26/9/14

San Sebastián día 7: las películas

Séptima jornada, después de la de ayer era fácil que resultase algo decepcionante pero, aun así, digamos que ha habido algo de luz en la oscuridad. Debates altivos, premios discutidos, cutrez desmedida y mucho más, pasen y vean.

El cartel, lo mejor de la peli
Lasa y Zabala (Lasa eta Zabala) [Sección Oficial] estaba previsto que fuese la polémica del festival debido a su punto de partida. Contar el secuestro, tortura y asesinato de Joxean Lasa y Joxi Zabala desde el punto de vista de los etarras iba a traer cola. Al final, pese a posicionarse claramente en su bando, la cinta es tan tonta que tampoco ha levantado el revuelo inicial que se esperaba. Sí, la Guardia Civil es retratada como orcos medievales sin escrúpulos y los terroristas como alegres jóvenes que se defienden del gobierno opresor, pero aun así lo realmente dañino es la manera infantil y deslavazada que utiliza para contarlo. Unax Ugalde, que con tiza en el pelo parece Jeremy Irons ahora, hace del abogado que intentará encontrar a los asesinos de los protagonistas. Su actuación es muy floja pero supera el nivel de la mayoría de los participantes, mucho más cerca de una representación de fin de curso que del cine comercial. Igual que el otro día dije que necesitábamos más cintas como Negociador, no nos hace falta nada como esto.

Que empiece el boca a boca
Relatos Salvajes [Perlas] es una producción argentina escrita y dirigida por Damián Szifrón. Una de esas cintas que está formada por pequeños capítulos unidos por un tema en común: explotar. Cuenta la historia de varios tipos que tienen un día malo, o una racha, y llegados a cierto punto no pueden más y se lo llevan todo por delante, alguno literalmente. Su título no miente, ofrece justo lo que anuncia, violencia, locura y mucho humor negro. La cinta hizo reír con ganas a los asistentes e incluso aplaudir con el fin de cada historia. Los interpretes funcionan, especialmente Ricardo Darín y Leonardo Sbaraglia que se quedan con dos de los fragmentos más acertados. Que el director y guionista sea el mismo durante toda la película, ayuda a que la media sea más estable que en otros proyectos segmentados donde varios realizadores ponen de su parte. Una locura recomendable que espero que recaude lo que merece. Además, termina con una boda muy bestia que recuerda a la de [·REC]3 Génesis y eso siempre es bueno.

Siestaza
Winter Sleep (Kis Uykusu) [Perlas] es la película turca que se hizo con la Palma de Oro en el pasado Festival de Cannes. Demuestra que el jurado de estos certámenes está loco o es mucho más listo que el resto de los mortales y no nos lo quieren contar. 196 larguísimos minutos, tres horas y cuarto en las que posiblemente hora y media se deban a dos conversaciones eternas del protagonista con su hermana y después con su mujer. No es que esté orgulloso de quedarme dormido, pero me desperté hasta tres veces durante la misma charleta y seguían hablando de lo mismo. Que sí, que muy bonita su fotografía, iluminación y muy dura la vida en Anatolia, pero le quitas dos horas y aquí no ha pasado nada. Con mi versión de hora y cuarto no ganaría premios porque no destacaría por pesada, pero ayer muchos hubiésemos sido más felices y, sobre todo, libres. Ya pasó con el León de Oro, no sé ni por qué me fio. Algún día yo seré jurado de estos festivales y supongo que también votaré a pelis como estas para joder al personal y que las tengan que aguantar.

El cartel habla por sí mismo
Murieron por encima de sus Posibilidades [Sección Oficial] es la última película de Isaki Lacuesta, una hipérbole que anda sobrada de locura y cameos pero de nada más. Con el cada día más sublime Raúl Arévalo a la cabeza, se puede destacar también el trabajo de Jordi Vilches, Julián Villagrán y Albert Pla, que sigue a lo suyo. El trio de jefazos finales está gracioso, aunque solo sea por ver a Carmen Machi, Imanol Arias y Luis Tosar jugandose el pellejo, junto con el verdadero líder, un enorme Josep María Pou. El resto de caras conocidas van apareciendo como en un Torrente pero con menos diálogo aun, la mayoría sin ninguno, cosa que es un pecado mortal teniendo a Venga Monjas y a Miguel Noguera pero en fin, él sabrá. Las intenciones se entienden y la crítica superficial al sistema queda graciosa, pero la forma tosca y cutre en la que se nos ofrece todo, echa para atrás. A ratos parece que va a empezar de verdad pero no, otra vez para abajo. No puedes poner Coches Chocones de fondo y luego ver cómo el personaje que se supone es más imprevisible, juega al billar despacio. Si quieres una explosión, lánzate, pero dejar a medias al público constantemente es frustrante. Como proyecto de fin de carrera o debut está curiosa, pero si quieres la locura del primer Álex de la Iglesia, hay que saber darle a todo un poco más de forma.

Los jubiletis
The Kingdom of Dream and Madness (Yume to kyôki no ohkoku) [Zabaltegi] es un maravilloso documental dirigido por Mami Sunada. Es muy simple, consiguió permiso para entrar en Studio Ghibli durante la producción de El Viento se Levanta y pegarse a la espalda de Hayao Miyazaki para grabar el día a día del maestro en plena faena. El resultado es prácticamente el testamento final de uno de los genios de nuestro tiempo. No se sabía que Miyazaki se retiraba, o al menos eso dicen, por eso la importancia de este documental es aun más destacable que si sólo se tratase de otro making off. Sunada nos descubre a un Miya-san tan adorable como nos imaginábamos y tan perfeccionista como nos temíamos. Saluda a diario a los niños de la guardería, pone cabras de Heidi en la ventana, trabaja metódicamente durante diez horas al día y exige a sus compañeros que disfruten con lo que hacen. De entre los momentos fundamentales, destaca por encima de todo ver cómo imagina el final de la película, pintando un guión visual mientras, cronómetro en mano, cierra los ojos para ver lo que los demás disfrutarán meses después. Un documento magnífico en el que vemos cómo es una leyenda del cine y, de paso, descubrimos a su mano derecha, Toshio Suzuki, los roces amistosos con Isao Takahata y el vacile que se trae con el pobre Hideaki Anno. Imprescindible para los aficionados a la animación en general y los Miya-fans en particular.

Hasta aquí llego yo, mi subconsciente continuará en San Sebastián día 7: lo otro.

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