24/3/15

Pride

Pride, ni gris ni arcoíris, si no todo lo contrario.

Espero que no sea la mejor del año
Simpático intento por lograr una cinta con denuncia social pero fácil de digerir, muy al estilo de los éxitos a los que alude su cartel pero a mucha distancia de su calidad. Ni tiene el humor de Full Monty ni el calado de Billy Elliot, Lo que logra Matthew Warchus está más cerca del entretenimiento vacuo que de llegar a ser un título recordado.

El argumento nos leva al Reino Unido de 1984, cuando los mineros se pusieron el huelga. El gobierno de la Thatcher no daba tregua a los carboneros y un pequeño grupo de activistas gay apoyaron su lucha. La tensión entre los dos colectivos centra toda la trama donde vemos retazos de subtramas pero nunca terminan de ser exploradas, creo que para mejor. Todo esto ocurrió realmente aunque, vistas las críticas que circulan por la red, no fue precisamente tan sencillo y determinante como aquí pretenden.

Los protagonistas son George MacKay y Ben Schnetzer, ambos algo sosos, pero como no sabéis quienes son, los nombres que veréis por todas partes son los de sus ilustres secundarios, y no es para menos contando con Dominic West, Paddy Considine, Andrew Scott, Imelda Staunton y Bill Nighy, estos dos últimos, claro, lo mejor de la cinta.

La escapada del director y el guionista, Stephen Beresford, de entrar en temas truculentos, como salidas del armario mal llevadas, retornos inesperados o reprimendas severas en cámara, consigue que todo sea más ligero para bien y para mal. Al no arriesgarse no logra en ningún momento un tono solemne, aunque reconozco que durante el visionado era justo lo último que me apetecía. Si no tienes lo que hace falta, es mejor no intentarlo y además, con esa banda sonora original de organillo programado, mejor no ir muy lejos.

Con la hucha del domund
Aquí el trailer. No esperes al nuevo Ken Loach, mejor vuelve al viejo. Un 6.

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