1/11/16

Yo, Daniel Blake (I, Daniel Blake)

'Yo, Daniel Blake', cuando te metes en las trampas para pasar un buen rato.


Llegó a San Sebastián como flamante ganadora de la Palma de Oro en Cannes, mérito necesario para llenar la sala de tipos con ganas de dar palos, y se fue el festival donostiarra con el Premio del Público.

Ken Loach no disimula a la hora de denunciar los errores del sistema inglés, pero rellena el dramático escenario con personajes sumamente positivos, logrando así edulcorar de manera efectiva el puñal que poco a poco nos va clavando.

Este método tiene un gran inconveniente y es que, todos son tan buena gente, que para crear conflicto necesita villanos absolutamente negativos. Los grises se difuminan en esta película donde la clase obrera el feliz pese a los palos y los funcionarios son, básicamente, el demonio.

El que pueda perdonar esto, entendiéndolo como una herramienta para contar un cuento sobre lo mal que están las cosas pero lo fundamental que es no rendirse, disfrutará de una preciosa y exagerada película.

A la salida, mientras limpiaba las gafas que el monstruo no había logrado empañar, oí cómo una chica se quejaba de la cantidad de títulos que había visto como este, al que calificaba como "una lista de topicazos". Llevaba tatuada la serpiente de 'El principito' en la nuca y vestía un moderno chandal de tactel. No hay más preguntas señoría.


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