siguiente película del italiano tras Saló o los 120 días de Sodoma. Vemos su devenir errático, salteando momentos de diva con bajadas al fango, demostrando que el responsable de El Decamerón comulgaba con su propia propuesta artística, revolucionaria y veraz a partes iguales.

Funciona por sencilla y por alejarse del biopic estructural y rutinario. Willem Dafoe cumple como de costumbre y es un gusto verle en pantalla, tanto por su excelente trabajo como por coincidir son los segmentos más interesantes. Y es que el problema viene con la recreación de la supuesta futura película, a ratos tontorrona y otros directamente bufonesca, que termina siendo un incordio cada vez que aparece en pantalla.

Ferrara no es Pasolini y lo sabe, pero se ha dejado llevar por la pasión con esos postizos sobreexpuestos que no llevan a ninguna parte, al menos no a alguna interesante. Una pena porque logra enganchar con el resto, no tomando partido ni sacando conclusiones fuera de las oficiales, y hubiese sido más interesante olvidar todo el tema de la nueva obra y profundizar en esa versión de la madre del director, único ser vivo de la película, o fantasear aun más con Maria de Medeiros haciendo de Laura Betti.

En el currele
Aquí el trailer. Debo reconocer que la vi en una sesión intempestiva en el ecuador del Festival de San Sebastián tras una jornada ajetreada, es decir, que lo mismo es mucho mejor de lo que mi mente me dejó disfrutar. Un 6.

20/3/15

Home: Hogar dulde hogar (Home)

Home: Hogar dulde hogar (Home), marcianos majetes, niña simpática y gatete mono, el mínimo esfuerzo.

Ay el gatete geteete
La nueva apuesta de Dreamworks iba a ser su título navideño pero, por lo que sea, fue cambiado por Los pingüinos de Madagascar. Ahora parece que las dudas se resuelven, la cinta de Tim Johnson no tiene nada malo y hay gags correctos pero, como me temía, no ofrece nada demasiado interesante.

La trama nos presenta a unos alienígenas asustadizos que se apoderan de planetas, generalmente habitados, para esconderse en ellos hasta que son descubiertos por sus enemigos y huyen a otro sitio. Ahora le ha tocado al nuestro así que toda la humanidad es realojada en bonitos barrios prefabricados en Australia y los bichejos se instalan. Lo que pasa es que hay una niña que se ha librado del desahucio y uno de los tipos morados es buscado por sus semejantes por ser un Jar Jar Binks. Ambos vivirán aventuras mientras intentan arreglar las cosas.

Jim Parsons presta la voz a Oh, el prota gelatinoso, y Rihanna hace lo propio con Tip, la chavalina de Barbados que no encuentra a su madre. Su relación funciona a trompicones y no se consigue mostrar con claridad la antipatía inicial ni la amistad final. Todo es un poco porque sí y pretende seguir tan estrictamente la estructura generalizada que, cuando no encaja porque se ha hecho otra cosa diferente por el camino, todo se descuadra.

Aun así ya digo que tiene sus momentos. A los peques les gustará seguro, los alargados bailoteos de Oh harán que se hagan pis en la butaca, alguno literalmente, pero me temo que no volverán a ella dentro de unos años y, el que lo haga, descubrirá una de esas pelis que es mejor mantener en el recuerdo. Ni por las canciones de Rihanna metidas con calzador.

Vengas de donde vengas, atasco
Aquí el trailer. Era mejor Destino HOME, el corto que acompañaba a Las aventuras de Peabody y Sherman y que servía como previo a lo que al final hemos visto. Un 5'5.

19/3/15

Puro vicio (Inherent Vice)

Puro vicio (Inherent Vice), exigente viaje neo-noir al corazón de la paranoia.

Una copia de esto en enorme por favor
Entiendo el choque inicial. Todo el mundo quiere ver lo nuevo de Paul Thomas Anderson, posiblemente, al menos para mí, uno de los cinco realizadores en activo más necesarios. El estreno de esta última obra, guste o no la misma, demuestra que no se puede prescindir de un tipo que hoy en día presenta un material como este. Incluye en la mezcla el factor Joaquin Phoenix, otro tipo excesivo que es tan extraño como brillante e imprescindible. Suma además la obra de Thomas Pynchon, al que se le puede atribuir todo lo ya indicado más ese halo de misterio de escritor a descubrir, en muchos sentidos. Si enrollas estos factores con un trailer que promete una comedia rápida e hiperbólica, de consumir con colegas, birras y camisas de bolera, el humo se te puede ir por otro lado.

Y es que ni tú mismo decides si dejarte llevar por la paranoia y usarla en tu beneficio, tema medular en todo esto, o sufrir un mal viaje. Puede que descubras rincones a los que volver, imágenes polisémicas de fondo de pantalla en las que abstraerse en un futuro, sea cual sea la primera interpretación dada. Pero también es muy probable que a la media hora uno se asuste, no sabiendo muy bien dónde está ni cómo salir del encierro, confundiendo butacas con grilletes y dilatando las extensas dos horas y media en años de encierro. Por todo eso aviso, Puro vicio no es lo que esperas y, por más que lo intente, no puedo avanzarte lo que es. Nadie sabe cuándo le va a sentar mal un porro pero eh, tampoco cuándo no.

Avisados quedan desde ahora, sea lo que sea de lo que he avisado. Y es que aquí todo es así, como la trama que no sabe muy bien cuándo va o cuándo viene, como la marea de una playa siempre presente pero al fondo, intocable, bajo los adoquines. California en 1970, un detective privado intenta averiguar dónde está el amante de su ex, un magnate inmobiliario con negocios negros por todas partes. Poco a poco todo se llena de humo y misiones secundarias, que si encontrar un músico muerto y resucitado, lidiar con el policía que se ha convertido en su sombra o esquivar pero investigar a una asociación/culto que parece estar detrás de todo. La niebla es cada vez más espesa, los nazis acechan en las esquinas y los colmillos de oro tienen sed de sangre. Ha vuelto la paranoia pero esta vez es tangible, esta vez no desaparecerá por la mañana.

Horas de estos dos
Lo de Joaquin Phoenix es inenarrable. Sus exabruptos, su punto muerto, su capacidad para minimizarse cuando debe, esto no es normal. Estamos ante un prodigio al que Anderson sabe exprimir de maravilla, sacando esas últimas gotas que sólo deja para los que lo merecen. Su Doc Sportello es aun mejor cuando está junto a Bigfoot Bjornsen, un descomunal Josh Brolin que hace, simple y llanamente, lo que le da la gana. Ambos parecen nacidos para estos dos roles y, si pensamos en ellos en otras cintas donde han brillado interpretando papeles opuestos, cuesta entender cómo narices se hace esto.

Como es una cinta de Anderson sobre un libro de Pynchon, el resto del reparto es tan reseñable como extenso. Katherine Waterston es la escurridiza Shasta, esa ex que parece etérea hasta que deja de serlo. En papeles más o menos importantes van apareciendo caras conocidas como Eric Roberts, Michael Kenneth Williams, Benicio del Toro, Owen Wilson, Reese Witherspoon o Martin Short. También sale Maya Rudolph en ese perpetuo embarazo al que ha ligado su carrera cinematográfica.

El guión es del mismo director y no se ha andado con tonterías: en lo bueno y en lo malo, ha adaptado a Pynchon de manea literal. Vicio propio, como se tituló aquí la novela, está plasmada casi diálogo a diálogo, excluyendo pocas de sus interminables subtramas y ayudada por la encarnación de la voz en off del autor en una de las, muy, secundarias femeninas. Esto último creo que ha sido un error que confunde al espectador, si es que no estaba perdido ya del todo, que cree que ese personaje ayudará a resolver algún entuerto de un modo más primario. Claro que no. Como Zack Snyder con Alan Moore, y perdón por el salto mortal de esta comparación, Anderson ha querido ser tan fiel al original que se ha pasado de rosca, perdiendo a los no lectores por el camino y logrando un producto más difícil, inestable y, puede, puro y necesario.

El molar
La compilación que compone la banda sonora, junto con la partitura original de Jonny Greenwood, ayuda a meterse en el ajo tanto como el grano de la película con la que está filmada o vestuario setentero. Todo está en consonancia y cuando la dosis sube, lo hace la música, la velocidad, la niebla y la sensación de no saber muy bien qué demonios pasa. No podemos confiar en nada de lo que creemos y menos dejar de darle importancia, todo está ahí aunque, de algún modo, no lo esté.

Pynchon juguetea en sus páginas con nosotros, añadiendo elementos al montón que tarda en desmoronarse y que, al mirar atrás, volvemos a ver en pie. Anderson plasma esto en un medio en el que no debía de funcionar y, no haciéndolo, lo hace. Adaptar lo inadaptable, decide tú hasta qué punto es un fracaso que yo no puedo quitarme de la cabeza todo lo que no sé si ha ocurrido.

Al salir de la sesión estaba empachado, confuso y, creo, maravillado. Era 18 de marzo y tenía que cambiar de cine porque se reestrenaba por un día Blade Runner y quería verla en la pantalla más grande y con la mejor calidad de imagen y sonido posible. Es un cinta que siempre me ha obsesionado, en mi casa se ha comprado cuatro veces, en tres formatos diferentes y he visto en innumerables ocasiones las cinco versiones disponibles, sobre todo las del 82, 92 y 2007, reconociendo esta última como mi favorita, justo la que iba a ver proyectada en versión original y con el lujo de una sala de calidad indiscutible. Pese a sabérmela de memoria, cada cinco minutos tenía los pelos de punta. Tras descubrir de nuevo el unicornio de papel y cerrar la puerta precipitadamente a ningún otro añadido, volví a la realidad pleno, satisfecho y emocionado. Durante el regreso a casa, casi dos horas de transporte público, pensé mucho en Ridley Scott y el Philip K. Dick. Poco a poco ese pensamiento se fue tornando en una comparativa y caí en la cuenta de lo opuesto de su relación a la de Paul Thomas Anderson y Thomas Pynchon. Según avanzaban los temas de Vangelis en mi reproductor, me di cuenta de las similitudes pese a su aparente antagonismo a la hora de adaptarse. Al llegar a casa, antes de ponerme con esta crítica, busqué la opinión del tipo que me descubrió, aun sin conocerme, al autor de la novela madre de este proyecto. No era una crítica de la película en sí misma, pero Noel Ceballos aclara en "Puro vicio": Los Estados Unidos de la paranoia esa relación que fue tomando forma durante el obligado mareo del autobús y que ahora entiendo inevitable. Quién lo iba a decir, al final he entendido algo. Creo.

La última cenuki
Aquí el trailer. Cuidado con los que busquen El gran Lebowski, esto es más un complejo combo entre Miedo y asco en Las Vegas y El almuerzo desnudo. Un 7'5.

17/3/15

Desterrado (Outcast)

Desterrado (Outcast), no sé qué estoy haciendo con mi vida. Y esta gente tampoco.

¡Venga hombre!
No sé en qué momento decidí tragarme esta peli, supongo que en cuanto vi el pelazo de Nic en el cartel. Espadón en mano, con Anakin cuidando de su espalda, el tío me conquistó y, ojo, me engañó. El genio melenudo es sólo el reclamo para esta coproducción entre productoras chinas, canadienses, inglesas, francesas y americanas. Su presencia no supera los veinte minutos, llenos de pelucas, muecas y demás eso sí, pero es el cansino de Hayden Christensen el que llena la película poniendo la cara de enfado de La venganza de los Sith.

Está dirigida por el coordinador de dobles de acción Nick Powell, un tipo que sabrá cómo darse de leches pero que de dirección cinematográfica no ha demostrado controlar demasiado. De hecho, hace un flaco favor a su profesión ya que en cada escena de lucha, en las tres, decide empujar muy fuerte a los cámaras mientras ruedan y cortar los planos en segmentos de no más de medio segundo. El resultado es una imagen mareante e indescifrable cada vez que hay conflicto.

El guión de James Dormer no es mejor, es más, puede que sea aun más triste que todo lo anterior. Un guerrero intenta cuidar del buen heredero al trono mientras su hermano mayor, que no debería haberse hecho con el poder porque es muy malo, intenta cargarse al chavalín. Todo esto en el lejano oriente medieval en el que el idioma oficial era el inglés. El conjunto es tan triste y poco original que a mitad de la película me puse a llorar.

Gimoteando, salí de la sala y repté por el cine esperando el abrazo reconfortante de un ser querido. Como no había nadie, me fui a casa maldiciendo mi existencia y prometiendo que la próxima vez que vea una peli de Nicolas Cage, iré acompañado. No os la juguéis en solitario, corren tiempos peligrosos.

De piki piki
Aquí el trailer. De lo peorcito del tio del cartel, y eso son palabras mayores. Un 2'5.

Sitges Tour A Contracorriente

Como sin duda todo lector de este blog ya sabe, el festival de Sitges mola más que encontrarse dinero en un abrigo viejo. Es un referente de primer nivel a escala global en lo que a cine de género se refiere. Sin embargo, es imposible conseguir que el ambiente festivo de esa semana de locura, se traslade a las salas con las películas que tienen la suerte de ser exhibidas en circuitos comerciales. Intentando que todo el que no pueda desplazarse a la ciudad catalana en sus fechas más insignes, la distribuidora A Contracorriente Films a tenido una idea muy loca: si la gente no va a Sitges, Sitges va a la gente.


De forma itinerante y por un tiempo limitado, se podrán disfrutar en diferentes salas españolas de cuatro de las cintas que se vieron en el pasado festival. Cada cine tendrá sus propios precios y métodos de exhibición, lo bonito hubiese sido la idea inicial del formato maratón, un autentico atracón de cuatro pelis donde te sentirás por un día dentro de la vorágine festivalera. En la mayoría de casos no será así y se proyectarán a lo largo de la semana pero las facilidades para la compra de entradas y precios sigue haciendo atractivo el proyecto. Consulta aquí los cines donde durante marzo y abril tendrás la oportunidad de toparte con los cuatro títulos que reseño a continuación.

Reflejos rarunos
Oculus: El espejo del mal (Oculus) es la representación del terror actual en este tetracombo. Es una producción americana dirigida por Mike Flanagan y que se basa en un corto anterior del autor. Parece que ese primer acercamiento al argumento convenció en diferentes circuitos y la todopoderosa, al menos en el género hoy de moda, Blumhouse Productions se fijó en el realizador. El resultado es una historia sobre un espejo que parece cambiar a voluntad la percepción del mundo que tienen sus torturados dueños. Merece la pena por ver a Karen Gillan, aunque sea pasandolo mal, y ofrece buenas ideas y dos o tres escenas a recordar. El problema es que, a parte de eso, todo lo demás no consigue el pretendido efecto de terror atmosférico y se queda en un título de bulto. Nada está mal pero su giro final es el esperado aproximadamente desde el minuto cinco y se echa en falta más carnaza. Trailer. Un 6.

Peluches cabrones
Zombeavers (Castores zombies) (Zombeavers) muestra la cara gamberra del festival, un imprescindible a ciertas horas donde el público de el Retiro, el cine destroyer de Sitges, hace que la vida valga la pena. La peli ofrece lo que su título promete, nada más y nada menos. Celebración de ese cine donde es posible un argumento en el que vemos a jóvenes atractivas a las que les quema la ropa, castores afectados por materiales radiactivos y una inutilidad total de todo ser humano en pantalla para sobrevivir de manera digna. Divertida propuesta de Jordan Rubin que destaca por mantener un equilibro entre reirse de todo pero rodar bien para que la imagen sea presentable. Los bichejos no, claro, son muñecos y como muñecos deben aparcer en pantalla, pero todo tiene una estructura narrativa y está bien rodada para que la experiencia sea digerible. A veces es imposible acertar y te pasas de listo o de tonto, aquí más o menos funciona. La pena es que si se compara con la otra gran propuesta de este calado en el festival, la divertidísima Zombis nazis 2, los castores pierden. Trailer. Un 6'5.

Sed insaciable
Sin ley (Lawless) es uno de esos títulos que aparecen todos los años y que, no sabiendo muy bien por qué están en un festival de género, no hay quejas del personal al salir satisfecho de la sala. Dentro de este rincón se pudieron ver joyas como '71 o La French, además de la cinta que nos ocupa. Dirigida por John Hillcoat, que ya demostró su buen ojo en La carretera, nos sitúa en los Estados Unidos de la ley seca. Narra las aventuras de una familia que destila y trafica con whisky y los problemas que surgen cuando un nuevo e incorruptible agente del gobierno llega a la ciudad. Puede que todo lo narrado ya lo hayamos visto antes, pero el estilo con el que está rodada y las inconmensurables actuaciones de todos los presentes hacen de Sin ley una cinta a reivindicar. Lo de Tom Hardy empieza a ser apoteósico pero, y ojo con esto, hasta Shia LaBeouf está bien aquí. Jessica Chastain, Guy Pearce, Dane DeHaan y Jason Clarke completan un reparto coronado con Gary Oldman como guinda del pastel. Una película cuya distribución ha hecho menor pero que en sí misma no lo es en absoluto. Un título que sacaré a partir de ahora en esas conversaciones donde quieres que alguien se lleve un buen producto desconocido de recuerdo. Además el guión es de Nick Cave, qué más necesitas. Trailer. Un 8.

Venganzas cruzadas
The Target (El objetivo) (Pyojeok) representa otro de los sectores potentes de Sitges, el cine asiático. En esta ocasión es un producto especialmente curioso ya que se invierten las tornas, esta cinta surcoreana es un remake de la francesa Cuenta atrás. Acostumbrados a ver originales orientales tras sus adaptaciones occidentales, es curioso descubrir un producto donde el viaje ha sido a la inversa. Thriller trepidante dirigido por Chang, sí, sólo Chang, en el que un enfermero recibe una llamada en la que le piden que entregue a uno de sus pacientes o su esposa morirá. En paciente en cuestión tiene otros planes y se lía una muy tocha. Es fácil perderse a mitad de camino pero al final todo parece tener sentido, creo. Divertimento bien rodado, con un ritmo acelerado que hará las delicias de los que disfruten del policiaco hongkonés, ahora, en Corea del Sur. Trailer. Un 7.

Y hasta aquí puedo leer, cuatro muestras de parte de las secciones más representativas de Sitges al alcance de tus ojos, al menos si vives cerca de alguno de los cines afortunados. Yo que tú no me lo perdía, es más, no lo he hecho.

15/3/15

Electric Boogaloo: La loca historia de Cannon Films (Electric Boogaloo: The Wild, Untold Story of Cannon Films)

Electric Boogaloo: La loca historia de Cannon Films (Electric Boogaloo: The Wild, Untold Story of Cannon Films), el despropósito cinéfago ochentero hecho documental. Otra vez.

CARTELÓN
Tras no acertar con su debut en la ficción, el realizador Mark Hartley vuelve al documental para seguir analizando el cine desde el punto de vista de las películas que se venden al peso. Ya nos enseñó el sorprendente mundo del cine aussie de exploitation en Not Quite Hollywood: The Wild, Untold Story of Ozploitation!, para luego descubrirnos el plató en el que se convirtió la Filipinas de los 70 en Machete Maidens Unleashed!.

Ahora le ha llegado el turno a dos de los pesos pesados de las películas más caraduras de aquella época, dos leyendas del regateo y la compraventa que pusieron todo patas arriba. Bienvenidos al maravilloso e imposible mundo de Menahem Golan y Yoram Globus.

JCVD hecho un chaval
La cinta nos cuenta la historia de estos dos primos de origen israelí que decidieron hacerse un hueco, aunque fuese la fuerza, en el cine norteamericano de los 80. Para ello compraron Cannon Films, una productora que iba a morir, y reinventaron el modo de producir películas. Si aun no sabes de qué estoy hablando, Golan y Globus fueron los responsables de la carrera de Chuck NorrisCharles Bronson, Jean-Claude Van Damme y otras muchas caras, ahora mal operadas y parcialmente olvidadas.

Este es un documental tan fundamental para los fans como interesante para los neófitos interesados en esa cara B de la industria. Descubre un nuevo mundo de cutrez, erotismo, mal gusto y velocidad fílmica inaudita hasta la fecha y difícil de igualar hoy en día. La Cannon fue una de las productoras más prolíficas de la industria con decenas de estrenos anuales, todos cortados por el mismo rasero, hasta que los bancos dijeron basta. Los trapicheos de los primos en Cannes, el modo dictatorial con el que trataban a sus estrellas o su torrente inagotable de malas ideas, son algunas de las caráctersticas principales de este dúo irrepetible y necesario a los que debemos una lista de títulos interminables.

Grandeee
Y es que decir Cannon es hablar de Desaparecido en combate, Delta Force, El guerrero americano, El justiciero de la ciudad, Cobra, el brazo fuerte de la ley o Contacto sangriento, pero también de locuras como Bolero, Lambada, el baile prohibido, Masters del universo o la inefable Superman IV: En busca de la paz. Su catálogo es tan inmenso que hasta consiguieron algún título sorprendentemente bueno como El tren del infierno, seguramente sin querer.

Otra de las bondades de Electric Boogaloo: La loca historia de Cannon Films son los testimonios actuales de estrellas de la casa como Dolph LundgrenBo DerekRichard ChamberlainMichael Dudikoff o Franco Nero. Y es que, pese a repartir cera con ganas, el documental no es si no un homenaje a ese cachito de historia fílmica que huele a estantería de videoclub.

Puro Bronson
Aquí el trailer. Por si a alguien le queda alguna duda sobre el perfil real de los protas de esta maravilla, puede ver su versión en The Go-Go Boys: The Inside Story of Cannon Films, documental que ellos mismos encargaron tras decir que no a la entrevista para este y que, cómo no, estrenaron antes y es peor. Golan y Globus hasta el final. Un 8.

14/3/15

Chappie

Chappie, creerse guay y no llegar a chachi.

Cartel chusquero
Con mucha pena debo decir que tras su tercera película, Neill Blomkamp ha pasado de ser una joven promesa de la ciencia ficción de altura, a un posible one-hit wonder. Aun es pronto y la sorpresa que supuso la magnifica Distrito 9 me obligará a estar atento a su carrera unos años más, pero tras la aburrida Elysium y este cuento molón desaprovechado, las expectativas han bajado.

La trama, ideada por el propio Blomkamp y Terri Tatchell, nos situa en un futuro cercano donde el índice de criminalidad en Johannesburgo ha bajado drásticamente. Los responsables son unos robots sumamente eficaces que ayudan a la policía. El creador de los mismo va más allá y experimenta con una verdadera inteligencia artificial consciente de sí misma, momento ideal para que unos criminales roben el invento y se hagan con un robot con ganas de aprender.

Puede que yo mismo me haya boicoteado y que el hecho de saber que la voz tras la máquina era la de Sharlto Copley no me permitiese ver sus bondades, pero la verdad es que no consigo disfrutar del prota de acero como debería. Cuando se supone que es bueno y adorable, lo veo aun más forzado que cuando pretende hacer gracietas convertido en un delincuente. No es un robot que vaya a permanecer en el recuerdo cinéfilo y, con las cualidades que supuestamente posee, lo tenía fácil.

El Chappie con un pincho
Para quitarnos rápido al resto antes de ver la luz, Dev Patel apetece menos que en Slumdog Millionaire, y ya es decir, Sigourney Weaver está como la que pasea por su casa y Hugh Jackman con mullet y forzando el acento australiano mola pero, como todo lo demás en Chappie, no se le saca verdadero partido y termina aburriendo.

Y ahora sí, vamos con el elemento que salva a la película de la catástrofe, al menos para una minúscula parte de la población. Los fans de Die Antwoord están de enhorabuena porque, aunque una vez más Blomkamp tampoco sabe aprovecharlos como debería, ellos se valen por sí solos. La presencia de Ninja y Yo-Landi Vi$$er bien merecerá el pago de la entrada a los seguidores del grupo de electro rap-rave sudafricano, la gloria afrikáans inunda el metraje cuando están en pantalla. Lo gracioso es que hacen de ellos mismos, más o menos. Sus personajes se llaman Ninja y Yo-Landi y vemos publicidad y elementos de Die Antwoord por todas partes. Cuando se montan en el coche o protagonizan una escena escuchamos su música, su casa es como los escenarios de sus videoclips y su ropa es la que llevan siempre, el metalenguaje que les han permitido hace que pueda recomendar esta cinta a cualquier seguidor del zef que se precie.

Yo-Landi molando fuerte
Pero no toda la música corre de su cuenta, Hans Zimmer firma una partitura que empieza muy bien, con electro ochentero perfecto para lo presentado y una fuerza inusual, y poco a poco se va viniendo abajo, repitiendo ideas e incluyendo descartes de obras antiguas. Cuando se quiere poner épico, mezcla unos coros que no apetecen con sintetizadores a todo volumen y el cacao no deja disfrutar de una cosa ni otra.

En definitiva, Chappie es una película que incluye los elementos necesarios para que alguien más valiente hubiese hecho una gamberrada mejor. Un director moderno, potente y hortera podría haber sacado petróleo del prota y sus dos compinches, usando bien sus canciones y rematando las escenas buenas con un mejor uso de sus recursos para volverlas maravillosas. Para todo esto necesitamos a alguien con la envergadura de Michael Bay, el coco de John McTiernan y el gusto de Harmony Korine. Si existe alguien así, que coja a Ninja y Yo-Landi y haga una peli donde la villana sea Nicki Minaj y su general Till Lindemann. Todo transcurrirá en el futuro 1995, donde los ciborgs de una malvada corporación gubernamental asuelan a la raza humana. Sólo dos asesinos esquizofrénicos podrán plantar cara a las malvadas medio-máquinas en el mejor musical de todos los tiempos. Joder perdonad, se me ha ido. Pero apetece eh.

Hay un nuevo maki en Jo'burg
Aquí el trailer. Lo siguiente de Blompkamp es Alien 5, lo bueno es pensar que la realizará el director de Distrito 9, lo malo es que es el de Elysium y Chappie. Un 6.