3/11/16

Doctor Strange

'Doctor Strange', tuneando el coche viejo.


Es complicado, eso lo entendemos todos. En Marvel están salvando los muebles hasta con sus apuestas más arriesgadas y esta, desde luego, lo era. Ya conocemos a la infantería pesada y a los entes de fuerzas sobrehumanas, ahora le tocaba el turno a los místicos, la tercera facción de defensa ante lo que está por llegar y la más complicada de plasmar en pantalla.

Para ello, han adornado la película con momentos visuales increíbles, jugando con figuras caleidoscópicas y referencias artísticas abstractas que obligan al espectador a disfrutar quiera o no. Luce tanto en sus batallas como en los viajes astrales, funcionales y bien diseñados.

La pena es que toda esta diversión y poderío visual se pierde, al menos hasta cierto punto, por lo marcado del camino de un héroe que, siendo de los más desconocidos por el gran público hasta ahora, cuenta con la película más previsible y monótona de la colección.

Cuando salió el primer trailer, aquel donde ya se veían edificios en posiciones imposibles, muchos gritaron al viento su parecido con 'Origen'. Lo curioso es que se confundieron pero poco, esto es otra peli de Nolan, esto es 'Batman Begins'.

Marvel ya tenía la suya, 'Iron Man', y por si fuese poco repitió con 'Ant-Man' la estructura básica de origen del héroe. ¿Era realmente necesario que el Hechicero Supremo perdiese su primera aventura en calcar lo ya conocido? Imaginad por un momento que esta película empezase con uno de los secundarios ya conocidos. Digamos que siguen sus propios guiños y, para que tenga algún sentido el que incluyeron en 'Thor', conocemos Stephen Strange mediante un secundario de la franquicia que le sigue los pasos. La Agente Romanoff, para que esto sea aun más atractivo, nota que el Doctor aparece y desaparece de un modo extraño, no logra realizar un seguimiento correcto y se acerca demasiado al objetivo. Descubre que está enfrentándose al villano de turno y poco a poco conocemos la mecánica y blablabla. Si quieren mostrar el accidente de coche, los entrenamiento y demás, pequeños flashback visuales bastarían y, el Anciano, seguiría siendo el mentor cuando fuese a pedir ayuda o algo por el estilo.

Nada de esto es sumamente novedoso, pero sí animaría un poco el cotarro de una película que, no siendo mala, nunca termina de convencer por culpa de la sensación de repetición, tanto estructural como de tono. Y es que mezcla de profundidad épica y comedia se les ha cortado esta vez por culpa de un humor tímido y forzado, logrando incluso que un tipo carismático como Benedict Cumberbatch, parezca una apática estrella que busca pasar el día rápido, imitando lo que ya sabe que funciona para terminar la jornada y llevárselo muerto.

Lo mejor de todo esto es que el personaje y el actor tienen tanto potencial que, pese a no haber empezado con la ruptura de normas que ambos merecían, aquí sigue habiendo material para hacernos vibrar en futuros encuentros.

Así queda pues el orden marvelita, un listado que solo alcanza la gloria en la cumbre pero con el que se puede pasar un buen ratito hasa con sus títulos menos inspirados.



No hay comentarios:

Publicar un comentario