8/3/15

12 Muestra Syfy: sábado

Segundo día de gloria donde los altibajos han sido menos pronunciados que ayer y el nivel se ha estabilizado, al menos hasta la debacle final. Es verdad que parte de la culpa lo tienen algunas apuestas seguras, una ya consagrada y otra con estreno próximo. Esto hace que no sea tan arriesgada la pesca pero oye, qué gusto.

El primer plato fuerte vino por la mañana con el especial Syfy Kids que llenó la sala de afortunados monicacos que descubrieron por primera vez Mi vecino Totoro por todo lo grande. El título que empezó la leyenda de Studio Ghibli y el genio del cine Hayao Miyazaki, es un cuento que da igual las veces que lo hayas visto, imposible no dejarse impregnar de sus maravillosas cualidades. Satsuki, Mei, los conejitos del polvo, el Gatobús y, claro, los Totoros, es un placer reencontrarse con todo esto. En Japón es impensable que un niño pequeño crezca sin toparse con esta cinta, lo bueno es que poco a poco va pasando en occidente. Si aun no has visto este imprescindible, ponte a ello. Si sí la has visto, vuelve a verla. También puedes pinchar en la crítica de El viento se levanta y ver todas las pelis de Miyazaki para que completes la lista de la gloria. Trailer.

Con el nivel de la animación por las nubes con la primera descarga, la expectación no bajó ante Song of the Sea, una de las nominadas este año al Oscar y de los mismos tipos que hicieron la genial El secreto del libro de Kells. Las ganas no pudieron con el resultado y muchos fueron los que salieron con ojos enrojecidos y sonrisa de satisfacción. Heredera directa de mucho de lo que enseñó a los artistas la cinta pasada pocas horas antes, Song of the Sea es otro cuento maravilloso que va creciendo hasta que llega a su clímax, unos últimos veinte minutos de magia pura. Su preciosa estética tradicional, que juega con una animación tan simple como cuidada, nos cuenta un relato sobre dos hermanos, un faro, una bruja y la leyenda de los selkies. Un caramelo muy superior a sus dos competidoras multisalas en los Oscar e incluso mejor que la opción Ghibli. La única que podría haber jugado cara a cara contra La Lego película. Trailer.

La tarde continuó con Goodnight Mommy (Ich Seh, Ich Seh), una producción austriaca abalada por el ahora ídolo de festivaleros Ulrich Seidl. Dirigida por Severin Fiala y Veronika Franz, cuenta la historia de dos gemelos que reciben a su madre tras una complicada operación de cirugía plástica. Ellos notan que está cambiada, mucho más severa y cruel, especialmente con uno de los dos al que ignora. La situación se irá torciendo hasta que, ya en el tercer acto, pase todo lo que tiene que pasar. Siendo interesante, choca que sea fundamentalmente ambiental en su inicio y se atreva con un final tan contundente, esto puede aburrir a los que busquen lo último y molestar a los que disfrutasen del principio. El caso es que su perturbador encanto es innegable y sus robos dan un poco igual. El giro final, eso sí, no apetece desde que empieza a olerse en el minuto cinco. La Goodnight Mommy del año pasado molaba más. Se llamaba Borgman y era un ogro. Trailer.

Tras los gemelos sospechosos pasamos al amor a orillas del Mediterráneo. Tenía ganas de ver Spring porque está dirigida por Justin Benson y Aaron Moorhead, responsables de la interesante Resolution y de un segmento divertido de V/H/S: Viral. Como la primera la vi en Nocturna y la segunda en Sitges, tenía todo el sentido que viese esta en la Muestra y terminase su recorrido de fantástico por España. Cuenta la historia de un americano que busca un cambio de aires en Italia. Allí conoce a una joven que es un encanto pero oculta un gran secreto, se transforma en bichos horribles. La comparación que todo el mundo está haciendo es tan repetida como acertada: un cruce entre Linklater y Lovecraft. El problema es que al profundizar, nos damos cuenta de que ni tiene las conversaciones y verdad de Linklater, nada tiene que ver el soso diálogo de los protas con lo que ocurre entre Julie Delpy y Ethan Hawke en la trilogía de los antes, ni termina de explotar la facción Lovecraft, que deja a los fans del terror con tentáculos con la miel en los labios. Si añadimos a eso que tarda como media hora en empezar y que el clímax final no convenció a la mayoría, el bluff parece haber sido la norma. Personalmente me parece una apuesta curiosa, de difícil recomendación y revisionado pero con detalles a rescatar. Trailer.

La última apuesta importante del día, porque luego ya la cosa murió, fue Cub (Welp) la primera cinta que me gustó este año en Sitges y que se terminó llevando el premio a la mejor dirección. Producción belga realizada por Jonas Govaerts que reconoció que una de sus influencias fue la española ¿Quíen Puede Matar a un Niño?, la genial película de Narciso Ibáñez Serrador, obra fundamental de nuestro cine de género. La trama nos lleva al bosque con un grupo de scouts que son asustados por sus monitores con la historia de un niño lobo. Uno de los campistas empieza a ver a una criatura con máscara de corteza de árbol y las muertes no tardarán en hacer acto de presencia. Cub es una de esas cintas con las que disfrutas viendo la parafernalia de cada homicidio, elaborados, imaginativos y sangrientos. El chaval protagonista aguanta el tirón al mismo nivel que los jóvenes monitores y la atmósfera de bosque terrorífico es perfecta. No es La Cabaña en el Bosque, que parece que hay que compararla con todo, pero se la recomendaría a los mismos fans que aquella. Puede que por ese tipo de ejercicios la gente salió más decepcionada de lo que esperaba. Mira que no gustares un niño tronquito... Trailer.

Y ahora sí, llegó el desastre. Crazy Bitches fue la elegida para la sesión golfa y consiguió un milagro: hacer que Hunger of the Dead no sea la peor película de la Muestra Syfy 2015. Truño de proporciones épicas que mezcla conversaciones de Sexo en Nueva York con slasher de colegas de la peor forma posible. Nunca vi la serie a la que he hecho referencia, pero estoy seguro que sus seguidoras vomitarían ante lo que se supone que es algo similar en cuanto a diálogos. Por mi parte, como amante del género, debo hacer lo propio con este intento de yo qué sé que nos martirizó durante hora y cuarenta minutos absolutamente interminables. En serio, gente de Syfy, tenemos que hablar de lo de las sesiones golfas que este año se han roto, creo que hemos perdido a compañeros por el camino. Ya no digo lo de la décima edición con John muerre al final y Dead Sushi, ambas gloria pura, pero por lo menos Piraña 2 3D del año pasado que tenía algo de gancho. Revisad Tucker & Dale contra el mal y tirad por ahí o me terminaré lanzando desde las butacas de arriba para que pase algo en mitad de otra sesión insulsa. No deseo mal a nadie, pero ojalá los responsables de Crazy Bitches tengan que ver alguna vez su película para que sepan lo que es sufrir. Trailer.


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