19/9/16

San Sebastián 2016, día 1

Bienvenidos a la sexagésimo cuarta edición del Festival de cine de San Sebastián, un año muy especial ya que es el primero que estoy ocupado trabajando para otro medio y me estoy perdiendo las maratonianas sesiones de cine gracias a maratonianas sesiones de otras cosas.

Pero eh, menos lloros, vamos con lo visto el primer día.
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'Los siete magníficos' se vendía como la versión palomitera de la genialidad de Sturges, que a su vez era la versión apta para norteamericanos de la de Kurosawa, que en esencia era una película de entretenimiento puro.

Algo debió salir mal por el camino y, si las dos primigenias son absolutas maravillas en todos los aspectos, la de Antoine Fuqua resulta una repetición tontorrona y algo tramposa de la versión desértica de la trama.

Terriblemente perezosa en el diseño de personajes, sus descuidos técnicos hacen que ni las escenas de acción sean plenamente disfrutables. Una lástima que lo que debería haber sido un festín de buen western sea una chorradita a olvidar en unos días, el mejor remake de todo esto sigue siendo 'Bichos'.

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'Neruda' es el nuevo juego ganador de Pablo Larraín. No busca la perfección del puzzle, como en 'No', ni el golpe al estómago, como en 'El club', si no la fascinación a través de la imagen sobre un tipo que las creaba con palabras.

El chileno se atreve a volver loco al espectador con una realidad voluble, imaginada siempre antes de despertarse y rematada con un clímax final en la nieve que adquiere sobriedad formal para alcanzar la cumbre.

Café para muy cafeteros, pero qué buen rato hemos echado.

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Como regalo, os dejo mi crónica/promo escrita para Fotogramas sobre la fiesta de inauguración. Mañana más.

RAMÓN BILBAO PONE EL SABOR A LA FIESTA INAUGURAL DEL FESTIVAL DE SAN SEBASTIÁN

La bodega riojana se estrena por todo lo alto como patrocinador oficial del festival donostiarra. Un convento del siglo XVI fue el escenario perfecto para una noche de glamour, música y delicioso vino.


La sexagésimo cuarta edición del Festival de Cine de San Sebastián ha comenzado. Tras la gala inaugural y la proyección de 'La doctora de Brest', los selectos invitados tenían cita con un nuevo sabor que ha sabido maridar desde el primer momento con la ciudad y la propuesta cultural de la que hace gala.

La bodega Ramón Bilbao, situada en Haro, es el nuevo patrocinador oficial del festival y, como tal, ofreció una magnifica fiesta con la que dar inicio a una semana de cine.

El actual Museo San Telmo, un edificio rehabilitado sobre un convento Dominico del siglo XVI, fue el escenario de una noche que nadie quiso perderse.

Aunque aceleró el paseo desde el Kursaal, la lluvia no impidió que más de mil invitados acudiesen a la cita donde una copa de vino era el primer y obligado regalo para el paladar. Entre los pasillos del patio del convento, los elegantes VIP decidieron dejarse llevar por el aroma de la Rioja, propiciando que la zona central habilitada para el baile, por cortesía del Dj. Alex del Toro, se terminase convirtiendo en el auténtico centro neurálgico de la velada.

Pero no todo iba a ser beber y, para no perder el equilibrio antes de tiempo, el catering a cargo de Bokado Eventos agasajó a los ya hambrientos asistentes con todo tipo de delicatessen durante toda la noche. El momento álgido se vivió cuando gran parte de los invitados acudieron en masa ante el mostrador del nuevo rey de la fiesta: el encargado de cortar el jamón.

Pero este merecido cargo monárquico fue pasando por varios de los animadores del evento según las necesidades de los presentes ya que, cuando se guardaron los cuchillos, la atención principal volvió a recaer sobre el centro del patio del convento. Junto al Dj, como la auténtica guinda del pastel, apareció un saxofonista que añadió pinceladas en directo a la música seleccionada.


La velada continuó hasta altas horas de la madrugara, cuando algunos descubrieron horrorizados que el embriagador abrazo del vino había adelantado el reloj varias horas, acercándose peligrosamente a la primera cita que las agendas señalaban para la jornada siguiente.

Una manera perfecta de empezar uno de los Festivales de cine más importantes del mundo, un modo magnífico de estrenarse como patrocinador y maestro de fiestas inaugurales.
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