30/4/11

Código Fuente (Source Code)

Hoy he visto Código Fuente (Source Code), una de atascos temporales, tramas detectivescas, trenes que explotan y, claro, una chica.
La peli no es de súper héroes pero el cartél...
Aviso de antemano que pese a que la película es interesante, el tono de esta crítica puede ser algo pesimista ya que es el segundo trabajo de Duncan Jones como director y su opera prima, Moon, es una película de 9’5. Por eso Código Fuente ha sido decepcionante, no porque sea una peli mala, que no lo es, si no por las ganas que tenía de ver el segundo proyecto del hijo de David Bowie (así es, el papá de Jones es el genio inglés).

Cinematográficamente la peli es correcta. El argumento es difícil de narrar de modo entretenido ya que prácticamente todo tiene lugar en ocho minutos que se repiten una y otra vez. Aun así Jones consigue hacer que todo sea fácil de entender y de disfrutar. El ritmo es constante y cuando necesita acelerar no duda en resumir rápidamente parte del nudo para seguir avanzando hacia el desenlace.

Gyllenhaal pensativo
La trama nos cuenta como un soldado despierta en un tren sin recordar cómo ha llagado allí. La chica que le acompaña habla con él como si fuese otra persona y cuando se mira al espejo ve que no es quien recuerda ser. A los pocos minutos explota una bomba y todos mueren. El prota despierta ahora en una especie de cápsula desde donde le explican que forma parte de un proyecto experimental en el que su conciencia es trasladada al cuerpo de alguien que acaba de morir. Lo que pretenden con todo esto es despertar al joven soldado en el cuerpo de la victima de la explosión una y otra vez hasta que descubra quién puso la bomba en el tren. Así, después de morir una infinidad de veces va hilando conversaciones y comportamientos extraños hasta que descubre quien es el malo. Pero claro, se va dando cuenta también de que su condición de sujeto de pruebas esconde un terrible secreto…

Jake Gyllenhaal es el viajero de conciencias y pese a que todo el mundo ve en él una magnifico actor yo no lo consigo, tiene la misma cara de empanado siempre. Michelle Monaghan es la pasajera que le acompaña y la pobre repite las mismas frases decenas de veces. Vera Farmiga es el enlace del prota con la realidad y la que le ayudará en su investigación.

Gyllenhaal preocupado
Con argumentos complicados siempre es fácil encontrar alguna pequeña laguna en la trama pero en esta hay auténticos mares sin resolver. El principal está claro en el momento en el que explican al protagonista cómo funciona el sistema que han inventado. El cerebro retiene a modo de caja negra información completa de los últimos minutos de la vida de su poseedor y lo que ellos pretenden es meterle ahí dentro y que mire lo que hay. Al no explicar nada más dan por hecho que esta acción solo permitiría ver y oír lo que el sujeto vio y oyó esos minutos, por lo que si vamos a lugares donde no fue el sujeto no podemos crearlos de la nada ni saber cómo interactuarían el resto de personas que nos rodean si hacemos algo que nunca hicimos. El por qué el prota puede moverse libremente queda claro en el giro final argumental pero, si yo me di cuenta de que no era posible mientras me comía unas palomitas, los científicos que trabajan en ello deberían saberlo desde el principio y no hacerse los sorprendidos al final. ¿Qué lio no?

El caso es que pese a ser una peli entretenida no puedo compararla con la originalidad y valentía de Moon, un cruce entre 2001: Una Odisea del Espacio y Blade Runner, ahí es nada. Solo por esa comparación ya debíais estar corriendo hacia vuestra tienda favorita para compraros el DVD.
Gyllenhaal satisfecho
Aquí el tráiler. Un buen thriller de ciencia ficción para pasar la tarde aunque si tengo que elegir una película de vueltas y revueltas al pasado siempre me quedaré con Atrapado en el Tiempo. Un 6’75.

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