Birdman o (La inesperada virtud de la ignorancia) [Birdman: or (The Unexpected Virtue of Ignorance)]

Birdman o (La inesperada virtud de la ignorancia) [Birdman: or (The Unexpected Virtue of Ignorance)], el artista planeando desde lo alto del nido al fondo del hoyo. Y vuelta.

El segundo título se las trae

Enero, segunda semana de estrenos y ya hay una "mejor película del año". Sé lo que estáis pensando, estos críticos son insufribles, en dos meses tendrán otras tres mejores obras de la década y se les habrá olvidado esta. Pues mira no lo sé, pero si en diciembre de 2015, cuando haga el correspondiente TOP10, Birdman no entra entre las 5 primeras, sólo puede significar que este ha sido un año acojonante.

Nunca sabes a qué atener con Alejandro González Iñárritu y eso, en ocasiones como esta, es maravilloso. Nos ha ofrecido cintas con momentos intensos como Amores perros, 21 gramos o Babel, pero también es verdad que nos coló el truño de Biutiful por la escuadra y el hype por las obras futuras del realizador mexicano bajó considerablemente. Cuatro años después estrena esta cinta, rareza fílmica desde su título, de esas que además de atreverse a realizar saltos mortales formales aquí y allá, logra un trabajo excepcional de todos sus departamentos. Un equipo en estado de gracia, un reparto perfecto, una obra fundamental que se convertirá en un imprescindible para los amantes del arte en general y del cine y el teatro en particular.

Backstage de nivel

La trama nos presenta a Riggan un actor de éxito que triunfó en los 80 al interpretar a un conocido superhéroe volador. Ahora lleva 20 años aguantando la fama con papeles menores y lo ha apostado todo en una obra de teatro en Broadway. Él mismo ha firmado la adaptación de Carver que pretende dirigir y protagonizar y, un día antes del primer ensayo con público, empiezan los problemas. Actores borrachos, críticos de teatro amargados, inseguridades múltiples y poderes telequinéticos se irán mezclando en unas jornadas de infarto.

El mejor papel en la carrera de Michael Keaton, y lo digo como muy fan de sus tres trabajos con Tim Burton. Los últimos años ha sido una sorpresa grata descubrir al actor como secundario en muchas producciones medianas pero, lo que consigue con este protagonista, a medio camino entre la caricatura y lo que podría ser parte de su historia, no podría haberlo imaginado nadie. Salvo Iñárritu claro.

Por si esto fuera poco, todo el mundo a su alrededor hace un trabajo excepcional. Sublime Edward Norton como estrella insufrible con problemas con el alcohol, Naomi Watts y Zach Galifianakis son el pilar ideal sobre el que sostener este imposible y Emma Stone, más embaucadora que nunca, se queda con el fotograma de la película. Gloria pura.

Aquí hay jarana

La banda sonora incluye algunos fragmentos clásicos intercalados con un infinito sólo de batería de jazz por Antonio Sánchez, percusionista mexicano que acompaña al espectador más allá del celuloide, atravesando pasillos interminables en esa falsa única toma memorable.

Y es que otra de las machadas de Iñárritu, que no son pocas, ha sido presentar esto como si fuese un plano secuencia de dos horas donde no se notan los cortes y la cámara persigue a los interpretes a lo largo del teatro. Una concepción muy compleja que obligaba a los interpretes a memorizar largos segmentos de guión mientras siguen las marcas de una calculadísima coreografía. Para rodar esto nada mejor que Emmanuel Lubezki, que ya es famoso por arriesgar con tomas imposibles en grandes títulos como Hijos de los hombres o Gravity. Un placer mexicano con aroma internacional.

Un traguito rico

Y todo para contar la historia de un hombre que se ve arrastrado por deseos autoimpuestos, o no, y que no termina de encontrar su lugar en el mundo. La ambición pudo con él una vez y puede que, pese a intentar lo contrario, vuelva a ser el motivo por el que ha llegado al punto actual. La traición flota en el aire hasta que se choca con el sentimiento de culpa. Supongo que nada es casual, y que un hombre esté gritando un fragmento de Macbeth en la calle, tampoco.

Una joya rara, maravillosa, divertida, sobrecogedora e imprescindible, espero. Una de esas ocasiones en las que todo funciona y el equipo técnico y artístico consiguen mezclarse hasta fundirse en un diamante irresistible. Y todo con superhéroes de fondo, pasen y vean, no tengo nada más que decir.

GRACIAS

Aquí el trailer. Lo dicho, si en diciembre no está entre las cinco primeras, invito a quien me remita a este comentario a un copazo. En la Sexta con Broadway. Un 9.