El hijo bastardo de Dios

El hijo bastardo de Dios, desagradable retrato de algo.

Pues muy bien oye

Me duele dar palos de manera desmedida a gente que no conozco y que seguro que se han esforzado, pero también debo decir que no son gratuitos. Por lo que veo en la ficha de Martín Garrido Ramis, director y guionista de este título, no es precisamente un recién llegado, por eso no entiendo cómo es posible un resultado tan de fin de curso.

La trama nos presenta a un empleado de un ayuntamiento con una vida aburrida. Su madre es una arpía en silla de ruedas a la que debe cuidar pese a sus insultos, el alcalde es insoportable y hasta los que le tratan bien no terminan de ser su verdaderos amigos. En su mente imagina truculentas escenas que terminan, irremediablemente, en sexo y violencia. Su mundo interior parece que intenta conducir al espectador a algún lugar pero no, todo es gratuito. Las irónicas burlas de la sociedad son tan tontorronas que no funcionan.

Nando Torres es el protagonista y valoro su esfuerzo por interpretar múltiples papeles en la imaginación de su personaje. Es verdad que al final sólo hay dos, el pobre e inseguro tipo que vive en el mundo real y su creación imaginaria, siempre chulesca y prepotente sea cual sea el contexto que toque.

Con una imagen descuidada y precipitada y un audio sin sonido directo, doblado todo después consiguiendo un efecto involuntariamente cómico, los logros de El hijo bastardo de Dios se me han debido escapar entre los dedos como el significado de su título.

A comer

Aquí el trailer. Puestos a tragarse truños que parecen rodados a lo loco, ved Ir al campo que es igual de cutre pero gratis y sólo dura unos minutos. Un 3.