30/11/13

De tal Padre, tal Hijo (Soshite Chichi Ni Naru)

De tal Padre, tal Hijo (Soshite Chichi Ni Naru), una sobre intentar hacerlo bien aun sin saber el qué.

El niño de negro es una monadita
Nueva obra del maestro Hirokazu Koreeda y regreso al ensayo sobre la paternidad y su importancia en la infancia. Elegante y cuidadoso como él solo, el director entrega otro drama salpicado de positivismo donde el espectador amante del tempo oriental se dejará llevar una vez más.

La trama nos presenta a dos familias, una de alto nivel económico y estirados modales y otra más humilde y gritona. Ambas reciben un día una llamada de un hospital donde les informan que sus hijos de seis años están intercambiados por un error cuando nacieron. La duda sobre si quedarse con el hijo que has criado o recuperar al que lleva tu sangre perturbará al arrogante hombre de negocios, un tipo que nunca ha terminado de descubrirse como padre.

A tí te tocó el bueno, no es justo
El trabajo de Masaharu Fukuyama y Machiko Ono como la pareja protagonista es muy acertado pero en cada escena que comparten con Lily Franky y Yôko Maki, los padres que sobreviven con su tienda de chapuzas, son los segundos los que se quedan con la atención y la sonrisa del espectador.

Los niños están tratados con el cariño habitual en el cine de Koreeda que consigue así engatusar al público y llevarlo a su terreno. Sigue sorprendiéndome cómo con una historia tan dura puede lograr una película tan agradable y, a la vez, no caer nunca en sentimentalismos forzados o situaciones cómicas gratuitas. Para no buscar la lágrima prescinde de una banda sonora continua y empalagosa como otras producciones por el estilo. Parece que el cine oriental puede seguir haciendo eso que el americano olvidó hace tiempo, tratar a la gente como seres inteligentes.

¡Este niño es clavadito a mi!
Aquí el trailer. Una preciosidad de película sin pretensiones, sobrantes ni añadidos. Cine hecho con mimo y respeto. Así da gusto. Un 8.

28/11/13

Plan en Las Vegas (Last Vegas)

Plan en Las Vegas (Last Vegas), una de viejas glorias pasándolo teta pistoleta. O eso se supone.

Tan contentos
Esta película es la unión de dos géneros, el de colegas desfasando en viajes alocados y el de actores mayores que se reúnen para pasar el rato. El resultado, como no podía ser de otra manera, es una fiesta aguada y cuatro estrellas que no saben muy bien donde meterse. Oye, que podría ser peor.

La trama es lo que se adivina desde el cartel, cuatro amigos van a Las Vegas a celebrar la despedida de soltero de uno de ellos. Infartos, viudedad y retiros en Florida a parte, los colegas hacen lo que pueden, lo pasan bien y se vuelven.

Michael Douglas intenta llevar las riendas de la película pero no puede cuando De Niro está presente. Morgan Freeman ya ni actúa, creo que es así. Kevin Kline es el más divertido y el menos pagado de los cuatro. La réplica femenina viene de la mano de Mary Steenburgen y que no se achica y termina poniendo en su sitio a parte del cuarteto.

La dirección de Jon Turteltaub y el guión de Dan Fogelman parecen seguir el camino marcado por este tipo de comedias sin salirse un ápice. Una palabrota por aquí, relación familiar por allá y un poquito de tema picante de fondo para dar esa sensación de falsa incorrección política. La comedia perfecta, para la industria claro.

Y ojo que tampoco es horrible, si no hay nada más que ver en la tele el día que la pongan, nadie lamentará su visionado. El problema es que sé que para cuando eso ocurra habré olvidado que la he visto y no creo que quede ningún resquicio de su existencia en mi memoria fílmica.

Desfase muy rico
Aquí el trailer. Para estas reuniones gamberras mejor la reciente Tipos Legales. Un 5’75.

27/11/13

Una Familia de Tokio (Tôkyô Kazoku)

Una Familia de Tokio (Tôkyô Kazoku), una de desencuentro generacional reincidente.

Ozu por Yamada
Y de pronto el veterano Yôji Yamada se saca de la manga del kimono este remake de una de las obras fundamentales del cine clásico japonés. Lo hace además casi plano a plano, respetando Cuentos de Tokio, la cinta inmortal de Yasujirô Ozu, como solo un autentico sensei del séptimo arte podría hacer.

La trama relata cómo una pareja de ancianos visita a sus hijos en Tokio. Todos están muy ocupados y se van pasando el marrón de quedarse con los padres hasta que deciden mandarles a un hotel.

El reparto es una cuidada selección de interpretes donde destacan por encima de todos Isao Hashizume y Kazuko Yoshiyuki, los vejetes protagonistas que querrás adoptar ante la indiferencia de sus hijos.

El principal cambio de Yamada con respecto al relato de Ozu es la presentación de la salvación, la nuera simpática que será su rayo de luz. Mientras que en el original era claramente hospitalaria y envilecía aun más a los parientes directos, aquí la historia está más diluida y su pareja, hijo de los abueletes, ayuda a que el acercamiento final sea posible.

Esto no es ni mejor ni peor, solo diferente. Lo mismo ocurre en toda la película que pierde en ciertas escenas, como la del espigón, y gana en pequeños añadidos, como los dos ancianos mirando durante horas la noria porque no suelen tener un paisaje similar.

¿Y esto es Tokio?
La dureza de la película vuelve a ser más su fondo que su forma. La cercanía de situaciones similares en la vida real, donde los mayores terminan convirtiéndose injusta pero irremediablemente en un estorbo para el ritmo de vida de los hijos, es lo que pega el palo en el alma del espectador. Técnicamente no se permite sensiblerías gratuitas e incluso la banda sonora de Joe Hisaishi es muy comedida.

En conclusión, una actualización de una historia fundamental que no por conocida deja de ser interesante. Un homenaje de un maestro a un genio con resultado satisfactorio. Una delicia para todo aficionado al cine oriental y otra tortura para aquel que no soporte el tempo pausado del sol naciente.

Cuidado con el sake abuelo
Aquí el trailer. Recordar que pasa lo mismo que con Cuentos de Tokio, emociona y conmueve pero no se deja llevar en ningún momento por la emoción pura. Para eso haced caso a Orson Welles, os ponéis Dejad Paso al Mañana y a llorar. Un 7’75.

23/11/13

Los Juegos del Hambre: En Llamas (The Hunger Games: Catching Fire)

Los Juegos del Hambre: En Llamas (The Hunger Games: Catching Fire), una de crispación, levantamiento y nuevas reglas.

Un poco más soso y no se distingen las pelis
Segunda parte de la saga que adapta la trilogía de Suzanne Collins, que a estas alturas ya sabemos que serán cuatro pelis. Francis Lawrence toma las riendas y lo hace de un modo algo más acertado que su predecesor, Gary Ross. En esta ocasión, el guión viene firmado por dos profesionales del medio, Michael Arndt y Simon Beaufoy y se nota.

La trama nos sitúa donde nos habíamos quedado. Los ganadores de un mortífero concurso son exhibidos por su mundo distópico como héroes mientras la población sufre. La protagonista será el caldo de cultivo de pequeños levantamientos contra el poder que llevarán a otros más grandes y, para evitar todo esto, el gobierno decide volver a mandar a la joven al campo de batalla junto con los ganadores de años pasados, a ver si hay suerte y la espicha.

Vestimenta Gaga
Jennifer Lawrence hace lo que le pide el texto y demuestra que no hay por qué perder la dignidad en este tipo de producciones. Aunque su personaje es plano y predecible, su calidad interpretativa hace que incluso creamos en lo que estamos viendo. No ocurre lo mismo con Josh Hutcherson que vuelve a tener el papel más cutre y no hay manera de llevarlo a flote.

Se agradecen las intervenciones de Woody Harrelson, Donald Sutherland y Stanley Tucci y no entiendo la nueva incorporación de Philip Seymour Hoffman, posiblemente uno de los diez mejores interpretes del momento y que se pasea por esta cinta como un dominguero recién despertado que no tiene nada que hacer.

Woody el molón
Con Los Juegos del Hambre tuve esa desagradable sensación de resumen constante. No era una película, era una selección de frases y situaciones sueltas de una novela. Para que no me volviese a pasar, y porque tampoco tenía ganas, decidí no leerme la segunda parte y así ir fresquito a la secuela. El problema ahora es que no sé hasta qué punto ha desaparecido esa sensación porque ya no conocía la historia o porque realmente es mejor el guión, pero lo cierto es que esta vuelta de tuerca me ha gustado más.

Estos chicos siempre liándola
La historia sigue siendo un pastiche facilón de todas las grandes novelas de distopías. Nada será desconocido para los lectores de Orwell, Huxley y compañía. El Mito de la Caverna de Platón se romperá una vez más para los protagonista que siguen asombrados y en los pueblos ya huele a humo y revolución. Para los amantes de Battle Royale, esta vez las similitudes en el juego son una simple excusa final y, además, resulta mucho más efectivo en ese último tercio que en los dos que ocupaba en la primera parte.

Francis Lawrence es más elegante que su antecesor y ha sacado más partido a la historia, cierto, pero todos los errores de la película me temo que vienen también de su batuta. Hay escenas artificiales y tontas que un realizador debía haber controlado más, como el forzado despertar de Woody Harrelson, momento teatrillo bastante triste. El montaje y el ansia por plasmar cosas del libro supongo que han ayudado a que esto no funcione del todo, pero si hay que reñir a alguien me temo que es al dire.

En conclusión, una peli que pese a no aportar nada nuevo y presentar muchas irregularidades y defectos, entretiene durante dos horas y deja buen sabor de boca con un cliffhanger que deja con ganas de más. Siempre podría ser peor, podría ser Battle Royale 2: Réquiem.

Qué mona va esta chica siempre
Aquí el trailer. En taquilla lo está petando y no hay fan insatisfecho. Y yo que me alegro. Un 6’75.

20/11/13

Malavita (The Family)

Malavita (The Family), una de mafiosos que vuelven a empezar. Más o menos.

El título es el nombre del perro. Da igual vamos
El errático Luc Besson suma una cinta más en la desconcertante carrera de Robert De Niro. La verdad es que estas dos celebridades necesitaban encontrarse y tener una conversación seria, del tipo ¿qué estamos haciendo con nuestras vidas?, ¡con lo que hemos sido tú y yo!

La trama, basada en la novela Malavita de Tonino Benacquista, nos presenta a una familia italoamericana que llega al norte de Francia bajo el amparo de la protección de testigos del gobierno estadounidense. El patriarca ha delatado a miembros de su otra "familia" y ahora espera salvar lo que queda de la verdadera. Pero claro, es difícil olvidar ciertas costumbres.

Robert De Niro interpreta lo que todos esperamos del actor a estas alturas. Lo mismo ocurre con Michelle Pfeiffer y Tommy Lee Jones que trabajan sin esfuerzo para brillar como nadie. John D’Leo consigue no molestar y Dianna Agron puede hacer lo que le de la gana que a mi siempre me va a gustar.

El guión está lleno de lagunas, deus ex machina y tramas secundarias que no llevan a ninguna parte. Teniendo en cuenta esto, la película es divertida y entretiene de principio a fin. Los desmanes sádicos humorísticos de todos los personajes convierten su metraje en un cruce entre Kick-Ass y Falsas Apariencias, sin llegar a ser tan interesante como estas dos pero sí igual de benévola con el espectador poco exigente.

Y como el meta humor a mi me hace gracia, los detalles sobre la carrera de De Niro con ese repaso a El Padrino: Parte II, Los Intocables de Eliot Ness y Uno de los Nuestros, me han alegrado aun más la peli.

Esta foto es sólo para que el blog esté más bonito
Aquí el trailer. Que me tenga que contentar con esto para estar a bien con Besson y De Niro es un poco triste pero, de momento, es lo que hay. Un 6’75.