Primera jornada en
San Sebastián a pleno sol. Con la ciudad
debidamente engalanada y la alfombra roja lista, muchos fans se agrupaban en vallas que prometían fama y estrellas.
 |
Da man (foto Montse Castillo) |
A media tarde llegó
Denzel Washington para dar la
correspondiente rueda de prensa y más tarde recoger el
Premio Donostia. La
película que lo acompañó en la
gala inaugural fue
The Equalizer de
Antoine Fuqua,
un tipo que supo sacar todo el partido del actor en
Training Day. Como no
llegué al pase de la mañana y el de por la noche no me tocaba, no os puedo
decir cómo fue pero según los afortunados, parece que no es precisamente una
obra maestra. Pasemos por lo tanto a las que sí he visto y dejémonos de
tonterías.
 |
Apuntadla |
La Isla Mínima [
Sección Oficial] es la nueva película de
Alberto Rodríguez, un
thriller ambientado en las marismas del Guadalquivir. Voy a quitarme rápido la
comparación obvia con la que todo el mundo salió de la sala, esta cinta huele a
True Detective. Hay que salvar muchos escollos para afirmar esto pero sí,
tenemos a dos policías implicados hasta la médula, con problemas entre ellos
acechantes y con una localización entre lúgubre y mística. Incluso el clímax
final tiene, argumentalmente, los mismos problemas y virtudes.
Una vez expuesta la obligada comparación por coincidir ambos
productos en el tiempo, centrémonos en la cinta en sí misma que lo merece.
Entre otras cosas porque es de esas producciones españolas que se pueden recomendar
fuera sin filtro, si te gustan los relatos negros de investigación, te gustará, sin peros.
El trabajo de
Javier Gutiérrez vuelve a estar muy por encima de su fama y
Raúl Arévalo insiste en demostrarse tan capaz en la comedia, como en un relato como
el que nos ocupa. La pareja funciona a la perfección aunque es cierto que en
algunos momentos parecen intercambiar roles. No sé por qué el personaje de
Gutiérrez empieza pareciendo algo despegado del caso, como si trabajase así,
para luego pasar a otro tipo de métodos y afianzarse. Este cambio de
comportamiento despista pero si lo pongo aquí es para bajar un poco el nivel de
halagos.
Y es que mucho me temo que esta va a ser esa película que termina decepcionando por la plasta que vamos a dar los críticos, pero es que está muy bien. Su preciosa fotografía, con una acabado de postproducción de quitarse el
sombrero, hace que
La Isla Mínima entre como un tiro, de escopeta, entre arrozales. Sus secundarios
funcionan, no hay subtramas que arruinen el ritmo y los añadidos, como los
apuntes que ofrece el periodista que interpreta el cada vez más interesante
Manolo Solo, hacen que los personajes sean más completos y complejos en el
mejor de los sentidos, aquí no sobra nada.
Por poner otra pega, que no quiero que vayáis con las
expectativas tan altas que os conozco, la música de
Julio de la Rosa se queda
escasa. Parece que tenía miedo de comerse algo y el minimalismo le ha podido.
Supongo que le estaba gustando lo que veía y prefirió echarse a un lado.
La Isla Mínima nos descubre que tenemos nuestra propia Louisiana, con su culto, su misterio y su miseria. Lo realmente importante de
esta película es que supera a
Grupo 7, anterior película de
Alberto Rodríguez y
con la que ya mereció flores en abundancia. Ahora no nos podemos despegar de la
carrera de este tipo pero, de momento, presenta una de las mejores cintas
españolas del año y un capítulo imprescindible dentro de su género.
 |
Presence (Hozour) |
Presence (Hozour) [Culinary Zinema] es un corto documental iraní de 18 minutos
donde vemos una jornada de
abgoosht, una comida multitudinaria anual donde se
reúnen 5.000 personas para conmemorar la muerte del tercer imán chií. Todo esto
lo sé por la información que aporta el festival porque el documental sólo
presenta las imágenes de los iraníes sentándose en alfombras, repartiendo la
comida y repitiendo el proceso, indagando en la cocina y terminando con la
recogida y limpieza del lugar. Curioso visualmente y justo en su proporción, es
lo que debió ser
Edificio España, un corto.
 |
Soul of a Banquet |
Soul of a Banquet [Culinary Zinema] es un documental dirigido por el neoyorkino
de adopción
Wayne Wang. Responsable de cintas como
Sucedió en Manhattan,
Wang
parece decidido en esta ocasión a rendir tributo a sus genes y nos presenta a
Cecilia Chiang, la mujer que introdujo la autentica comida china en Nueva York.
Chiang cuenta parte de su vida, su infancia, la llegada a la tierra de los
sueños, donde por cierto no fue bien recibida en Chinatown por no hablar
cantonés, su desesperanzador regreso al hogar, donde la revolución cultural
había acabado con todo, y finalmente, la preparación de un banquete con sus
platos caseros para degustar entre amigos. El problema de
Soul of a Banquet
radica en su montaje, a trompicones y salteado con rótulos que nunca sabes a
cuento de qué vienen y que sacan a la luz la deficiencia estructural más que
enmascararla. Escaso en documentos y participantes, básicamente son
Chiang y dos
amigas hablando a cámara,
Chicote diría de esta cinta que tiene buenas ideas
pero no conseguidas, que le falta punch. No salí con hambre y eso es un
problema.
tan bueno lo "otro" como esto
ResponderEliminar