3/3/15

Fuerza mayor (Force Majeure)

Fuerza mayor (Force Majeure), naturaleza, instinto y miseria.

Abrígate que refresca
Ganadora de uno de los premios gordos de Cannes, la expectación por ver esta cinta escrita y dirigida por el sueco Ruben Östlund ha ido creciendo como la avalancha que sirve de excusa. La buenas críticas de expertos y aficionados han logrado que se convierta en uno de esos títulos cacareados en el mundillo pero que, una vez estrenada, parece destinada a desaparecer al no encontrar demasiado público. Y lo entiendo perfectamente.

La trama nos presenta a una familia que está de vacaciones en una estación de esquí. Una mañana, mientras comen en la terraza de su lujoso hotel, sufren una aterradora experiencia con una avalancha que creen imparable. El resultado es algo de polvo de nieve encima de los platos y una brecha familiar por el inesperado comportamiento del padre. Los días pasan mientras la anécdota crece en sus cabezas y les impide continuar con las vacaciones como si nada hubiese pasado.

Momento familiar
No consigo meterme en el problema que presenta Östlund y, para qué ocultarlo, creo que no lo entiendo. Lo básico está claro, la figura del padre se ve desplazada por ese desliz de autoridad y protección, pero me cuesta entender qué ocurre con la madre. Aislada a voluntad, busca la confesión del marido a ratos pero, la mayor parte del tiempo, no sé qué narices hace. Tampoco ayuda que aparezca una pareja de amigos y se repitan ciertas estructuras que rellenan pero no aportan.

Dos horas de metraje que reconozco visualmente poderoso, con una fotografía cuidada tanto en la enorme naturaleza como en la calidez de la habitación, pero que no me llevan a esos rincones del ser humano a los que los más duchos sí parecen haber llegado. Quién sabe, lo mismo Östlund sólo nos ha querido tomar el pelo cogiendo tres vídeos de Youtube, que él mismo ha reconocido como inspiración, y al final estamos dando vueltas a algo que no tiene demasiada importancia, como salir corriendo por puro instinto.

Arreglando el mundo junto a Tormund Matagigantes
Aquí el trailer. Si a alguno le interesa, la avalancha viene de aquí, el llanto ridículo de aquí y la escena final, que sería genial que sirviese de algo, de aquí. Un 6.

2 comentarios:

  1. De acuerdo. Yo tampoco entendí exactamente cuál era el problema de verdad... Esta es de las que a la gente le encanta hablar para parecer entendidos. No podrían haber enseñado al padre a llorar en la escuela de actores de Gotemburgo?

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    1. Sinceramente creo que el Östlund este aun se está riendo en su casa

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