31/1/15

Nightcrawler

Nightcrawler, las locas aventuras de un emprendedor compulsivo.

Petándolo muy fuerte
Prometedor debut en la dirección del guionista Dan Gilroy. Su estética molona y la leyenda en todo cartel promocional que señala "De los productores de Drive", deja claro que esta tenía que ser una de las cintas obligatorias del año y, menos mal, no ha defraudado.

La trama nos presenta a Louis Bloom, un tipo que sobrevive como puede. No tiene trabajo y lo que saca robando cobre no es suficiente. Por casualidad, se topa con un accidente en la carretera y descubre que cuando esto ocurre, además de fuerzas de seguridad y servicios médicos, los reporteros freelance aparecen como moscas para grabar imágenes truculentas que vender a cadenas de televisión en busca del morbo. Con sus mañas para el engaño, no tarda en hacerse con una cámara y una radio de la policía para conseguir primeros planos de todo incidente que ocurra en la ciudad. Sus escrúpulos son tan bajos como los de la directora de informativos que se enamora de sus imágenes sanguinolentas.

Jake Gyllenhaal es el carroñero que recorre la ciudad en busca de cuerpos frescos. Intenso, engañoso y escurridizo, lo más inquietante de su certera mirada al soñador enloquecido es lo cerca que parece estar de la realidad. Todos conocemos a alguien a quien no nos costaría imaginar en situaciones similares y eso, en parte, es gracias a esa jugarreta de Gyllenhaal con su presencia estática, entre infantil y amable, pero siempre dejando ver los cuernos esquizofrénicos que no paran de crecer nunca. Una de las mejores interpretaciones del actor, uno de esos tipos que parecen no cagarla nunca.

Noche de tranquis
Bill Paxton es otro de esos rondadores nocturnos y otra muestra de que Gilroy es inteligente y quiere que su público lo sea. Podría tener con el protagonista la típica relación de mentor que es superado por su alumno pero, en vez de eso, no deja que el protagonista se deje mangonear en ningún momento e insiste en su condición de hombre hecho a sí mismo, vía cursillo de internet para subir las probabilidades de éxito. Y víctima de esos trucos cae el pobre Riz Ahmed con un personaje que nos ata aun más a la realidad donde Rene Russo ocupa otro flanco peligroso, el de quien ha perdido el contacto con el ser humano en favor de seguir escalando. Su recreación de unos medios de comunicación podridos, sedientos de audiencia y conocedores de los pecados del público como morboso voyeur, son tan certeros y terroríficos como el del chacal solitario capaz de todo.

Late night
El tono conseguido y la elegante fotografía nocturna, son la guinda de esta cinta extraña y atractiva que tardará en salir de la cabeza del espectador. No es perfecta, la banda sonora de James Newton Howard está despegada de lo que ocurre en pantalla y a ratos el tono de la imagen y el sonido es casi opuesto. Una buena compilación de temas potentes no demasiado conocidos podría hacer que todo esto fuese redondo. También habría que pasar la tijera para reducir algo su metraje, con noventa minutos hubiese sido suficiente pero vamos, que eso ya son caprichos.

Nightcrawler consigue satirizar la realidad de un modo tan tenebroso como atractivo. Un título que nace como un clásico incomprendido, quizá por eso muchos apuntaron, emocionados en exceso, a Taxi Driver. Lo cierto es que merece estar en un videoclub en VHS y ganarse el éxito del boca a boca, ese que va despacio pero seguro hasta hacer que todo el mundo tenga opinión, haya visto la peli o no.

¡Y tú lo sabes!
Aqui el trailer. Si tienes colegas modernos no lo dudes, ve a verla y hazte el chulo. Un 8.

30/1/15

Project Almanac

Project Almanac, el amor, la amistad y los viajes en el tiempo que se cargan todo.

Nos ha tocado el cartel chusco
Este es uno de esos proyectos que llevan meses guardados en un cajón, perfecto para que las expectativas desaparezcan y, al final, el resultado sea mejor de lo esperado. Y es que esta cinta dirigida por Dean Israelite y escrita por Andrew Deustchman y Jason Pagan, todos novatos, no inventa absolutamente nada, roba de aquí y de allá pero, qué narices, no está mal.

La trama nos presenta a tres amigos que, porque sí, descubren que el desaparecido padre de uno de ellos guardaba una máquina del tiempo en el sótano. Los colegas, junto con la hermana del listo y la chica del insti que le gusta, conseguirán hacer funcionar el cacharro y ganar la lotería, ir a un festi que se perdieron en verano, aprobar exámenes sabiéndose las preguntas y vengarse de macarras de la zona. Hasta aquí lo que haríamos todos, pero entonces llegan los problemas, las consecuencias locas y los dramones obligados.

Jonny Weston es el protagonista al que han puesto unas gafitas para que parezca un poco nerd. Todo el grupo de amigos funciona sin más, desde el tontorrón al que hay que querer hasta el asiático listo, aunque nunca más que el líder.

La "máquina" es un mochila de Los cazafantasmas
Y es que Project Almanac es todo lo que ya nos sabemos, desde su estructura hasta el papel que cada personaje jugará en la trama. Los temas tratados están mejor explotados en otras pelis y el juego de paradojas del argumento resulta bastante absurdo. Lo que pasa es que todo se perdona por dos razones: es entretenida y no creo que pretendiese otra cosa. Además produce Michael Bay que sé que le odiáis pero a mi me cae bien.

Cada vez que se intenta tomar un poco en serio pierde el norte pero, como ocurre en contadas ocasiones, la mayor parte del metraje se disfruta sabiendo que el público es cómplice de sus referencias y falta de calado. Prefiero cuando están revisionando Las alucinantes aventuras de Bill y Ted que cuando se pelean por romper sus propias reglas.

El resultado es sólo una cinta entretenida para los que saben de qué va esto pero, reconozcámoslo, genial para el adolescente que empiece ahora con estas pelis de "chavales como yo" que lo flipan con cosas extraordinarias. Olvídate de la meticulosidad de Primer y la profundidad de Chronicle, pero tampoco creas que te van a tomar el pelo como con el truño de Project X. Al menos aquí el found footage no da asco.

Jaranita en el tiempo
Aquí el trailer. Si tienes 15 años y no has visto ni la trilogía de Regreso al futuro, no sé que haces con tu vida pero ve a ver esta y luego a un videoclub. Ya. Un 6'5.

Capitán Harlock [Uchû Kaizoku Kyaputen Hârokku (Space Pirate Captain Harlock)]

Capitán Harlock [Uchû Kaizoku Kyaputen Hârokku (Space Pirate Captain Harlock)], la elegancia del pirata y el vacío del espacio.

Muy seriote
Adaptación del famoso manga y anime creado por Leiji Matsumoto. Recreado en CGI, supone la inversión más importante de la Toei y uno de los proyectos más ambiciosos del Japón animado. Comandados por Shinji Aramaki, han logrado casi dos horas de imágenes increíbles donde diseños impecables y buen hacer técnico van de la mano. Una pena lo de que no les quedase pasta para un guionista que diese sentido a todo esto.

La trama nos presenta a un pirata espacial que surca las estrellas zurrandose con el imperio que rige la galaxia. Su plan es volver a la Tierra, santuario prohibido, y en su empeño no dudará en acoger a un chaval que sabe que es un traidor para hacerlo todo más interesante. Luego se descubren una movidas muy tochas sobre el chico, el pasado de nuestro planeta y la causa de su aislamiento. No sé si me enteré de algo, pero creo que la culpa de todo es del mismo Capitán. Pues qué listo.

Y la verdad es que es una pena porque una peli que incluye ese crucero interestelar tan molón, tres o cuatro peleas de aplaudir y cierta poética asiática, termina resultando imposible de disfrutar por culpa de un guión que pasa de lo tontorrón a lo incomprensible de un plano a otro. Y sí, creo que sé lo que me han querido vender, pero resulta tan fallido que prefiero pensar que realmente me han intentado contar otro cuento y no han sabido hacerlo.

Si te da igual todo esto y quieres ver una buena recreación de japonesadas espaciales, no dudes ni un segundo y ve a ver esta joyita visual. Nunca vi la serie ni leí el manga original, pero lo de la calavera saliendo de nubes negras es algo que está muy por encima de lo que podía esperar.

Hay que revisar el tubo de escape de eso
Aquí el trailer. A James Cameron le ha gustado mucho, no sé si eso os animará o todo lo contrario. Un 6.

28/1/15

Into the Woods

Into the Woods, cantando muy felices por un bosque oscuro.

Qué listo el Johnny
Demasiados factores en esta mezcla. Desde el original, escrito por James Lapine y compuesto por Stephen Sondheim, ya era arriesgado juntar en un musical varios cuentos clásicos salteados con ironía y algo de mala leche. En Broadway funcionó y desde hace más de veinte años se ha planeado llevar la obra a la gran pantalla. Ahora está aquí y, para agregar elementos a la sobrecargada propuesta, entra la producción de Disney obligando a reducir la sorna y oscuridad a algo de cachondeo y luz tenue. La elección de Rob Marshall incluye algún capricho extra del realizador responsable del truño Nine. Con tanto ingrediente el resultado se ha resentido: no es infantil ni adulto, grande ni pequeño, conmovedor ni entretenido. Es un poco de todo y, claro, nada de nada.

La trama nos presenta a un panadero y su mujer, una pareja que descubre que el motivo de su falta de descendencia es la maldición de una bruja. Para desfacer el entuerto, deberán conseguir una serie de elementos que pertenecen a habitantes del lugar como Caperucita Roja, Cenicienta, Rapunzel y el pobre Jack, el chavalín de las habichuelas.

A ver vecinos, un par de cosas
Si algo salva la película del despropósito total es el trabajo de gran parte del reparto. Yo también me quejo cada año cuando veo la nominación perpetua de Meryl Streep en los Oscar pero, como digo eso, reconozco que cuando veo su peli tiendo a dar la razón a los cansinos de la Academia. Esta vez no es una excepción, Streep está perfecta como bruja malvada del cuento, engullendo a todo intérprete o decorado que ose meterse en su camino y, por si fuera poco, dando la impresión de que está disfrutando con el juego.

Si alguien le planta cara es Emily Blunt que suma otro título a su lista de cosas en la que, al menos ella, lo peta. Ahora resulta que también canta bien, ha llegado el momento en el que su nombre es un incentivo para que tenga ganas de ver cualquier producto en el que participe. Si además a su lado está Anna Kendrick haciendo gorgoritos, pues con más razón. No puedo decir lo mismo de James Corden que, no estando mal, es el elemento que nos recuerda que es ficción porque su matrimonio con Blunt no hay quien se lo crea fuera de ese bosque.

Y cambia la vaca por unas habichuelas, el tonto
La debutante Lilla Crawford y el joven Daniel Huttlestone, cuidado con este que ya fue Gavroche en Los miserables, funcionan como Caperucita y Jack y se lucen con un par de temas cada uno.

Lo mismo ocurre con el bueno de Chris Pine, al que no le hubiese venido mal que su participación continuase con el tono satírico de su primera divertida aparición. En cuanto a la participación de Johnny Depp, sólo señalar que ha debido costar lo mismo que el resto de participantes juntos, sale cinco minutos y huele a algo ya visto muchas veces. Una pena.

Esa sensación de oportunidad perdida se extiende a la producción entera. Está tan cerca de ser el enorme musical que presentan su magnífico prólogo que es imposible no sentir algo de desilusión. La cosa funciona muy bien durante el primer acto, se defiende en el segundo y, cuando crees que llega un final más o menos digno, quedan tres cuartos de hora que no entiendo cómo han decidido mantener en el corte final. Todo se cae a pedazos, los personajes dejan de entenderse a sí mismos y hasta los escenarios se desmoronan. Al final tenía tantas ganas de que la mujer gigante destrozase a todo el mundo que llegué a dudar si esa era realmente la intención de Marshall.

Into the Woods conseguirá entretener a los fanáticos de los musicales pero no enamorarlos. El libreto reformado de Lapine necesita más caña y la partitura de Sondheim, siendo más que correcta, necesita temas que se queden en la mente del espectador a la salida. Además el esquema musical recuerda tanto a Sweeney Todd, otro trabajo del compositor, que no puedo no comparar con su versión cinematográfica y claro, Burton gana esta vez.

Al bosque a liarla
Aquí el trailer. Si te gustan los musicales y has sucumbido a la moda de las series sobre cuentos, prueba suerte. Un 6'5.

27/1/15

‘71

‘71, cuando la guerra es personal.

A sufrir
Primera película de Yann Demange, responsable de esa locura que fue Dead set: Muerte en directo y otras tantas miniseries británicas. Aquí se lanza de lleno a un tema tan complejo como el conflicto de Irlanda del Norte y consigue un punto de vista original, impactante y efectivo. Vista en el pasado festival de Sitges, el comentario general se repitió hasta la saciedad: no encaja mucho en esta semana del fantástico pero oye, nos ha dado igual.

La trama nos situa en la Belfast de 1971 con todo lo que eso supone. Un soldado británico se separa de su grupo tras una intervención que termina regular. Aislado y rodeado por gente que le persigue, deberá hacer lo imposible por sobrevivir en una zona explosiva donde sus habitantes conviven como pueden con el odio del IRA, las intervenciones del ejército inglés y las trifulcas y traiciones vecinales.

Jack O'Connell es el encargado de pasarlo mal y trasladar ese sufrimiento al espectador. El director no se separa de él salvo para introducirnos otros problemas a su alrededor y, sólo en esas escenas en las que se anticipan problemas futuros, se puede respirar unos segundos. El ritmo frenético consigue que durante hora y media temas por el pobre soldado que no sabe ni cómo ni por qué le ha tocado vivir esa experiencia.

Rozando algunas tramas políticas más vistas, el éxito de ‘71 radica en centrarse en su protagonista y, desde él, mostrar el sinsentido de esa guerra de barrios en primera persona. No es un simple shooter, o al menos no uno sin historia, pero se agradece la cámara a pie de calle que, sin abusar del movimiento forzado, nos obliga a respirar la tensión que asola a los personajes que pululan por esa Belfast infernal.

Está el ambiente algo cargado
Aquí el trailer. Ideal para compaginar con Bloody Sunday en un día enrabietado. Un 7'5.

23/1/15

Autómata

Autómata, cuando el envoltorio no lo es todo.

Calvoroto
Segundo largometraje de Gabe Ibáñez que dirige y firma el guión junto a Igor Legarreta y Javier Sánchez Donate. Como su primera película, Hierro, dejó con ganas de más y ahora presentaba un relato de ciencia ficción con prometedores efectos visuales y Antonio Banderas a la cabeza, se estrenó con demasiada expectación en el pasado Festival de San Sebastián.

Una producción española así mola, pero a nada que no funcione en algún aspecto, todos irán a la yugular. Yo no la defendí en su día en exceso, reconozco que hay por donde machacar, pero también tiene sus momentos y parece que ha costado unos meses que las aguas se calmen.

La trama nos sitúa en una Tierra futurista y desolada donde un agente de seguros se gana la vida viendo robots rotos. Debe constatar que no han tenido fallos que acareen problemas a la compañía pero, poco a poco, descubrirá que algo está pasando con los cacharros. Se están volviendo listos, sorpresón.

Pues bien, de la imagen nada que reprochar, buenos ambientes y tecnología de verdadera ciencia ficción. Banderas se entrega al máximo y nos recuerda que no ha llegado donde está por suerte. Estos aspectos, su ambientación, diseño y el bueno del malagueño, son grandes valores a destacar y sí, la pena es que no puedo seguir con los halagos.

Kapasao Melanie?
Tras un primer tercio prometedor, con una presentación post apocalíptica atrayente y un planteamiento a lo Blade Runner cutrongo, la cosa empieza a torcerse y termina pareciendo más un Resident Evil: Extinction desganado y sin Milla Jovovich. Con caprichos de guión insoportables y frases que hacen que el pobre Banderas parezca idiota, la cinta entra en un desierto, tanto literal como figurado, del que no consigue salir. Y luego está lo de Melanie que es como para escribir un artículo a parte.

El caso es que si te va la ciencia ficción, tienes un corto muy chulo de media hora, oscuro y lleno de intrigas interesantes, resuelto en otra peli de hora y cuarto tontorrona y cargada de giros pretenciosos que causan risas no pretendidas. Y si alguien me dice de qué sirve el perrete robote, a parte de para molar un poco en pantalla, que me avise.

Anchonio de neón
Aquí el tráiler. Que conste que la nota media en San Sebastián fue de 4, en Sitges de 5 y ahora se ha estabilizado en un 6. Yo mantengo mi 6 inicial pero porque soy benévolo hasta el asco. #Aimajiuman

22/1/15

La teoría del todo (The Theory of Everything)

La teoría del todo (The Theory of Everything), la mujer tras el físico teórico más célebre de nuestro tiempo.

Como la peli, cartel algo vacío
Hay dos facetas de la vida de Stephen Hawking que nos fascinan a todos, su trabajo y su enfermedad. Sólo una mente única, de esas que aparecen en contadas ocasiones en cada generación, sería capaz haber aportado tanto al mundo científico y, a la vez, soportado la vida de castigo que conlleva su variante de la ahora conocida ELA. Como la película se centra en una tercera rama de su vida, la de su matrimonio, mi expectación con respecto a este biopic fue bajando de nivel según se acercaba el momento. Lo cierto es que su existencia es tan interesante que, al final, reconozco que merece la pena.

La trama se apoya en el libro de la propia Jane Hawking sobre sus veinticinco años al lado del genio. Veremos cómo se conocen, cómo sufren el batacazo del fatídico diagnóstico y cómo luchan, especialmente ella, por sacar adelante a una familia que se ve superada por las circunstancias una y otra vez.

Lo que hace Eddie Redmayne es algo de otra galaxia. No imita, se transforma. El genial trabajo de caracterización es sólo la guinda en una interpretación entregada, sincera e irrepetible. Sé que lo difícil es interpretar bien a alguien normal, que las enfermedades son un imán facilón de premios, pero esto es diferente. El propio Hawking dijo que por momentos se reconocía a sí mismo en pantalla.

Muy bonito todo
Y lo mejor de todo esto es que Felicity Jones no se queda atrás. Cuando comparten escena no sólo no desaparece, si no que juega con Redmayne en cada plano y se dejan dominar el uno por el otro. La actriz nos descubre de la mejor manera posible a una mujer que lo dio todo hasta donde pudo. Una interpretación fuerte, atractiva y merecedora del mismo reconocimiento que su personaje.

Y pese a todos estos piropos, llega el momento de dar algún palo. Porque sí, me interesa lo que me cuentan y las interpretaciones rozan la perfección, pero el regusto final que me ha dejado La teoría del todo no es tan satisfactoria. El guión naufraga a menudo en reiteraciones estructurales, un ciclo compuesto por duda matrimonial, disgusto por la enfermedad y reconciliación que se repite hasta el hastío. La falta de un elemento que realmente conquiste nuestras mentes, como sin duda hacen sin esfuerzo los personajes retratados, es algo a echar en cara a un libreto que carece de fuerza argumental.

Niño, deja la pelotita
La banda sonora de Jóhann Jóhannsson es funcional y emotiva, pero le falta la grandilocuencia que sin duda merecía la historia. Y que conste que digo esto sabiendo que me caerá una bronca de uno que yo me sé.

La figura de Hawking es tan inmensa que era difícil que saliese plenamente satisfecho. Entiendo que en el fondo me ha pasado lo mismo que con The Imitation Game (Descifrando Enigma), película que además de compartir cartelera es similar en muchos aspectos. Ambas recrean figuras fundamentales de las ciencias británicas y, tanto Turing como Hawking merecen, a parte de una gran interpretación en su nombre, una cinta con su historia que sea más contundente.

La interpretación en este momento asusta
Aquí el trailer. Si alguno se queda con ganas de más, el propio Cumberbatch fue el encargado de interpretar al cosmólogo en Hawking, producción televisiva de hace diez años que no he visto pero que os invito a descubrir. Un 7'5.

Whiplash

Whiplash, cine a baquetazo limpio.

Sigue tocando
Apisonadora dirigida por Damien Chazelle, músico frustrado que tras un debut que nadie vio, Guy and Madeline on a Park Bench, y escribir los flojos guiones de El último exorcismo 2 y Grand Piano, ha conseguido transformar un corto prometedor en una largo demoledor.

La intensidad sube y baja, como las improvisaciones que adornan los extremos de una cinta que, si se te mete dentro, te obligará a dar el coñazo a todo conocido viviente. Y no es que Chazelle haya mejorado en la escritura de los diálogos, que siendo mejores que los de sus trabajos anteriores siguen cargados de elementos innecesarios, si no que ha dado en la clave con el tema, el tono y los personajes. Y que Dios bendiga a J.K. Simmons.

La trama nos presenta a un joven que estudia en un prestigioso conservatorio y vive con la idea de ser el nuevo genio de la batería de jazz. Para ello sabe que tiene que entrenar duro y conseguir un mentor a la altura, el profesor más temido de la escuela. Cuando por fin se cruzan sus caminos, empezará la verdadera tortura.

Miles Teller es el protagonista decidido a darlo todo por el ritmo y la velocidad. Gracias a que ya se manejaba bien antes de todo esto y a intensas clases durante semanas, es el propio actor el que toca lo que se ve en pantalla, al menos en su mayoría, y el que sufre unas cuantas ampollas de mal aspecto en las manos maltratadas. Todo porque a su lado está siempre, inclemente, el hombre que deberá exprimir el jugo del artista imprescindible que lleva dentro, si es que es así.

¡Sigue tocando!
J.K. Simmons es uno de esas secundarios con los que siempre te quedas con ganas de más y en Whiplash, por fin, tenemos una dosis con la que relamernos. Sus gritos, aplastantes para todos e insoportables para cualquiera con dudas, llevarán al protagonista y al espectador hasta el borde del abismo. Él tiene clara su meta, conseguir un nuevo genio arrancado de la desesperación y el sufrimiento, el único modo que conoce de pulir rocas del camino para encontrar diamantes. Si para eso tiene que descuartizar piedras vulgares, bienvenido sea.

El director traslada esa pregunta al espectador aunque, valiente, se termina mojando. Uno puede salir de la sala discutiendo sobre si es lícito ese sufrimiento, esa dedicación completa al propósito para conseguirlo pero no nos engañemos, pese a presentarnos a Simmons como el antagonista, Teller no es el héroe que otros hubiesen plasmado. Quizá sí al final y, por eso, Chazelle se deja llevar por sí mismo y se descubre defensor de todo lo que nos ha hecho. Supongo que a Anna Tarrés le gustará también.

La música que se disfruta durante la película es un regalo de banda sonora donde Justin Hurwitz, otro músico no tan frustrado, ha jugado con el jazz más clásico para romperlo con fragmentos de percusión que constituyen los momentos más punzantes de la trama. Curiosamente no es el Whiplash del título el que se lleva la palma, si no una versión de Caravan la que nos hace subir a los cielos en un clímax monumental.

Una cinta apasionante con la que dejarse arrollar. Fotografía limpia, fría y funcional, montaje ágil y trama punzante con jazz, sufrimiento y buenos actores, si con todo eso no te decides a ver este título yo ya no puedo hacer nada.

¡SIGUE TOCANDO!
Aquí el trailer. Si no quieres ver una de las imprescindibles del año, no pasa nada, pero luego no me llores por favor. Un 8'5.

21/1/15

Héctor y el secreto de la felicidad (Hector and the Search for Happiness)

Héctor y el secreto de la felicidad (Hector and the Search for Happiness), dos horas de búsqueda infructuosa para el espectador.

Fiestón
Producción británica de esas que tiene parte de alemana, parte canadiense e incluso participación sudafricana. Basado en un best seller de François Lelord, el encargo llegó a manos de Peter Chelsom cuyas dos últimas cintas fueron Shall We Dance (¿Bailamos?) y Hannah Montana: La película. Dicho esto podría poner la nota y despedirme, pero no soy así, me debo a mi público.

La trama sigue el viaje de Hector, un psiquiatra que tiene una novia controladora y unos pacientes insoportables y decide, para ayudar a todos, salir de viaje por el mundo para ver qué hace feliz a la gente. Descubrirá que a los altos ejecutivos les va el dinero, a los monjes la paz interior, a los sicarios el poder de las armas y así sucesivamente. El tipo es un lince. Al final alcanza el nirvana porque se reconcilia con la pedorra de la novia, que no se entiende muy bien si le ha puesto los cuernos o simplemente es así de rarita. Él sí se los pone por cierto, y no parece que eso sea inconveniente. Siento los spoilers pero, en serio, da igual.

Tintín está mayor
Simon Pegg hace lo que puede y, aun así, le darían un guantazo escena sí, escena también. No es su culpa, es la peli, ya lo sé, pero joder Simon que tú vales más, deja pasar proyectos así que aunque te den pasta y te lleven por el mundo, luego me tengo que tragar yo el video de tu viaje y me aburro. Rosamund Pike funciona mejor si piensas que está repitiendo su personaje de Perdida y asumes lo que le espera al pobre Hector cuando lleguen los títulos de crédito. Aparecen caras conocidas en cada país que visita el prota, véase Stellan Skarsgård, Christopher Plummer, Toni Collette o Jean Reno, todos correctos dentro del hastío en el que se va convirtiendo esto.

Y ojo que no es una experiencia horrible, es más bien insulsa, vacía, insustancial. Nada me interesa del todo, no me río, no lloro, no nada. En un mes no recordaré la trama y en un año me costará decir el título sin confundirme. Si la pillas dentro de un tiempo, justo cuando te has recostado en tu sofá favorito para bajar un buen cocido, baja el volumen para los anuncios y disfruta de la siesta. Cada vez que abras un ojo verás a Simon Pegg en un lugar diferente y eso tampoco es tan malo.

Choque muy loco
Aquí el trailer. Como El abuelo que saltó por la ventana y se largó pero aun más descafeinada, si es que eso era posible. Un 5.

19/1/15

V3nganza (Taken 3)

V3nganza (Taken 3), tocar las narices al tipo equivocado, otra vez. Nadie aprenden nada o qué.

Un poquito exagerado todo
Tercera y supuesta última parte aunque, con la taquilla que está teniendo, no creo que nos libremos de una cuarta en un par de años. La cosa empezó muy bien, Venganza era una peli molona, de esas patrocinadas por Luc Besson que mezclan técnica americana con tonos europeos. Su prota funcionó tan bien que supuso el giro en su carrera que Liam Neeson que buscaba. Desde entonces es el héroe de acción torturado favorito de todos. Luego llegó Venganza: Conexión Estambul, donde volvíamos a pasar un buen rato pero sólo gracias al prota. Ahora había un mínimo de esperanza, aunque volvía el director de la anterior, Olivier Megaton, se creía en una vuelta al origen. Ya claro, sigue soñando.

La trama nos presenta al bueno de Bryan Mills que tras pasarlas canutas en las anteriores, está más calmado. Tiene una buena relación con la plasta de su hija y se está acercando cada día más a su ex mujer hasta que, irremediablemente, muere asesinada indicando que él es el responsable. El argumento intenta volverse El fugitivo y el prota tendrá que huir del FBI, la CIA y la OTAN mientras busca a los verdaderos malos y, cómo no, protege a su hija porque se huele que si se descuida la secuestran otra vez.

Hija es que estás tonta de verdad
Tener a Liam Neeson dando galletas ya te vale 3 puntos, sólo tienes que conseguir 7 más para ser la cinta del año. Pues hombre, no lo han conseguido precisamente. A ratos, Forest Whitaker también mola haciendo de Tommy Lee Jones, pero a parte de estos dos, no hay manera de disfrutar de V3nganza en condidiones. Si hasta el título en español ya es de chiste.

Todas las estratagemas de malos y buenos están robadas a niños de 5 años jugando a polis y cacos en el  recreo. Si no es así, se han lucido. Las escenas de acción están desganadas y, si bien no abusan de dar golpes a la cámara para que no se vea nada, montan los tiroteos con unos tres planos por segundo, lo que consigue el mismo efecto indeseable.

Para cerrar, vamos a repasar las pelis que desencadenó la primera parte de esta saga en la vida del bueno de Neeson, que cada día es más alto, se calcula que en verano alcanzará los tres metros.

2008 - Venganza (Taken) 7'0
2011 - Sin identidad (Unknown) 5'5
2012 - Venganza: Conexión Estambul (Taken 2) 5'5
2014 - Non-Stop (Sin escalas) (Non-Stop) 6'5
2014 - Caminando entre las tumbas (A Walk Among the Tombstones) 7'0
2014 - V3nganza (Taken 3) 5'0

Perdone, ¿ha visto a esta pava siendo secuestrada otra vez?
Aquí el trailer. Y ojo que los tres futuros trabajos del actor siguen molando: Run All Night es otra de estas de acción para su nueva carrera dirigida por Jaume Collet-Serra, Un monstruo viene a verme que es la nueva de Bayona y Silence, proyecto futuro de Scorsese. Grande Qui-Gon. Un 5.

17/1/15

Somos lo que somos (We Are What We Are)

Somos lo que somos (We Are What We Are), la familia que esconde secretos truculentos unida, permanece unida.

De cenuqui
Segunda película de Jim Mickle que se estrena este mes y, curiosamente, realizada antes de Frío en julio. Cuento gótico de la América profunda que reformula así la cinta mexicana en la que está basada, Somos lo que hay.

La trama nos presenta a los Parker, una familia compuesta por un viudo, dos hijas y un hijo. El patriarca está aferrado a sus propias tradiciones y obliga a las niñas a seguir cada una de ellas como norma imprescindible de la casa. El problema es que alguna de esas costumbres son oscuras hasta para el cenagoso poblado donde viven. Los vecinos sospechan, la gente desaparece, llueve.

Bill Sage es el perturbador pater familias. La barba aporta al actor el carisma y presencia necesarios para mosquear al más distraido. Ambyr Childers funciona como hermana mayor aunque es absorvida por Julia Garner en cada escena que comparten. Sin hacer mucho ruido, esta chica se está ganando un puesto en toda producción indie que se precie, funcionando muchas veces mejor que la propia película. El reparto destacable termina con el doctor del pueblo, el siempre inconmensurable Michael Parks.

Sin conocer el original mexicano, Somos lo que somos es un relato sencillo, oscuro y efectivo. Un cuento de secretos con momentos descarnados donde Mickle consigue mantener el ritmo narrativo necesario y ofrecer la ambientación adecuada para el tono elegido. Si hay que destacar algo de este realizador tras las dos películas de este mes, es que tiene buen gusto, estilo y capacidad para explorar diferentes terrenos. Es cierto que las dos son relatos grises con tramas truculentas, pero el modo de retratar los ochenta en una y un clásico villorrio en otra, me hace pensar en un tipo con capacidad para cosas diferentes bien hechas.

Una cinta interesante, gustará a los amantes del género y engatusará a algún no iniciado por sus giros, más o menos previsibles pero no por ello faltos de interés.

Ya se ha fastidiado la tarde
Aquí el trailer. Apuntado queda, Jim Mickle, te sigo la pista. Un 7.

16/1/15

Babadook (The Babadook)

Babadook (The Babadook), el hombre del saco en Cangurolandia.

Hemos perdido el "The"
Debut en el largometraje de la australiana Jennifer Kent que le valió el premio especial del jurado en Sitges. Ampliación de Monster (ver aquí), un corto de la autora donde ya presentaba una historia similar. En Babadook nos encontramos ante un cuento oscuro, gótico por momentos y que, sin presentar nada nuevo, gusta por su buen hacer. Sencilla, casera pero con estilo, terror aussie a reivindicar ahora que está de moda el género en las antípodas. Vale que al final se le va de las manos pero oye, que no pasa nada.

La trama nos presenta a una viuda que perdió a su marido el mismo día que dio a luz a su hijo. El trauma parece que no está muy superado y claro, el crío es rarete. Su obsesión con monstruos en el armario aumenta cuando aparece en su casa un curioso cuento llamado Mister Babadook donde una entidad maligna se apodera de quien lo vea. Por mucho que intenten deshacerse de él, el libro volverá y el horripilante protagonista se hará cada vez más tangible.

La familia se la juega
Essie Davis es la encargada de ir perdiendo la cabeza. De madre algo en las nubes a mujer superada por las circunstancias pasando por loca de atar. Todo culpa de Noah Wiseman, el hijo que reúne de un modo extraño la cualidad de infante molón y niñato de bofetón. Juntos son todo lo que necesita la retorcida trama para avanzar junto con el elegantísimo monstruo que volverá su vida un infierno.

La estética es uno de los grandes aciertos. La mezcla entre Edward Gorey y Grant Wood hará las delicias del fan de Tim Burton más minimalista. Aquí todos tienen un puntito de oscura austeridad, no solo los protas y su casa, si no todos los personajes que circulan por la película. Lo mismo ocurre con los escenarios y el diseño del libro protagonista, un elemento perfecto para los coleccionista que ya podéis comprar aquí.

Molando todo
En cuanto al terror en sí, la película contiene momentos genuinamente pelopúnticos, esos que hacen que el público de festivales de género suban el tono de los murmullos hasta llegar a la risa nerviosa conjunta. Junto a esto incluye exageraciones y patochadas perfectas para este tipo de pelis que consigue que el conjunto, al ser un CUENTO, sea aun más entretenido.

Una cita más que recomendable a los sibaritas de los monstruos con buena presencia. Cuidado con las expectativas y las críticas rimbombantes, es un título sencillo a tener en cuenta, no un pilar del terror moderno.

Que viene que viene
Aquí el trailer. A ver si, aprovechando el tirón, nos llega la neozelandesa Housebound. Un 7'5.

15/1/15

Siempre Alice (Still Alice)

Siempre Alice (Still Alice), la tragedia de la enfermedad con la serenidad del indie de pasta.

A sufrir
Los directores de esta peli, Richard Glatzer y Wash Westmoreland, han ido a pillar cacho. El tema tratado, el tono y el reparto, me hace sospechar de una búsqueda de premios que han logrado, al menos para la prota, pero que no deja ver nada más detrás de eso. No me emociona ni enseña nada nuevo, a parte de sentirme triste y asustado por la existencia de este drama en la vida real. El sufrir por el sufrir, sin ni siquiera sufrir demasiado.

La trama nos presenta a una exitosa lingüista que es diagnosticada con un duro y voraz tipo de Alzheimer. Deberá ir asumiendo lo que se le viene encima mientras ata cabos y se despide de quien sabe que no se acordará en unos meses.

Julianne Moore lo hace muy bien, de acuerdo, pero cualquier actriz de más o menos su experiencia podría haber logrado el mismo resultado. La dureza del drama real no está representada de una manera cruda o desagradable, la protagonista no sufre ningún episodio violento o físicamente complejo y como interpretación no va más allá de enfadarse una vez, no mucho, y dejar que su personaje se pierda en su nuevo mundo. Puede que algún despistado con ganas de jarana lea esto como algo políticamente incorrecto pero de verdad, me parece un papel facilón con el que es una vergüenza ganarse a los académicos.

Habrá que ir perdonando a esta chica
Por otro lado, la pobre Kristen Stewart, con la que todos nos quedamos a gusto por lo de Crepúsculo, se esfuerza en la trama más interesante de la película. Junto con Alec Baldwin, que hace de marido que aguanta lo justo, son los personajes desperdiciados en pos de más momentos de la protagonista pensando en lo que se le viene encima. Aparecen otros hijos y se anuncian otros conflictos pero no terminan de despuntar por ningún lado, que nadie espere que esto se salga de la trama principal.

Con una banda sonora de violines en la lejanía y una fotografía funcional, Siempre Alice ofrece un drama suave para los que quieran dejarse amodorrar por la congoja. Sin nada destacable en su guión pero con un ritmo aceptable, lo mejor que se puede decir de esta película es que no está mal hecha. Lo que pasa es que eso, para sus pretensiones, es malo.

El amor, el mar y lo que quede
Aquí el trailer. Me sigo quedando con Arrugas. Un 6'5.

14/1/15

Corazones de acero (Fury)

Corazones de acero (Fury), deconstruyendo un Sherman.

Titulón
Nueva película de David Ayer, un tipo de esos a los que me gusta seguir la pista. Es verdad que su anterior trabajo, Sabotage, fue un truño indefendible, pero la condición de encargo salvó al director de la quema y ahora, con una nueva cinta escrita por él mismo, las ganas han vuelto. El resultado puede que no sea tan satisfactorio como quisiera, Sin tregua sigue siendo su mejor película, pero el buen sabor de boca es innegable.

La trama cuenta la historia de los cinco americanos responsables de un tanque Sherman en la Alemania del 45. Dirigidos por el sargento Wardaddy, Chacal en España, deberán ir conquistando pueblos mientras se enfrentan a pelotones enemigos, armas antitanque y a los temidos Tiger, los poderosos blindados alemanes.

Brad Pitt tira de lo ya aprendido y amplía su personaje de Malditos Bastardos. Está bien porque su personaje en la de Tarantino ya molaba y Pitt aguanta con lo que toque, pero a parte de hacerlo un poco menos caricatura, no aporta nada nuevo. Sus cuatro compañeros de carro están a la altura, desde el cada vez más centrado Logan Lerman a Michael Peña, siempre cumplidor. Jon Bernthal consigue su papel más interesante al exagerar su condición de cateto y Shia LaBeouf, por raro que parezca, está muy bien.

Sa roto
Corazones de acero, a parte de ser una nueva afrenta del señor que pone los títulos en español, no es ni una carta al patriotismo y la heroicidad americana, ni un sucio cuento de la suciedad de la guerra. Tiene episodios mezclados de estas dos maneras de abordar el bélico, consiguiendo una mezcla donde cada uno puede disfrutar con lo que le apetezca.

Por un lado incluye segmentos tan intensos como el de la comida con las dos alemanas, un momento en el que temes que los aliados no sean más que despiadados conquistadores. Por otro, vemos como los protagonistas se juegan la vida por hacer a sus compatriotas el camino más fácil. En este aspecto, más que el clímax final que, aunque entretenido, no creo que consiga lo que pretende, destacaría la batalla tanque a tanque, el verdadero enfrentamiento Tiger vs. Sherman donde se puede disfrutar como un niño que no piense en lo que se están jugando realmente.

Esto huele a Tarantino
Con una banda sonora algo artificiosa y pretendidamente emocional firmada por Steven Price, esta cinta es el material perfecto para el que se quiera dejar llevar por la épica del bélico sin demasiados trucos baratos. La inclusión de elementos realistas poco frecuentes en estas pelis, como el uso de las trazadoras, ayuda a que el fondo poco profundo resulte más interesante en conjunto.

En definitiva, una buena película bélica, con tres o cuatro escenas punteras pero que no termina de ser la historia sobre la guerra que muchos esperabamos. No es un fundamental, pero si te va el género no vas a lamentarlo.

El Sherman de fiesta
Aquí el trailer. Por momentos me hizo pensar en Los violentos de Kelly y, ya que estoy, la recomiendo a los despistados. Un 7'0.

12/1/15

Globos de Oro 2015

Damos a todo el mundo y a casa. Esa debió ser la conclusión final de la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood, los tipos que dan estos premios y que decidieron repartir al máximo para que no hubiese peleas a la salida. Todo por el bien cívico, yo lo entiendo, no está el mundo para crispar a unos con derrotas y emborrachar a otros con éxito.


Tercera edición con Tina Fey y Amy Poehler como presentadoras. A mi me tienen ganado por su paso por Saturday Night Live pero reconozco que es mejor cambiar de vez en cuando. Sobre todo porque se encasquillaron en chistes sobre Corea del Norte, que también lo entiendo, y terminaron repitiendose en sus dos o tres apariciones durante la gala. Casi parecía que un encargado de Sony había escrito la ceremonia, la promo de The Interview suma y sigue. Divertidas pero previsibles, el punto áspero lo puso una broma dura sobre Bill Cosby que no gustó a los llorones de siempre. Demasiado pronto, demasiada America supongo. Dicho esto, vamos al listado que es interminable porque ya digo que hay para todos.

En el apartado televisivo se dio uno de los palos que más dolió a los seguidores correspondientes: Fargo ganó a True Detective. Mejor miniserie y mejor actor de esa categoría para Billy Bob Thornton por delante de Woody Harrelson y Matthew McConaughey. En el mismo apartado, el de mejor actriz fue para Maggie Gyllenhaal por The Honourable Woman que dio un discurso honorable sobre la mujer. Como intérpretes secundarios, Joanne Froggatt y Matt Bomer dieron a Downton Abbey y The Normal Heart sus galardones.

El Señor
Fuera de las miniseries, aunque cada año entiendo menos qué lo es y qué no, se premiaron las novedades. En drama, The Affair se llevó el premio gordo junto a su protagonista Ruth Wilson, ni idea de qué es esto. El de mejor actor en este sector fue para Kevin Spacey por House of Cards. Mejor actor, mejor persona y mejor que todos los demás. Un día entraron en una habitación Kevin Spacey y Bill Murray y ASÍ ES COMO SE CREÓ EL UNIVERSO.

En serie de comedia la ganadora fue otra nueva, Transparent, que también le sirvió a Jeffrey Tambor para hacerse con el de mejor protagonista de la categoría. Entiendo que poner peluca y vestido a un señor mayor mola, pero pasar por delante de Ricky Gervais y Louis C.K. no sé yo. Gina Rodriguez fue la interprete femenina galardonada por Jane the Virgin, otra de la que no os puedo hablar. Hasta aquí la tele de un año que me siento más perdido que nunca, menos mal que en las pelis, incluso con los estrenos irregulares a la española, estoy más al día.

Wiig y Hader molando
Empecemos poniendo algo de música, la mejor banda sonora es para el súper islandés Jóhann Jóhannsson por su trabajo en La teoría del todo, que sin haberla visto sí he escuchado su música y me parece algo soseras. Yo hubiese apostado por el batera mexicano de Birdman y que empezase la fiesta del tequila pero bueno, no se puede tener todo. La mejor canción fue el premio obligatorio del año a una producción de la cansina de Oprah, esta vez para Glory, el tema de John Legend y Common para la peli Selma. Pobre Lana, no hay forma.

Los polacos de Ida se quedaron con las ganas y los rusos abrieron el vodka para celebrar el triunfo de Leviatán como mejor peli extranjera. Yo, que voy a parte, iba con la franco israelí Gett: El proceso de Viviane Amsalem que mola un rato y no es tan dura como todo lo demás que circula en este segmento.

Otro palo duro fue ver a Cómo entrenar a tu dragón 2, que está muy bien, llevarse el premio que le correspondía por derecho a La Lego película. En estas ocasiones hay que recordar que las cintas no tienen la culpa de los premios que reciben, no quiero cogerle tirria a la de los vikingos pero vamos que ahora no todo es tan fabuloso :__(

Llegados a este momento debo señalar que el premio honorífico de los Globos, el Cecil B. DeMille, fue para George Clooney. En el año en el que se ha casado y ha reconocido que ha dirigido un truñete, no sé si es el mejor momento o es para levantarle la moral. También es verdad que el tipo ha logrado el milagro de que una peli con él, Murray y Goodman parezca una castaña.

Batman, Bitelchus, Birdman
Sólo nos queda la crema de la noche y, para que os metáis más en situación, debería hacer una pausa tras cada premio como en la gala, que madre mía que pesaos. Mejor guión para el mejor guión, así da gusto. El firmado por Alejandro González Iñárritu, Nicolás Giacobone, Armando Bo y Alexander Dinelaris Jr. que acordaron en llamar Birdman o (La inesperada virtud de la ignorancia). Una joya llena de capas y capas que al final parece que han estado ahí todo el tiempo. Un placer, como ver otra de las grandes justicias de la noche y oír el emocionado discurso del mejor actor de comedia o musical. Michael Keaton es inmenso y no sólo por su inconmensurable papel, si no porque ha ganado a Ralph Fiennes, Bill Murray, Joaquin Phoenix y Christoph Waltz en un año en el que todos estaban geniales y a nadie le ha importado. Por algo yo tengo ya un muñeco de Birdman desde hace 24 años.

Para vosotros
La actriz galardonada en ese mismo apartado fue Amy Adams por Big Eyes, una peli que no terminaría de colocar en comedia pero supongo que tampoco en drama, más bien en tofu. No se lo dieron a Julianne Moore porque ya lo tenía apalabrado en la sección de dramones por Siempre Alice y ahí sí que subió a que sus fans, vosotros, que lo sé, aplaudieseis con emoción. Eddie Redmayne recogió el suyo por hacer de Stephen Hawking en La teoría del todo y promete pero, hasta que la vea, debo señalar a Cumberbatch como el gallo del corral.

Y como lo de Michael Keaton, otro premio que, pese a tener muchos novios merecedores, no molestó fue el de actor secundario a J.K. Simmons por Whiplash y por una carrera de destacar desde atrás hasta comerse a los de delante. Me dio algo más de lástima que Emma Stone se fue sin el suyo pero reconozco que Patricia Arquette en Boyhood está incontestable así que me callo.

Linklater muy contento, su hija no sé
Y es que esta cinta, la única que se llevó tres globitos, volvió a crear en mí esa sensación de corazón partido cuando Richard Linklater se hizo con el de mejor director. Estaba muy contento por él y sus proyectos a largo plazo que nos rompen la mente, pero a la vez no pude evitar ponerme muy triste por Iñárritu y Wes Anderson, que también merecía uno cada uno, algo melancólico por Fincher, que si algo funciona en Perdida es él y, bueno, por Ava DuVernay no sentí nada porque no tengo ni idea de quién es, no os voy a engañar.

Nos quedan dos cositas, nah, dos tonterías, mejor peli comedia o musical y mejor drama. La primera fue sorpresa, cuando los fans ya habíamos desplegados las alas resultó que El gran hotel Budapest era la galandonada. En ese momento me di cuenta de que, aunque puede que prefiera la otra, todo premio a Wes Anderson me parece un detalle de buen gusto así que aplaudí como un señor. Solo, en mi cuarto, a las 04:45. El mejor drama, a parte del de mi propia vida, fue el tercer y último premio para Boyhood que ganó así a Birdman por uno y no terminaron de aclarar esas supuestas quinielas de Oscar que nacen la mañana siguiente de los globetes.

Cumberbatch a su rollo
Sin nada más que añadir, y recordando que en twitter se está muy cómodo, os emplazo a la noche del sábado 7 de febrero para los Goya y, a los valientes, la madrugada del domingo 22 al lunes 23 para discutir los Oscar con palomitas. Y recordad id al cine, que alguno anda despistado y luego no ha visto nada y no quiero lloros.