Boyhood (Momentos de una vida) (Boyhood), porque el cine aun
puede sorprender.
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Cartelón |
Cuando
Truffaut rodó
Los 400 golpes, quedó tan fascinado con
Jean-Pierre Léaud que decidió mostrar diferentes etapas de la vida de su
personaje,
Antoine Doinel. Gracias a eso, podemos ver crecer a
Léaud durante veinte
años en otras cuatro películas.
Ya en los noventa,
Richard Linklater estrenó
Antes del amanecer, bellísimo encuentro entre un americano y una francesa que pasan una
noche inolvidable. Nueve años después vimos en
Antes del atardecer qué había
sido de la pareja y pasados otros nueve, el cierre, de momento, en
Antes del anochecer. Ver madurar a los actores durante esos casi veinte años es un regalo
de un director que busca algo más que ir estrenando proyectos. La experiencia encandila
a todo aquel que se deje atrapar y parece difícil de imitar o superar. Pocos
sabían que el mismo
Linklater estaba sumergido en un proyecto aun más
increíble, porque ambicioso no se puede atribuir nunca a esta película, que
perfeccionaría tanto la experiencia de
Truffaut como su historia de amor por
elipsis.
Boyhood, y perdonad que no añada el innecesario complemento al
título en español, empezó a rodarse en 2002 y se terminó en 2013. Durante estos
once años, el equipo se reunió 45 jornadas de rodaje donde la
historia fue avanzando junto con el tiempo. Su protagonista empieza este relato
con 7 años y tiene 18 en el último plano, esta evolución es narrada con cariño,
mimo y una veracidad que impide que el espectador deje de disfrutar de lo que
está ocurriendo en la pantalla.
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Leyendo el primer Harry |
Y es que aquí todo es sincero, la vida pasa ante nuestros ojos y no
podemos no identificarnos porque el tiempo nos es común, qué le vamos a hacer.
Aun así,
Linklater ayuda a todo el mundo y allana aun más el camino con
referencias populares que nos sitúan en todo momento. Vemos carteles por la
campaña de
Obama, el multijugador del
Halo 2, discusiones sobre si es mejor
Yoda que
Grievous,
la llegada de la moda emo, niños disfrazados de mago esperando para
comprarse
Harry Potter y el misterio del príncipe y, como estas, todas las referencias necesarias que
harán que sepamos no sólo cuándo nos encontramos, si no que nos harán
partícipes a todos los que hayamos vivido esta última década. Y aunque hay
mucho por elegir, me quedo con el mosqueo de
Mason en 2008 cuando no comprende cómo
alguien no ha visto las tres mejores pelis del año:
El caballero oscuro,
Tropic Thunder y
Superfumados. Muy de acuerdo.
En este momento debería explicar que
Mason es el niño/joven
protagonista. La película no tiene una trama marcada por un acontecimiento o un
arco argumental claro.
Boyhood es un río, un fragmento en la vida de un chico
que lo pasa bien, mal y regular. Un niño que crece junto a su hermana y sus
padres, cada uno por su lado. Da igual que no se cuente nada preciso, la magia
de esta película es la experiencia, el tiempo y la realidad, sustituyendo un argumento de peso por una cantidad infinita de detalles que forman la infancia del chico al que vemos formarse.
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Tecnología puntera |
Ellar Coltrane fue el elegido. Aguanta la cámara durante
años mientras su aspecto y fondo evolucionan. Según pasan el tiempo y llega a la
adolescencia, la sonrisa se va difuminando pero, cuando asoma, la gloria de
volverse a encontrar con el niño del principio es magia pura. Junto a él vemos
crecer a
Lorelei Linklater, hija del artífice de todo esto y que se empeño en
salir cantando al principio y claro, como la tenía a mano, se metió en la
historia siendo casi tan importante como su hermano en la ficción. Ambos
desprenden la naturalidad que busca la película y son la parte más vistosa en
cuanto a su crecimiento año tras año.
Respecto a
Patricia Arquette y
Ethan Hawke sólo me queda
seguir deshaciéndome en halagos.
Arquette madura de una manera maravillosa,
real y termina quedándose con gran parte de la película. En cuanto al padre, creo
que
Linklater ha hecho más por la carrera de
Ethan Hawke que él mismo. Las
mejores escenas ocurren cuando alguno de los padres están presentes gracias a
la honestidad con la que han afrontado el reto, es más, como son colegas se
hizo un pacto en el que si algo le pasaba al director,
Hawke se comprometía a
terminar la realización del proyecto, así da gusto.
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Un día muy loco |
La banda sonora es una de esas compilaciones que estará en
el reproductor de todo el que vea la peli al día siguiente.
The Hives,
Cat Power y toda una lista de modernuquis que harán las delicias de los gafapastas
de los 2000. Un par de temas de
Arcade Fire me hizo pensar en
Scenes from the Suburbs y en lo maravilloso que sería que
Spike Jonze se embarcase en un
proyecto como este. Pero eso ya son cosas mías.
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Maldita adolescencia |
Y hablando de música y de
Boyhood, no puedo olvidarme de otro
de los momentos álgidos. Hablamos del director de
School of Rock, es decir, de
esto sabe un rato. Por eso se ha permitido crear el
Black Album de
The Beatles,
un triple CD con lo mejor de los cuatros músicos en solitario, una mezcla que
vendría a ser tan ecléctica y perfecta como el
White Album y que, según defiende
el personaje de
Hawke cuando regala esa recopilación personal a su hijo, descubre que si se entremezclan, seguían siendo una banda. Podéis ver el
listado completo
aquí o pedírmelo por favor porque ya me he puesto a ello.
En conclusión, esto no es una película, es una proeza. Un experimento fermentado con paciencia y tiempo que hay que recibir con los
brazos abiertos. Una demostración de que el cine es aun más poderoso de lo que
creíamos, una máquina del tiempo instantánea de la que aun se pueden conseguir
prodigios impensables. Once años condensados en casi tres horas que, cuando
terminan, revolotean en tu cabeza durante días.
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Cerrando etapa |
Aquí el
trailer. Muchos le han preguntado al director si
piensa seguir reuniéndose con sus actores para regalarnos una segunda parte en
2026. Su respuesta la traduzco a continuación: “¿Cómo, que si seguimos? Bueno,
va a ser su primer año de Universidad así que sé lo que será la vida de
Mason
los próximos años pero, ¿después de eso?. Ya sabes, estaba pensando, ¿no sería
genial si
Mason deja la Universidad, se monta en un tren y conoce a esta chica
en Europa…” Cierra el círculo, gloria. Un 9.
One of my favourites ever. Y tu review también. !!!!!!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarTengo que volver a verla.
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