El fantasma de Matthew casi no sale |
Y es que el bueno de Richard Linklater es el responsable de esta historieta, no sólo como director y guionista, si no que ha terminado involucrado en el caso real que cuenta. La trama repasa repasa con frescura y pinceladas de humor negro el caso de Bernie Tiede, un tipo adorado por su comunidad que asesinó a la insoportable anciana que cuidaba y escondió su cadáver en un frigorífico. Tal era la fama de los dos protagonistas, positiva la del voluntarioso condenado y negativa la de la insoportable víctima, que todo el pueblo de Texas vio la condena del pobre Bernie como algo injusto y desproporcionado.
Tarde de tranquileo |
La ternura con la que Linklater y Black tratan al personaje es conmovedora y eficaz, consiguiendo uno de esos pequeños caprichos que recomendar a discreción a casi cualquier tipo de público. La sencillez y sinceridad con la que se aborda la historia, incluso su momento más truculento, no sólo ayuda al espectador a pasar un buen rato, si no pudo ser determinante en los nuevos acontecimientos del caso.
Y es que en 2014, ante la presión mediática que la película había revivido y gracias al esfuerzo de abogados y el propio realizador, se consiguió una revisión de la condena y Bernie Tiede salió de la cárcel tras 18 años y con una extraña condición del juez: vivir en el garaje del propio Richard Linklater. Este accedió de buena gana y repasa la sentencia con sorna, imaginando a aquel texano pensando que le encasquetaba un marrón importante a ese liberal que quería al asesino en la calle. Grandes los USA eh?
Qué tal vecina |
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