22/7/16

Warcraft: El origen (Warcraft)

'Warcraft: El origen', armaduras gordas, orcos descoloridos.


Excusatio non petita accusatio manifesta, pero como nos conocemos: soy consumidor de fantasía habitual y antiguo jugador de 'Warcraft II: Tides of Darkness' y 'Warcraft III: Reign of Chaos'. Pese a no haber caído en las redes del 'World of Warcraft', creo que estoy muy cerca de ser el público objetivo de esta película. Y dicho esto...

Uno de los mundos más exitosos de la historia de los videojuegos online llega a la gran pantalla, y lo hace de la mano de Duncan Jones, promesa del cine de ciencia ficción con un par de títulos absolutamente recomendables en su haber.

Universal lo ha dado todo, incluyendo en ciertos carteles un "The Beginning" que ha permanecido junto al título español y que tiene como finalidad dejar clara la intención de principio de franquicia, como si quisiesen hipotecarse al estilo Disney y presentar un calendario de secuelas a diez años vista.

Tenían la intención, un buen equipo y un material complejo pero con posibilidades, ¿cuál ha sido el problema? Supongo que no han logrado domar a la bestia.

El guión de Charles Leavitt y el propio Jones, nos presenta a una miríada de personajes en pleno conflicto, muy preocupados por lo que están haciendo, como si esta fuese la batalla de su vidas. Cuando conseguimos entender el escenario, descubrimos que aun no sabes que sí, que puede que se enfrenten a un acontecimiento clave, pero que cuando la cinta comienzo aun no tenían ni idea, ¿por qué tanto mosqueo?.

Esa preocupación constante por casi nada, logra quitar importancia a los conflictos cuando por fin llegan. Encontrarnos a todo bicho viviente inmerso en una supuesta aventura sin presentación previa, hace imposible posicionarse con nadie. A esto no ayuda el soberano esfuerzo en lograr personajes blancos en ambos bandos, dejando que ese choque entre dos mundos parezca solo el capricho de un tipo al que tampoco terminan de tragar sus propios seguidores.

Todo esto avanza a trompicones, abriendo todas las subtramas necesarias para ramificar el ansiado futuro de la franquicia, ignorando por el camino a los pobres espectadores de esta presentación.

Solo los más versados entenderán cada decisión tomada y, aunque algunos sigan defendiendo que eran el único target, lo invertido no es si no una prueba tangible de su error. Esta película no está pensada para satisfacer a académicos y críticos de mirada altiva, pero tampoco para esquivar a todo aquel que no conozca el cuento de antemano o no se contente con repetir en otro formato.

Eso sí, Duncan Jones está perdonado. Dirigió 'Moon', puede hacer lo que quiera.


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