20/4/15

La mecánica del corazón (Jack et la mécanique du coeur)

La mecánica del corazón (Jack et la mécanique du coeur), cuando el amor hace tick-tack.

Carusa piñonera
El nacimiento de esta película es bastante curioso y, por casualidad, he tenido la suerte de seguir todos los pasos. En 2007 la banda francesa Dionysos saca su disco La Mécanique du Cœur, un álbum conceptual donde Mathias Malzieu, el cantante y letrista, cuenta la historia de un chico que tiene un reloj por corazón. Los temas ya venían salpicados por intervenciones de artistas como Jean Rochefort o nuestra Rossy de Palma. El cuento llena tanto a Malzieu que tres años después saca una novela de mismo título y argumento. El disco servía de banda sonora a lo que ibas leyendo y claro, el paso siguiente estaba claro, la peli que nos ocupa se fue forjando hasta ahora. El resultado de todo esto, al menos para el que suscribe, se ha ido deshinchando con el tiempo. El disco es una maravilla con la que ya molesté a mis allegados en su día. La novela funcionaba y, aunque ya no  me incitó al boca a boca, si me sirvió como regalo más que especial. La película me ha dejado una sensación encontrada que dura dos días y que no he conseguido sopesar del todo pero, como tocaba, aquí estoy escribiendo.

A Tim Burton le gusta esto
La trama es fiel a todo lo anterior, un niño nace en la noche más fría de la historia de Edimburgo con el corazón congelado. Una partera/bruja del lugar salva su vida colocando un reloj de cuco en el pecho y criando al pobre Jack. Como si de un Gremlin se tratara, debe seguir tres reglas: no tocar las manecillas, controlar su ira y nunca enamorarse. Cuando el chaval crece y va a la ciudad, se enamora perdidamente de una chica y empieza el jaleo, las aventuras y el viaje que le llevará hasta Granada de la mano del mismísimo Méliès.

Dirigida por Stéphane Berla y el mismo Malzieu, la gran pega de esta obra es el acabado, demasiado primerizo, y los picos de calidad. Es una pena que una historia gótica y romántica como esta, que incluye un diseño de decorados y artefactos que harán soñar al espectador más cerrado, tenga unos personajes y movimientos tan toscos.

El problema, adivino, viene de la elección de esos diseños que quedan mucho mejor en dibujos estáticos que en imagen en movimiento. Las caras, especialmente la del protagonista, carece de expresiones y no consigue transmitir la profundidad de la trama en las escenas más importantes. Lo mismo ocurre con los cuerpos, estáticos y lentos, más cercanos a una aventura gráfica en 3D con más de diez años que a una producción actual. Además, qué demonios, lo que pasa aquí es que esto pedía stop motion a gritos y no han querido/podido.

Cuidado que pincha
Todo esto no dolería tanto si el resto permaneciese en el mismo escalón, pero La mecánica del corazón incluye aciertos aun más importantes que esos problemas. Cada fondo, artilugio y medio de transporte es una gozada. Los números del organillo y el tren fantasma son simplemente maravillosos y la banda sonora, aquella con la que empezó todo, sigue siendo una joya. Por todo esto, no sé si merece la pena gracias a sus aciertos o ha sido un resbalón por no completarlos con unos personajes y narrativa más viva.

Antes de irme, señalar que existen tres versiones. Si ya conocías las canciones de antes, intenta buscar la original, con todo en francés. Para el mercado internacional se ha doblado a inglés, incluyendo las canciones y, aunque no están mal, no es lo mismo. En España han cambiado las partes habladas pero la música, no entiendo muy bien por qué, nos viene con el redoblaje inglés. Casi lo hacen bien del todo pero no.

Por estos momentitos...
Aquí el trailer. La maldita comparación me hace pensar en La novia cadáver o Los mundos de Coraline y claro, pierde. Un 6'5.

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