Casi |
La trama nos presenta a unos perdedores que deciden secuestrar y torturar a unos banqueros. Además de estoy hay muchas otras cosas, pero la mayoría no vienen a cuento ni terminan de funcionar aun olvidando la trama principal.
Con el cada día más molón Raúl Arévalo a la cabeza, se puede destacar también el trabajo de Jordi Vilches, Julián Villagrán y Albert Pla, que sigue a lo suyo. El trio de jefazos finales es gracioso, aunque solo sea por ver a Carmen Machi, Imanol Arias y Luis Tosar jugandose el pellejo, junto con el verdadero líder, un enorme Josep María Pou. El resto de caras conocidas van apareciendo como en un Torrente pero aun con menos diálogo, la mayoría con ninguno, cosa que es un pecado mortal teniendo a Venga Monjas y a Miguel Noguera pero en fin, Lacuesta sabrá.
Las intenciones se entienden y la crítica superficial al sistema queda graciosa, pero la forma tosca y cutre en la que se nos ofrece todo echa para atrás. A ratos parece que va a empezar de verdad pero no, otra vez para abajo. No puedes poner Coches Chocones de fondo y luego ver cómo el personaje que se supone es más imprevisible, juega al billar despacio. Si quieres una explosión, lánzate, pero dejar a medias al público constantemente es frustrante. Como proyecto de fin de carrera o debut está curiosa, pero si quieres la locura del primer Álex de la Iglesia, hay que saber darle a todo un poco más de forma.
Pero no |
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