16/1/15

Babadook (The Babadook)

Babadook (The Babadook), el hombre del saco en Cangurolandia.

Hemos perdido el "The"
Debut en el largometraje de la australiana Jennifer Kent que le valió el premio especial del jurado en Sitges. Ampliación de Monster (ver aquí), un corto de la autora donde ya presentaba una historia similar. En Babadook nos encontramos ante un cuento oscuro, gótico por momentos y que, sin presentar nada nuevo, gusta por su buen hacer. Sencilla, casera pero con estilo, terror aussie a reivindicar ahora que está de moda el género en las antípodas. Vale que al final se le va de las manos pero oye, que no pasa nada.

La trama nos presenta a una viuda que perdió a su marido el mismo día que dio a luz a su hijo. El trauma parece que no está muy superado y claro, el crío es rarete. Su obsesión con monstruos en el armario aumenta cuando aparece en su casa un curioso cuento llamado Mister Babadook donde una entidad maligna se apodera de quien lo vea. Por mucho que intenten deshacerse de él, el libro volverá y el horripilante protagonista se hará cada vez más tangible.

La familia se la juega
Essie Davis es la encargada de ir perdiendo la cabeza. De madre algo en las nubes a mujer superada por las circunstancias pasando por loca de atar. Todo culpa de Noah Wiseman, el hijo que reúne de un modo extraño la cualidad de infante molón y niñato de bofetón. Juntos son todo lo que necesita la retorcida trama para avanzar junto con el elegantísimo monstruo que volverá su vida un infierno.

La estética es uno de los grandes aciertos. La mezcla entre Edward Gorey y Grant Wood hará las delicias del fan de Tim Burton más minimalista. Aquí todos tienen un puntito de oscura austeridad, no solo los protas y su casa, si no todos los personajes que circulan por la película. Lo mismo ocurre con los escenarios y el diseño del libro protagonista, un elemento perfecto para los coleccionista que ya podéis comprar aquí.

Molando todo
En cuanto al terror en sí, la película contiene momentos genuinamente pelopúnticos, esos que hacen que el público de festivales de género suban el tono de los murmullos hasta llegar a la risa nerviosa conjunta. Junto a esto incluye exageraciones y patochadas perfectas para este tipo de pelis que consigue que el conjunto, al ser un CUENTO, sea aun más entretenido.

Una cita más que recomendable a los sibaritas de los monstruos con buena presencia. Cuidado con las expectativas y las críticas rimbombantes, es un título sencillo a tener en cuenta, no un pilar del terror moderno.

Que viene que viene
Aquí el trailer. A ver si, aprovechando el tirón, nos llega la neozelandesa Housebound. Un 7'5.

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