Merece un cartel más impactante |
El título pasó a ser, no sólo uno de los mejores títulos del festival, si no una de las mejores películas del año y una joya de las versiones fílmicas de nuestros inmortales literarios. Los tres nombres clave brillaron como nunca, por un lado Federico, y es que el texto del maestro sobrecoge en cada verso, especialmente cuando se sabe plasmar como merece. Por otro, Paula Ortiz, directora y artífice de este proyecto de gusto exquisito y fotografía inigualable. Para terminar el combo perfecto, una Inma Cuesta en estado de gracia que se pasea por la pantalla como le da la gana y deja al espectador con un nudo en la garganta.
A todo esto hay que sumar una embriagadora banda sonora, adornada por canciones que conforman los momentos más sobrecogedores del metraje. Algo de maldición autocumplida, parajes encantados y la imponente figura de Luisa Gavasa van sumando enteros a este relato de odios y deseos.
La novia me rompió, si hubiese habido un segundo pase al terminar, habría vuelto a entrar al cine. Ahora que se estrena lo haré y no puedo hacer otra cosa que recomendarla, una de esas películas que se quedarán con nosotros para siempre.
Nada más que decir |
No hay comentarios:
Publicar un comentario