22/1/15

La teoría del todo (The Theory of Everything)

La teoría del todo (The Theory of Everything), la mujer tras el físico teórico más célebre de nuestro tiempo.

Como la peli, cartel algo vacío
Hay dos facetas de la vida de Stephen Hawking que nos fascinan a todos, su trabajo y su enfermedad. Sólo una mente única, de esas que aparecen en contadas ocasiones en cada generación, sería capaz haber aportado tanto al mundo científico y, a la vez, soportado la vida de castigo que conlleva su variante de la ahora conocida ELA. Como la película se centra en una tercera rama de su vida, la de su matrimonio, mi expectación con respecto a este biopic fue bajando de nivel según se acercaba el momento. Lo cierto es que su existencia es tan interesante que, al final, reconozco que merece la pena.

La trama se apoya en el libro de la propia Jane Hawking sobre sus veinticinco años al lado del genio. Veremos cómo se conocen, cómo sufren el batacazo del fatídico diagnóstico y cómo luchan, especialmente ella, por sacar adelante a una familia que se ve superada por las circunstancias una y otra vez.

Lo que hace Eddie Redmayne es algo de otra galaxia. No imita, se transforma. El genial trabajo de caracterización es sólo la guinda en una interpretación entregada, sincera e irrepetible. Sé que lo difícil es interpretar bien a alguien normal, que las enfermedades son un imán facilón de premios, pero esto es diferente. El propio Hawking dijo que por momentos se reconocía a sí mismo en pantalla.

Muy bonito todo
Y lo mejor de todo esto es que Felicity Jones no se queda atrás. Cuando comparten escena no sólo no desaparece, si no que juega con Redmayne en cada plano y se dejan dominar el uno por el otro. La actriz nos descubre de la mejor manera posible a una mujer que lo dio todo hasta donde pudo. Una interpretación fuerte, atractiva y merecedora del mismo reconocimiento que su personaje.

Y pese a todos estos piropos, llega el momento de dar algún palo. Porque sí, me interesa lo que me cuentan y las interpretaciones rozan la perfección, pero el regusto final que me ha dejado La teoría del todo no es tan satisfactoria. El guión naufraga a menudo en reiteraciones estructurales, un ciclo compuesto por duda matrimonial, disgusto por la enfermedad y reconciliación que se repite hasta el hastío. La falta de un elemento que realmente conquiste nuestras mentes, como sin duda hacen sin esfuerzo los personajes retratados, es algo a echar en cara a un libreto que carece de fuerza argumental.

Niño, deja la pelotita
La banda sonora de Jóhann Jóhannsson es funcional y emotiva, pero le falta la grandilocuencia que sin duda merecía la historia. Y que conste que digo esto sabiendo que me caerá una bronca de uno que yo me sé.

La figura de Hawking es tan inmensa que era difícil que saliese plenamente satisfecho. Entiendo que en el fondo me ha pasado lo mismo que con The Imitation Game (Descifrando Enigma), película que además de compartir cartelera es similar en muchos aspectos. Ambas recrean figuras fundamentales de las ciencias británicas y, tanto Turing como Hawking merecen, a parte de una gran interpretación en su nombre, una cinta con su historia que sea más contundente.

La interpretación en este momento asusta
Aquí el trailer. Si alguno se queda con ganas de más, el propio Cumberbatch fue el encargado de interpretar al cosmólogo en Hawking, producción televisiva de hace diez años que no he visto pero que os invito a descubrir. Un 7'5.

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